Guillermo pidió un deseo

“Que la cancha reviente de gente alentando a Lanús”, fue el pedido del mellizo Barros Schelotto para recibir mañana en La Fortaleza a Boca. Es un partido clave para el equipo y el DT espera una concurrencia masiva.

Sin vos no es lo mismo. Se aguarda por un estadio repleto para el partido de mañana ante Boca.

El que lo pide es Guillermo Barros Schelotto, el Mellizo, el mismo tipo que hace casi un año condujo a Lanús a ser el mejor equipo de Sudamérica. Ni más ni menos que él, el entrenador que volvió a llevar al Grana a un epílogo de campeonato local expectante, a dos puntos del líder Racing cuando quedan sólo dos fechas para la finalización. Con errores y con aciertos, claro, pero siempre defendiendo a capa y espada los intereses de los colores que representa desde mediados de 2012.

Cuando lo sugirió en otras ocasiones, los hinchas granates respondieron de forma masiva. Es por eso que Guillermo, en la previa al trascendental encuentro de mañana frente a Boca, a partir de las 21.30, lo volvió a hacer. “Espero una cancha llena. Ojalá que reviente de gente alentando a Lanús…”, expresó antes de partir en micro rumbo a la concentración. Cortito y al pie, sin tantas gambetas como en sus días de siete bravo. El Melli sabe que en estas instancias es clave el apoyo y el aliento que baja de las tribunas de La Fortaleza. Y a eso apuntó.

“Estamos bien, preparados para ganar porque es lo que necesitamos para llegar a la última fecha con posibilidades de ser campeones. Lo que nos tiene que interesar es ganar nuestro partido contra Boca, no especular nada con el resultado de Racing, si gana o si pierde. Trataremos de depender de nosotros”, manifestó -convencido- el DT. Y sobre el conjunto que dirige el Vasco Arruabarrena, analizó: “Hay que jugarle de igual a igual y no dejar que crezca en confianza porque después de la derrota en el Superclásico no está en su mejor versión. Si le damos ventaja, es Boca y tiene buenos jugadores”.

Un Pulpo sincero

Diego González dijo lo que la mayoría piensa, pero lo que pocos se animan a declarar. “A esta altura hay que ganar como sea para darle una alegría a la gente. Después tenemos todas las vacaciones y la pretemporada para corregir los errores. Hay equipos que jugando mal consiguieron grandes cosas”, admitió.

Todavía reímos. González se abraza con el Marciano Ortiz. En Lanús aún creen que es posible.

Ya no se conforma con llegar al umbral del triunfo y quedarse delante de esa puerta que abre paso hacia la gloria. Se cansó de coquetear con la Señorita Victoria y no poder conquistarla: esta vez está dispuesto a ir más allá para quedarse con todo. Es decir que si hace falta salirse del libreto, dejar a un lado las formas, abandonar el estilo, lo hará. Sin sonrojarse. Diego González lo tiene tan claro que lo admite sin vergüenza: a esta altura del Torneo de Transición, a dos puntos del líder Racing cuando queda un par de encuentros, sólo importa ganar. Él no lo dice, pero si pudiera convertir un gol con la mano para vencer el domingo a Boca, lo haría sin disimulo.

“Siempre opino que si en las últimas fechas estás en la pelea del campeonato, tenés que ganar como sea. Después vienen las críticas, ¿no? Es el trabajo de ustedes, los periodistas, ja”, desafió el Pulpo, uno de los jugadores más sinceros y directos del plantel del Granate al momento de declarar. Y un poco más metódico, explicó su idea: “Es entendible que luego se analice si se jugó bien o mal. Nuestra tarea pasa por dejar al club lo más alto posible para darle una alegría a la gente. Ahora lo más importante es quedarse con los tres puntos como sea”.

Si bien viene de derrotar a Gimnasia y Esgrima La Plata con justicia, el equipo de los mellizos Barros Schelotto no atraviesa su mejor momento del semestre. El nivel futbolístico decayó considerablemente y depende mucho de lo que haga Silvio Romero, el goleador del certamen con once tantos. “Quedan dos partidos nada más, después tenemos todas las vacaciones y la pretemporada para corregir lo que se hizo mal en estas últimas fechas”, consideró González. Y ahondó: “Hay equipos que jugando mal consiguieron grandes cosas. Si en el arranque del próximo torneo seguimos mal, ahí sí habrá que preocuparse”.

Fue un 2014 complicado para Lanús. Es que la idea era conseguir una nueva estrella -la cuarta- en el año previo al Centenario Granate que se cumplirá el 3 de enero. Se estuvo cerca del objetivo en varias oportunidades, sobre todo en la segunda mitad del año. Pero no se logró. “Sería ideal alcanzar un título ahora, ya que perdimos muchas chances de consagrarnos. Estamos tranquilos porque en ese momento dejamos todo adentro de la cancha, pero hubo un rival que fue mejor o por ahí no tuvimos un buen desempeño”, confió el mediocampista de 26 años.

A la hora de hablar de merecimientos, y sin minimizar las campañas realizadas por Racing y River, el Pulpo entendió que su equipo hizo lo suficiente para levantar el anhelado trofeo: “Los tres tuvimos pasajes muy buenos, pero nosotros mantuvimos una línea y fuimos regulares. Estuvimos expectantes de principio a fin. De todas maneras, cualquiera está para perder puntos. Trataremos de conseguir los seis que nos quedan”.

"Teníamos que sacar un plus"

Diego Braghieri destacó la actitud que mostró Lanús para vencer a Gimnasia y dejó de lado el nivel futbolístico. “Era la última chance que se nos presentaba y gracias a Dios lo entendimos”, explicó el marcador central.

Se subió al tren. Esta vez, el equipo de Guillermo aprovechó su oportunidad y sigue en carrera.

No jugó su mejor partido desde que regresó a Lanús y tampoco fue una de las figuras en el merecido triunfo sobre Gimnasia y Esgrima La Plata, que nuevamente lo catapultó a su equipo a la pelea grande por el Torneo de Transición. Pero cumplió con su labor. Diego Braghieri y sus compañeros de la defensa construyeron una muralla sólida delante del arco resguardado por Agustín Marchesín. A tal punto que el conjunto platense no tuvo situaciones claras de gol y nunca puso en riesgo la diferencia que logró Silvio Romero. Después de esos siete tantos recibidos en 135 minutos, tres contra Tigre y cuatro ante Independiente, esta mini racha embellece aún más la victoria del Granate. “Es muy positivo para nosotros, es clave en lo anímico porque en los últimos dos encuentros nos dieron muchos cachetazos”, rescató el marcador central de 27 años.

-Salió todo redondo: ganaron y no les convirtieron.

-Hicimos un partido muy inteligente, lo planeamos así. Teníamos que sacar un plus para seguir en la pelea por el título. Era la última chance que se nos presentaba y gracias a Dios lo entendimos.

-La derrota contra Independiente fue un cachetazo fuerte, pero ante Gimnasia era la oportunidad para levantar…

-Sí, sabíamos que iba a ser difícil, pero yo creo que si queríamos seguir en la lucha por el campeonato no quedaba otra que ganar. Por ahí con Independiente perdimos mucho el orden, pero ahora fue todo lo contrario. Se vio claro que fue un Lanús que salió a buscar, pero que estaba bien cerrado atrás.

-Sí, de hecho Gimnasia casi que no les llegó.

-Entendíamos que era posible que nos lastimaran con la pelota parada. Por eso no teníamos que hacer faltas cerca de nuestra área o de costado. Y las que tuvieron, los controlamos correctamente. Eso fue clave en lo psicológico para mantener la diferencia de un gol.

-Pero arriba tampoco generaron tantas situaciones. En sí no fue un encuentro con chances tan claras.

-Sí, pero lo importante es que las que tuvimos, las concretamos. Pienso que se hizo un desarrollo muy inteligente. Sabíamos que sería de pocas llegadas, aunque también muy friccionado.

-¿Qué significa para ustedes Silvio Romero, quien sigue imparable?

-La verdad que mucho. Creo que es una de las piezas clave que tenemos. Ojalá que siga de la misma manera. Es un jugador que lo necesitamos mucho dentro del campo de juego.

-¿Creés que van a llegar a la última jornada del campeonato con posibilidades?

-Por supuesto. Vamos a hacer todo lo posible para volver a ganar y llegar al final con chances de ser campeón. Dios dirá qué es lo que va a pasar. Vamos a ver… Nosotros tenemos que estar tranquilos y enfocarnos en la fecha que viene frente a Boca.

"Ojalá que la gente acompañe"

Víctor Ayala espera un marco imponente en La Fortaleza para recibir a Gimnasia y salir del mal momento que atraviesa Lanús. “Es de muchísima importancia para nosotros por lo que vivimos en los últimos días”, aseguró el paraguayo, que será titular.

El último tren. El Granate todavía sueña con llegar a la última fecha con chances de campeonar.

-Guillermo dijo que es probable que seas titular frente a Gimnasia. Seguro es algo que te entusiasma…

-Claro. Estoy tranquilo, con la idea de hacer las cosas bien y de volver a la acción. Siempre es bueno arrancar el partido como titular, pero aún no está confirmado. Veremos qué decide el cuerpo técnico. No sé en qué posición voy a jugar porque Leandro Somoza no se entrenó ya que se sentía mal.

-¿Cómo hicieron con Gustavo (Gómez) para seguir al equipo contra Tigre e Independiente?

-El primero no lo pudimos ver bien porque teníamos que entrenarnos con la selección de Paraguay y el otro lo vimos medio complicado, en la computadora. Cuando hicimos el primer gol estábamos contentos y luego nos quedamos mal porque no vimos el segundo tiempo. Nos enteramos al rato que habíamos perdido 4-1. Ahora tenemos la chance de sumar tres puntos y de ver qué pasa el domingo con Racing y River.

-¿Y cómo lo encontraste al plantel cuando regresaste?

-Lo noté muy golpeado anímicamente porque perdimos dos posibilidades de ser los punteros y de depender solamente de nosotros. Nuevamente tenemos que ver lo que pasa con los de arriba.

-¿Qué explicación le encuentran a este momento de Lanús?

-Es difícil hacerlo. Sabíamos que se iba a venir esto, sabíamos el tema de las expulsiones. Creo que en la primera parte contra Independiente, (Jesús) Méndez le metió un codazo al Pulpito (González) que lo sancionaron con amarilla, mientras que a Maxi Velázquez, quien como cualquier jugador pone el brazo para ganar la carrera, lo expulsó… son cosas diferentes, sobre todo después de lo mucho que se habló tras el encuentro con Arsenal.

-Finalmente los hinchas podrán ir a la cancha ya que no habrá sanción. ¿Qué significa para ustedes el aliento de ellos?

-Que el partido sea a puertas abiertas es de muchísima importancia para nosotros por lo que vivimos en los últimos días. Ojalá que la gente acompañe después de todo lo que se dijo de Lanús. Sería bueno llenar la cancha o por lo menos que haya un buen marco de público porque todavía estamos vivos. En caso de sumar de a tres nos meteríamos de nuevo en la pelea y sería una presión para los de arriba.

La bendita fe granate

Desde el punto de vista futbolístico, Lanús quedó lejos en la carrera por ganar el Torneo de Transición. Sin embargo, los números lo ponen a sólo tres puntos de River, cuando quedan nueve en juego. Tiene algo más a su favor: su espíritu.

Ya no depende de sí mismo. El equipo de los Mellizos tiene que ganar y esperar resultados.

La visita a Independiente dejó mucho más que una goleada en contra para el archivo, quizá la derrota más dura de la era Barros Schelotto. Por no decir la peor de todas, está claro. Inmediatamente después de que Germán Delfino sonó su silbato por última vez en la calurosa noche de Avellaneda, Lanús se retiró del Libertadores de América con la sensación de que se había despedido de la pelea por el Torneo de Transición. Era el adiós a la quinta competencia que se afrontó en un semestre en el que sólo hubo frustraciones.

Fue un sentimiento colectivo que invadió a todos y a cada uno de los que forman parte del mundo granate: el tren estaba al alcance, no marchaba demasiado rápido y parecía que subirse a sus vagones sería un trámite. Pero por uno de esos caprichos del fútbol, a veces no tan ilógicos y hasta repetitivos, se lo estaba mirando de nuevo desde el andén, con los pies llenos de barro y la mirada perdida. Una escena que se repite con frecuencia como un deja vu y que sólo aumenta la desazón.

Las horas pasaron (lentas) y las pulsaciones disminuyeron paulatinamente. La cabeza se enfrió y se amparó en el corazón para hacer lo que mejor sabe: conjeturar y cuestionarse los porqués de la cuestión. Entonces aparecieron los números, que cuando convienen no son tal crueles como parecen. Y ese combo explosivo motivó la pregunta que hasta ahora pocos se habían animado a realizarse: ¿realmente Lanús se bajó de la lucha por el campeonato local? Pero si sólo está a tres puntos del barcelonístico River, el excelso equipo que dirige el revolucionario Muñeco Gallardiola. ¿O no?

Todavía quedan nueve unidades en juego. Una enormidad. Y en la próxima fecha se enfrentarán escolta y puntero, Racing (32) y River (33). Independiente, que para los medios nacionales es otro de los grandes candidatos a animar el epílogo del torneo (tiene los mismos porotos que Lanús), irá a la Bombonera. Mientras tanto, el team de los Mellizos recibirá el sábado a Gimnasia (18), que se ubica a seis puntos del último escalón de la tabla. Una hipotética victoria contra el Lobo lo metería de nuevo en la discusión. Y, a su favor, volverá a jugar en La Fortaleza al toque contra Boca (27), que a esa altura podría presentar una alineación alternativa para priorizar la Sudamericana.

Ahora bien… si se tiene en cuenta lo futbolístico, el Grana tiene poco para ilusionarse. Un equipo cuya pretensión es el título no puede recibir siete goles en un partido y medio, en 135 minutos, y contra dos rivales que no son claramente superiores. Un aspirante al campeonato no tiene que perder la cordura (y a sus soldados) en las adversidades: quedar en inferioridad numérica por actitudes infantiles es imperdonable. Y lo peor de todo: un pretendiente a la corona no comprende la piedad; cuando está arriba, te pisa la cabeza y no te deja poner de pie. Para apuntar y poner en práctica.

¿En qué radica, entonces, la esperanza granate? En eso, precisamente: en su bendita fe, en una religión que no entiende de números ni de tácticas; en un espíritu que se acostumbró a bordar las estrellas después de alcanzarlas (y no antes). Y que aprendió a no darse por vencido aun cuando todos creen que está perdido.

"El ánimo es bueno"

Silvio Romero admitió que la caída de River ante Estudiantes trajo alivio en el plantel de Lanús, que había quedado golpeado luego de la visita a Tigre. “Nuestras chances de pelear todavía están intactas”, reconoció el Chino.

El as del Grana. El delantero cordobés es la gran esperanza de este Lanús que pelea arriba.

Cuando parecía que su suerte estaba echada arriba de la mesa, un guiño del destino lo puso de nuevo en la pelea. El triunfo estruendoso de Estudiantes en el Monumental, que dejó sin invicto al único puntero River, renovó las energías en Lanús, que había quedado groggy tras el trompazo recibido ante Tigre en Victoria. Si bien desde el punto de vista futbolístico el Granate retrocedió varios casilleros en las últimas presentaciones, se mantiene a sólo dos puntos del conjunto de Marcelo Gallardo, del que se habla maravillas. Y todavía quedan cuatro partidos por jugarse. Cuatro finales, una nueva oportunidad.

-La derrota de River contra Estudiantes hizo que el miércoles no fuera tan negativo para ustedes, ¿no?

-Sí, está todo como antes de que empezara la fecha. Perdimos los dos equipos y nuestras chances de pelear el campeonato todavía siguen intactas. El ánimo es bueno, estamos con una nueva ilusión. El resultado de River cayó muy bien en el grupo.

-¿Estás preocupado por el nivel que mostraron en la derrota frente a Tigre?

-Sí, se nos hizo cuesta arriba. No creo que hayamos estado ansiosos, pero sí sabíamos que teníamos menos tiempo de lo habitual. Había que atacar lo más rápido posible para ver si conseguíamos la ventaja. Pero bueno, hay que tratar de pasar este mal trago y pensar que el torneo local nos dio una nueva oportunidad.

-¿Fueron los 45 minutos menos buenos de Lanús en el campeonato?

-Sí, no sé si hay para analizar… es un poco raro jugar sólo un tiempo dividido en dos, con una expulsión de por medio y un gol que nos condiciona.

-¿Lo notaron un poquito condicionado al árbitro Echenique por todo lo que se habló en los medios post Arsenal?

-No… pienso que anduvo bien. Después, lo que se dijo o no se dijo es algo que forma parte del pasado. Tenemos que mirar para adelante.

-No queda otra que ganar los cuatro compromisos que quedan y esperar que River deje puntos…

-Sí, a ellos le quedan encuentros difíciles y nosotros tenemos una final el lunes ante Independiente, que es el más importante. Si les ganamos, quedarán un poco más lejos de la pelea. Habrá que salir a eso. Se puso lindo el torneo y tendremos que ir partido a partido.

"Venimos con un envión anímico importante"

Nicolás Pasquini cree que el emotivo triunfo de Lanús contra Arsenal puede llegar a potenciar el buen momento que atraviesan en el Torneo de Transición. “Será raro jugar medio partido, pero saldremos a atacar”, adelantó el cordobés, que hoy será volante por izquierda.

Afianzado. Pasquini desplazó a Velázquez y se quedó con el andarivel izquierdo de la defensa.

Luego de un puñado de días que fueron convulsionados e interminables por lo acontecido en la victoria épica frente a Arsenal, Lanús tendrá que afrontar un desafío poco común. Es que dispondrá de tan sólo 45 minutos para vencer a Tigre en Victoria y, así, arrebatarle momentáneamente el liderazgo del campeonato a River, que recibirá esta noche a Estudiantes de La Plata. Sabe Guillermo Barros Schelotto que es el momento ideal para cambiar el curso de un Torneo de Transición que parecía cocinado. Es por eso que su equipo tratará de exprimir al máximo cada segundo que quede en el reloj.

“Es raro esto de jugar medio partido… pero bueno, sabemos que hay que salir a atacar desde el primer minuto para conseguir un gol y los tres puntos que serían muy importantes para nosotros. Veremos qué pasa después con el resto”, manifestó Nicolás Pasquini antes de partir rumbo a la concentración del plantel. Y enseguida añadió: “Será distinto este tiempo al otro. Esa vez no se podía jugar por el agua que había en el campo de juego. Será diferente. Habrá que estar concentrados atrás y tratar de recuperar la pelota lo antes posible”.

A diferencia del rol que desempeñó a lo largo del semestre, Pasquini abandonará la defensa y se adelantará varios metros para permitir el regreso del capitán Maximiliano Velázquez. “Es cierto, jugaré en mi puesto natural, en el mediocampo. Lo venía haciendo de ‘3’, pero ahora me toca como volante y espero que lo haga de la mejor manera”, explicó el cordobés de 23 años. Y cerró con una declaración alentadora: “A Arsenal le hicimos dos goles en un minuto y ahora tendremos 45’. Venimos con un envión anímico importante”.

Espíritu de Laucha

Lautaro Acosta fue la figura de la remontada de Lanús contra Arsenal, no sólo por el gol agónico sino también porque fue el conductor del equipo cuando no encontraba los caminos. “Gracias a Dios me tocó a mí. Nunca lo dimos por perdido”, señaló el Laucha.

Ídolo. El delantero jugó un partido bárbaro y los hinchas granates se volvieron locos por él.

Es el dueño de un espíritu de lucha envidiable, que cualquier jugador del mundo pagaría una fortuna por tener. No se da nunca por vencido, ni siquiera cuando parece que la tormenta ya le ganó y que la correntada se lo llevará mar adentro. Así es Lautaro Acosta, el emblema del Lanús de estos tiempos y la gran figura de la victoria épica de anoche frente a Arsenal. Dicen los que pasaron esta mañana por La Fortaleza, todavía extasiados y agobiados de tanto festejar, que aún estaba corriendo como loco, con la boca llena de gol y agitando su camiseta por el campo de juego. No era el Laucha, era su alma.

“Sí, otra vez me tocó a mí convertir sobre el final, como contra Atlético Mineiro allá, por la Recopa. Y gracias a Dios. Fue un lindo gol que, principalmente, nos sirvió para lograr un triunfo”, se descargó el delantero de 26 años, todavía con las pulsaciones a mil. Y con una sonrisa que le atravesaba la cara, continuó: “Es un envión anímico importante, un resultado fundamental porque seguimos en la lucha. Ahora esperamos los de los demás, sobre todo el de River. Pero si nosotros no ganábamos, el resto no nos iba a servir para nada”.

Tuvo un segundo tiempo bárbaro y fue el blanco que buscaban sus compañeros para iniciar cada ataque hacia al arco defendido por Esteban Andrada. Fue la bandera del Granate, que no encontraba los caminos para, al menos, llegar a la igualdad. Hasta que apareció él, el único héroe en este lío. “Ya está, se ganó. Sé que reclaman una mano del Chino (Romero), aunque me parece que paró la pelota un poco con el pecho… no sé si fue. Él no llega a patear, el arquero da el rebote y yo le di al arco, nada más”, explicó el Avión de Glew. Y se explayó: “Vamos para adelante y tratamos de jugar en todo momento, aunque no tuvimos un buen partido. Nunca lo dimos por perdido”.

El gol agónico de Acosta, en la última jugada de una noche histórica, no sólo desató la locura de los hinchas de Lanús sino también la airada protesta de todo Arsenal. Jugadores, cuerpo técnico y allegados del conjunto de Sarandí ingresaron al campo de juego para increpar a Andrés Merlos y a sus colaboradores por los minutos que adicionó luego del empate de Diego González. “Si me tocara a mí, probablemente me enojaría. Pero hay que rescatar al árbitro porque su prioridad fue jugar siempre, más allá de que ellos por ahí hacían tiempo. Tendría que ser un ejemplo para varios”, analizó el 7. Y agregó: “Están en todo su derecho de reclamar, hay que respetarlos. Yo trato de mirar lo mío. El reclamo de ellos es totalmente válido”.

"En otro momento estaríamos punteros"

Es lo que cree Carlos Araujo, quien destacó que la campaña de Lanús en el Torneo de Transición es muy buena. “Lamentablemente ahora hay un equipo que es mejor que nosotros”, señaló el lateral derecho en referencia a River.

Una parada brava. El Granate recibirá el viernes a Arsenal y no le queda otra opción que ganar.

Sacó 27 puntos sobre 39 posibles, producto de ocho triunfos, tres empates y tan sólo dos derrotas. Además tiene a uno de los goleadores del campeonato, Silvio Romero, con ocho conquistas. Y es uno de los equipos con la valla menos vencida: 12 goles en contra. Éstos son algunos de los datos que sirven para fundamentar que la campaña de Lanús en el actual Torneo de Transición es sobresaliente. O “muy buena”, según Carlos Araujo. Sin embargo, el Granate de Guillermo Barros Schelotto no lidera la tabla sino que corre desde atrás a River, el cómodo puntero que lo aventaja por cuatro unidades.

Para colmo, en su carrera contrarreloj para acercarse un poco al conjunto dirigido por Marcelo Gallardo, el team del Mellizo ya perdió 45 minutos en la visita del domingo a Tigre, que se suspendió en el entretiempo por las fuertes tormentas que afectaron durante el último fin de semana a la Provincia de Buenos Aires.

-¿Creés que Lanús fue perjudicado por haber sido el único que jugó respecto de River e Independiente?

-No, no vamos a buscar excusas ni nada por el estilo. Tenemos 45 minutos para ganarlo. Racing dio vuelta un partido en menos tiempo en la cancha de Boca. Entonces pienso que no nos perjudica en nada. Ahora tenemos que pensar en ganarle a Arsenal y después tratar de conseguir esos tres puntos en Victoria.

-Cuando entraste al campo de juego el domingo, ¿ya veías que no daba para más?

-Al principio, sobre todo durante los primeros 10’, la pelota corría, se deslizaba y no se frenaba, aunque estaba horrible para jugar. Después se levantó mucho viento y demasiada lluvia. A partir de los 20’ ya no se podía más, y creo que ahí el árbitro lo tendría que haber cortado.

-¿Y ustedes, los jugadores, presionaron a su manera para que se suspendiera?

-No porque el árbitro (Fernando Echenique) se tiene que dar cuenta solo. Hubo millones (sic) de caídas y la pelota se frenaba. En un momento les consultó a mis compañeros, pero su decisión fue continuarlo.

-¿Es verdad que con ese estado del campo de juego corren más riesgos de sufrir lesiones importantes?

-Y… es imposible frenarse, yo me caí como cinco o seis veces. Si te pasa encima de un rival lo podés lastimar. Fue peligroso para ambos. Si vamos al juego, a nosotros nos perjudica más.

-Desde que Lanús se quedó afuera de la Sudamericana, la programación de las semanas cambió. ¿Les da más aire para llegar bien a los partidos?

-Sí, tenemos semanas largas para descansar y para trabajar bien. Es obvio que afrontar la doble competencia es una carga física importante, y nosotros no la tenemos. Hay que aprovechar eso.

-¿Qué palpitás para el epílogo del campeonato? ¿Imaginás que van a llegar con chances?

-Fe sobra… Tenemos que mentalizarnos en ganar cada fecha. Creo que River va a perder puntos, por eso hay que sumar de a tres hasta el final. La nuestra es una campaña muy buena, pero lamentablemente hay un equipo que ahora es mejor que nosotros. En otro momento, estaríamos punteros en soledad.

"No nos queda otra que ganar"

Lo sabe Gustavo Gómez y es el deseo de todo Lanús: para seguir a tiro de River habrá que traerse los tres puntos de la visita de mañana a Tigre. “Tomamos este momento con mucha responsabilidad”, confió el marcador central paraguayo.

Ahora sí. El defensor guaraní empezó a demostrar por qué lo trajeron los Barros Schelotto.

Conoce las reglas del juego y avanza a paso triunfal en cada uno de sus casilleros. Sin embargo, llegar a la meta antes que sus competidores no dependerá pura y exclusivamente de lo que haga. Al contrario, tendrá que esperar un guiño del destino o un traspié de su rival. Así está Lanús en el Torneo de Transición. Tiene las cosas claras: sabe que tiene que alcanzar a River, pero las cuentas todavía no le dan. Al menos por ahora, está a cuatro puntos y quedan 18 más en juego. Y en el medio de los cálculos hay una visita de riesgo. Será mañana, a partir de las 16, frente a Tigre y en Victoria.

“Tomamos este momento con mucha responsabilidad porque no nos queda otra que salir a ganar siempre para estar cerca de River en lo más alto. Tenemos muchos referentes que nos hablan y que nos piden tranquilidad”, aseguró Gustavo Gómez, el marcador central que de a poco se afianzó en la zaga central junto con Diego Braghieri. Y analizó: “Sabemos que Tigre es un equipo muy complicado y que su cancha es difícil. Trataremos de hacer lo mejor posible y de estar bien parados en todas las líneas para quedarnos con un buen resultado”.

Será la primera vez que el defensor paraguayo pisará el Monumental de Victoria, un estadio que le trae un buen recuerdo al Granate, ya que en la última visita se impuso por 3-2 con una alineación alternativa. “Me comentaron mis compañeros que no es un campo de juego grande… De todas maneras, iremos a proponer lo nuestro. Ellos nos van a jugar de igual a igual. Los dos atacamos y queremos ganar, sobre todo ellos porque son los locales. Así que imagino un desarrollo abierto”, adelantó el guaraní de 21 años. Y concluyó: “Independiente le convirtió tres goles de pelota parada, es un aspecto que habrá que tener en cuenta porque tenemos buenos cabeceadores”.