jueves, 25 de junio de 2015

“Lograr un título”

Mientras continúa su puesta a punto luego de dejar atrás la operación en el hombro derecho, Nicolás Aguirre se ilusiona con ganar alguno de los tres frentes que afrontarán este semestre. “Ojalá podamos lograr un título, que es el anhelo del club y del grupo. Lo tomaremos con mucha responsabilidad”, deseó el Bicho.

A contrarreloj. Aguirre apunta a llegar bien al arranque de la competencia oficial. ¿Lo logrará?

Se ganó un lugar de privilegio en la consideración del cuerpo técnico y de los hinchas de Lanús gracias a su actuación consagratoria en el Clásico del Sur ganado en cancha de Banfield. Aquel domingo 12 de abril, Nicolás Aguirre se hizo cargo del penal para abrir el marcador y fue una pieza clave en el mediocampo, que en principio llegaba diezmado por la baja de Matías Fritzler. Sin embargo, la satisfacción se esfumó una semana después: en la derrota contra Boca en La Fortaleza, el Bicho sufrió una luxación en el hombro derecho que derivó en la inmediata intervención quirúrgica que lo dio de baja para el resto del torneo.

Luego de dejar atrás el sinsabor que le generó esa lesión, el volante se prepara paulatinamente para llegar apto a la reanudación de la actividad oficial, más allá de que Guillermo ya adelantó que será difícil porque necesitaría más tiempo. “Me entreno a la par de mis compañeros, excepto por algunos ejercicios de gimnasio que incluyen al hombro. Tengo que regular para que no pase nada, pero en lo físico trato de meterle con el grupo”, confió Aguirre. Y agregó: “Hablé con Javier (Valdecantos) y me vine con Leto a trabajar una semana antes, que al fin y al cabo creo que fue muy, muy positiva para arrancar lo mejor posible”.

A dos semanas de jugar los 16avos. de final de la Copa Argentina ante Nueva Chicago en el estadio de Huracán -sería el miércoles 8 de julio- el Bicho se entusiasmó con la posibilidad de consagrarse antes de fin de año. “Va a ser un semestre agitado, con tres competencias, y trataremos de afrontarlas de la mejor manera. Ojalá podamos lograr un título, que es el anhelo del club y del grupo. Lo tomaremos con mucha responsabilidad”, señaló el santafesino de 24 años. Y concluyó: “Tendremos que hacer un borrón y cuenta nueva para realizar una buena campaña”.

miércoles, 17 de junio de 2015

Una Laucha pedigüeña

Lautaro Acosta insiste hasta el cansancio con su pedido… “Necesitamos refuerzos de jerarquía porque es lo que hace falta para pelear cosas importantes. No es habitual que un jugador pida, pero estoy muy comprometido con Lanús”, exigió el delantero. Y agregó: “Con esto no estoy matando a mis compañeros, estoy contento con lo que tenemos”.

No se va. El Laucha adelantó que, salvo que pase algo raro, prefiere quedarse en el Granate.

Se quedó con las ganas de saborear un queso de mejor calidad, ése mismo que hasta hace no mucho tiempo abundaba por estas latitudes del Sur del Gran Buenos Aires. A pesar del mal sabor de boca que le generó la comida chatarra, esta Laucha no tiene en mente huir de su madriguera, la que lo cobija desde pequeño, en la que es ídolo y figura excluyente. Pero ojo, tampoco quiere volver a caer en la trampa fácil. Y es por eso que pide refuerzos para ir por el gran banquete que lo espera al final del camino.

Lautaro Acosta -de este roedor intrépido se trata, claro- ocupa un lugar de privilegio en Lanús. Es la bandera y el símbolo de este Granate que viene de dejar una imagen borrosa y deslucida en el campeonato local, en el que finalizó a once puntos del líder. Luego de repetir hasta el hartazgo que no se irá del club a pesar de los intereses nacionales y foráneos, el wing pide a gritos que se haga un esfuerzo para incorporar jugadores de jerarquía. Es decir, nombres que marquen la diferencia y que potencien a los que los rodean. Como ésos que se vendieron a principios de año, ni más ni menos.

-¿Qué tienen que trabajar para no repetir los errores del semestre pasado?

-Faltaron más goles, contundencia… Por momentos no fuimos profundos y hubo partidos en los que no generamos muchas situaciones, más allá de que tampoco las sufrimos. Creo que defendimos bien y que mejoramos respecto del año anterior. Tal vez merecimos más puntos, pero tampoco hicimos un gran fútbol.

-¿Se puede dar pelea en el torneo local o hay que apuntar a la Copa Argentina?

-Hay que mantener la esperanza porque todavía faltan seis meses, la otra mitad del campeonato. Se puede terminar arriba. Primero habrá que acercarse al lote de los punteros y después, ver para qué estamos.

-La CD busca un volante creativo y un delantero. ¿Creés que necesitan refuerzos de jerarquía?

-Sí, me parece que son necesarios. Se notó que de alguna manera fue lo que nos hizo falta. Por suerte también se van a incorporar compañeros que están lesionados y que son muy importantes. Los necesitamos a todos.

-¿Cómo estás vos físicamente? ¿Hubo ofertas reales para que te fueras?

-Me entreno aparte porque estoy con algunas secuelas. Terminé con una fatiga muscular que no llegó a ser lesión, pero aún siento la sobrecarga. Si con el profe no estás a full, es preferible no participar porque te lesionás. Por mí hubo algunas cosas… Lo llamaron a mi papá, que es mi representante. Me preguntaron y yo repito lo que dije en todos lados: sigo contento de estar acá y muy cómodo; salvo que pase algo raro, preferiría quedarme.

-Los hinchas se entusiasman con ver las paredes que vas a tirar con Leto…

-Nuestro fuerte es correr para adelante, ja. Él es importante y nos vendrá muy bien porque tiene experiencia y jerarquía para potenciar al resto. Lo veo muy bien. Aún tiene que ponerse a punto físicamente, pero le quedan tres semanas para lograrlo. Va a llegar de la mejor manera. Más allá de Leto, el equipo necesita más refuerzos porque para pelear cosas importantes hay que tener jerarquía.

-No es habitual que un jugador pida…

-No, ¿no? No es habitual. Estoy muy comprometido con Lanús y me siento muy identificado. Ojo que estoy contento con lo que tenemos… Trato de ganar siempre. El objetivo en una institución tan ordenada y tan bien parada estructuralmente tiene que ser pelear campeonatos. Para eso hay que traer jerarquía. Con esto no estoy matando a mis compañeros.

-¿Están en deuda con lo que mostraron en la primera parte del año?

-Quizá sí, un poco. Tenemos que mejorar más que nada. Sabemos que tendríamos que haber estado más arriba porque había un gran plantel. Hay que tener en cuenta que hubo bastantes contratiempos en cuanto a lesiones o compañeros que se fueron. No los esperábamos. Ahora no hay excusas.

jueves, 11 de junio de 2015

Hacer para volver a ser

Los once puntos que lo distancian de la cima de la tabla de posiciones son la prueba irrefutable de que no hizo bien los deberes. Pero no hay que darle muchas vueltas ni formular tantos preámbulos en vano: el semestre de Lanús, que afrontó solamente la primera mitad del novedoso campeonato de 30 equipos, fue flojo. Anduvo de regular para abajo, por no decir que fue malo. Aunque duela, es la realidad.

El Granate de los Barros Schelotto no terminó de arrancar nunca, más allá de que pudo haber obtenido algunas unidades más de las que cosechó (21). Sin embargo, el maquillaje no habría cambiado el análisis: en lo futbolístico estuvo a kilómetros de parecerse a un equipo con aspiraciones importantes. De no ser por Acosta -batallador incansable, figura en cada partido- habría sido peor. Mucho peor, sin ninguna duda.

El año del Centenario arrancó torcido para Lanús, que vendió a varias de sus figuras a cambio de millones de dólares para incorporar lo justo y necesario. Aunque obviando varios puestos clave como los laterales -sobre todo el izquierdo- y el del volante creativo. Acá estuvo la falencia principal, compartida entre el cuerpo técnico y los directivos que toman decisiones importantes en la conformación del plantel.

Un semestre bastante flojo. La primera mitad de 2015 no fue la que se esperaba en Lanús.

La lesión -peculiar y desafortunada- que sufrió Sebastián Leto también fue un dolor de cabeza, ya que el flaco asomaba como una alternativa de desequilibrio en ofensiva. Encima el Tanque Silva, goleador del debut victorioso frente a Quilmes, se bajó del barco demasiado pronto por causas que todavía se desconocen. Ante semejante panorama (más que desalentador) en el horizonte se empezaron a avizorar las primeras nubes negras que anticipaban tormentas peligrosas.

La noche de la aparición milagrosa de Melano en Mendoza atinó a ser la salvación del Grana, pero fue sólo una notable mejoría (nada despreciable) en el rendimiento del punta cordobés. Las bajas por lesiones de Braghieri y de Aguirre, quien arribó con el torneo empezado, tampoco estaban en los planes. Así el Mellizo tuvo que arreglárselas como pudo, muchas veces con lo que había a mano, significativamente menor al material con el que cuentan San Lorenzo, Boca y Racing, por caso.

Igualmente no es excusa, porque Guillermo -gracias por todo, lamentamos el 2014, pero ahora vamos por mucho más- tiene su cuota de responsabilidad. Porque la otra cara de la moneda son los rivales que con menos cartel finalizaron más arriba o -al menos- con un estilo definido y efectivo, como Belgrano, Tigre y Gimnasia. Por citar varios ejemplos, ¿no?

Nadie duda del trabajo que se hace durante la semana y algunas jugadas preparadas que culminaron en goles a favor son la respuesta. La más reciente, claro, la aparición de Velázquez en Temperley. Mucho más atrás, el cabezazo repentino del Laucha en Unión. Lo que sí se discute es la falta de juego asociado y la apuesta constante al pelotazo para buscar el uno contra uno. No está mal, pero parece ser el único bosquejo que siguen los jugadores. Cambian los nombres, se modifican los esquemas, pero lo que hace falta es un plan b para no tropezar siempre con la misma piedra.

Este primer semestre, muy distante del que soñaban los hinchas en el tan ansiado año del Centenario Granate, tiene que ser un llamado de atención para lo que viene. Once puntos son descontables, siempre y cuando se arme un equipo competitivo con dos o tres refuerzos de jerarquía que potencien lo que se hizo bien. Bah, ni más ni menos que lo que pidió el Laucha en los últimos días…

Más allá de la recuperación de Leto y de Aguirre, Lanús necesita un centrodelantero que asegure una cuota goleadora y un conductor que ponga la pelota contra el piso, que piense, que maneje los hilos. Y sobre todo, animarse a jugar un poco más a la pelota. Hay que hacer para volver a ser. Si lo logra, las alegrías volverán en un santiamén.

jueves, 4 de junio de 2015

Se bajó solo

Guido Pizarro aprovechó su estadía en Argentina para visitar La Fortaleza y ver a sus ex compañeros en la victoria sobre Olimpo. De gran presente en Tigres de México, con el que disputará la semifinal de la Libertadores luego del receso por la Copa América, el Conde se lamentó por cómo se frustró su regreso a Lanús a principios de año. “Fue una gran verdad que estuve a punto de volver, pero después se complicó”, se descargó el volante. Y descartó que haya un nuevo intento en el mercado de pases venidero.

Va por la gloria. El mediocampista surgido de la cantera granate apunta a ganar la Libertadores.

El destino -o vaya uno a saber qué- quiso que tuviera que presenciar desde un palco la última presentación de Lanús como local antes del receso por la Copa América de Chile. Porque bien pudo haber sido partícipe de la victoria del equipo de los Barros Schelotto sobre Olimpo, pero no. Nada que ver. Guido Pizarro, quien durante el último mercado de pases coqueteó largo y tendido con su posible regreso al Granate -al final frustrado-, se tuvo que conformar con regresar a La Fortaleza, pero sólo para alentar a sus ex compañeros desde el otro lado de la línea de cal. Una verdadera pena.

“Vine a ver el partido. Lo bueno es que se ganó, y estuvo muy bien. Así que todo el pueblo granate está contento”, explicó el Conde mientras se retiraba del estacionamiento del polideportivo entre allegados e hinchas que se acercaban a saludarlo. Y en diálogo con Diario del Grana, hasta se hizo un tiempo para referirse al buen andar de los ex jugadores de Lanús que emigraron hacia México: “Los chicos (por Marchesín, Izquierdoz y Diego González) salieron campeones y yo en Tigres tuve un buen semestre. Espero que todos sigamos de esta manera”.

Estuvo muy cerca de pegar la vuelta al Sur del Gran Buenos Aires. De hecho, el presidente Alejandro Marón viajó a las tierras aztecas para cerrar la operación, pero algo salió mal y Guillermo se quedó sin una de las figuritas que más deseaba para este semestre. “Hubo una gran verdad cuando se dijo que estuve a punto de volver, aunque después la cosa se complicó y no se pudo dar”, se lamentó el volante de 25 años. Y visiblemente fastidioso, le cerró la puerta a un eventual nuevo intento para repatriarlo: “Ahora pienso en Tigres porque es imposible que vuelva en junio a Lanús. El momento fue antes. Pero bueno, pasó lo que pasó. Ahora es imposible”.