Araujo se mostró dolido por la reciente eliminación
de Lanús en la Copa Argentina a manos de Boca. “No le encontramos nunca la
vuelta, pero no fue por la actitud. Lo sentimos mucho. Nos rompemos el alma
hasta en los entrenamientos para superarnos”, aseguró el lateral derecho.
La herida sigue abierta y
parece que pasará mucho tiempo hasta que sane por completo. La pálida
imagen que dejó Lanús en la semifinal de la Copa Argentina contra Boca fue
un golpe duro para el plantel de los mellizos Barros Schelotto. Y, por otro
lado, generó mucho malestar y desilusión entre los hinchas del club del Sur del
Gran Buenos Aires. Es que restan tan sólo dos compromisos para que finalice la
temporada 2015, la del año del Centenario Granate, y la
única meta que hay en la mira es el posible ingreso a la próxima Sudamericana. Parece
demasiado poco para un plantel que se armó con la expectativa de alcanzar otro
título, pero es lo que quedó a mano.
-El objetivo pasó a ser la
clasificación a la Copa Sudamericana, ¿no?
-Sí, el deseo es seguir con
la línea esta de clasificarnos a los torneos internacionales. Hay que relajarse
para tratar de terminar el torneo local de la mejor manera posible e ingresar a
la copa.
-Al equipo le costó
levantarse después de la eliminación en Uruguay frente a Defensor Sporting.
¿Tan duro creés que fue para ustedes?
-Sí, fue un golpe muy duro.
Nunca pensamos que lo sentiríamos tanto. No recuperamos nunca el nivel que
traíamos hasta ahí, pero bueno… son rachas. Nos cuesta, pero tenemos la
tranquilidad de que nos matamos en cada entrenamiento para superarnos.
-Tanto Acosta como Fritzler
coincidieron en que no hubo falta de actitud en la derrota contra Boca por la
semifinal de la Copa Argentina.
-Yo los invito a todos a que
vean cómo cada uno se rompe el alma entrenando hasta en los entrenamientos,
mismo en los partidos. El otro día no le encontramos la vuelta en ningún
momento, pero no fue por la actitud. Cuando terminó estábamos todos destruidos,
incluso en los dos días libres que tuvimos el fin de semana. Eso significa que
lo sentimos mucho.
-¿Pensás que el arbitraje
tuvo un poco de incidencia en el resultado?
-No, no… No hay que poner de
excusa al árbitro porque no hicimos un buen encuentro. Lo que más me preocupa a
mí es el rendimiento del equipo. Ojalá lo recuperemos lo antes posible.