miércoles, 28 de octubre de 2015

“Estábamos destruidos”

Araujo se mostró dolido por la reciente eliminación de Lanús en la Copa Argentina a manos de Boca. “No le encontramos nunca la vuelta, pero no fue por la actitud. Lo sentimos mucho. Nos rompemos el alma hasta en los entrenamientos para superarnos”, aseguró el lateral derecho.

Se terminó. El Granate de los Barros Schelotto cierra el año sin alcanzar las metas trazadas.

La herida sigue abierta y parece que pasará mucho tiempo hasta que sane por completo. La pálida imagen que dejó Lanús en la semifinal de la Copa Argentina contra Boca fue un golpe duro para el plantel de los mellizos Barros Schelotto. Y, por otro lado, generó mucho malestar y desilusión entre los hinchas del club del Sur del Gran Buenos Aires. Es que restan tan sólo dos compromisos para que finalice la temporada 2015, la del año del Centenario Granate, y la única meta que hay en la mira es el posible ingreso a la próxima Sudamericana. Parece demasiado poco para un plantel que se armó con la expectativa de alcanzar otro título, pero es lo que quedó a mano.

-El objetivo pasó a ser la clasificación a la Copa Sudamericana, ¿no?

-Sí, el deseo es seguir con la línea esta de clasificarnos a los torneos internacionales. Hay que relajarse para tratar de terminar el torneo local de la mejor manera posible e ingresar a la copa.

-Al equipo le costó levantarse después de la eliminación en Uruguay frente a Defensor Sporting. ¿Tan duro creés que fue para ustedes?

-Sí, fue un golpe muy duro. Nunca pensamos que lo sentiríamos tanto. No recuperamos nunca el nivel que traíamos hasta ahí, pero bueno… son rachas. Nos cuesta, pero tenemos la tranquilidad de que nos matamos en cada entrenamiento para superarnos.

-Tanto Acosta como Fritzler coincidieron en que no hubo falta de actitud en la derrota contra Boca por la semifinal de la Copa Argentina.

-Yo los invito a todos a que vean cómo cada uno se rompe el alma entrenando hasta en los entrenamientos, mismo en los partidos. El otro día no le encontramos la vuelta en ningún momento, pero no fue por la actitud. Cuando terminó estábamos todos destruidos, incluso en los dos días libres que tuvimos el fin de semana. Eso significa que lo sentimos mucho.

-¿Pensás que el arbitraje tuvo un poco de incidencia en el resultado?

-No, no… No hay que poner de excusa al árbitro porque no hicimos un buen encuentro. Lo que más me preocupa a mí es el rendimiento del equipo. Ojalá lo recuperemos lo antes posible.

sábado, 24 de octubre de 2015

Hasta cuándo

La vuelta a casa me encuentra una vez más con un fastidio imposible de disimular, con un sabor tan amargo como ese primer mate de la mañana que me dejó un agujero en el estómago. Para colmo, esta vez el regreso hacia el principado de Lanús es más tedioso que de costumbre, mucho más cruel. Los viñedos que cercan la Ruta Nacional 147 son hermosos y las montañas de la precordillera que se asoman en el horizonte son imponentes, pero poco me importan. Como tampoco me interesó haber viajado sin dormir hasta Mar del Plata y no haber visto la arena ni el mar, sólo para acompañar a eso que no todos ven, que muchos no comprenden, pero que me empuja a vivir. A seguir latiendo hasta el final.

Ni siquiera sirvió haber pasado la noche en un hostel sanjuanino, una decisión tomada de antemano, desconociendo el posible desenlace de una historia que ya viene torcida desde hace rato. Un año y medio, por lo menos. La trama y los protagonistas son siempre los mismos, lo único que cambia es el escenario: La Fortaleza, el estadio de Defensor Sporting de Montevideo, el José María Minella de MDQ o el Bicentenario de San Juan. Bah… Vos agarrá un globo terráqueo y giralo con fuerza (con actitud, no con violencia). Apoyá el dedo índice donde se te ocurra y sonreí. No te sorprendas: allí estaremos, con nuestra ilusión a flor de piel.

Fin. Así de mal concluye la temporada para Lanús: adiós a la ilusión de ganar la Copa Argentina.

Esas caritas de angustia que buscan consuelo en otras miradas amigas son siempre las mismas, pero también son cada vez menos. Porque algunos se hartaron, se cansaron de deambular cabizbajos en tribunas que quedan cada vez más grandes. Y no está mal, es entendible. Cada uno asimila los golpes como puede: están los masoquistas que agachan la cabeza y están los que prefieren alejarse por un tiempo para no hacerse más daño. También están los que manifiestan su bronca con insultos hacia los posibles responsables de su dolor. Y bueno: cada cual pisa como quiere y tiene su razón de ser. ¿O no?

Entre curva y contracurva, y bajo una lluvia que profundiza la angustia, uno para la pelota un segundo (con la cara interna, para que no pase por debajo de la suela y se vaya afuera) y se pregunta hasta cuándo aguantará el corazón. Porque las deudas se financian en cuotas que se comen el sueldo y los cachetazos en la cara se maquillan con balances positivos y autocríticas que llegan tarde, cuando ya no sirven ni para la gilada.

Hasta cuándo voy a soñar con ese bombazo de mitad de cancha y el posterior empate lapidario que Bolívar se llevó hacia su altura de La Paz en la Libertadores 2014. Hasta cuándo durará este maldito año Centenario en el que ni siquiera podemos ponernos de acuerdo para seguir todos con la unidad que nos llevó al top 4 del ranking mundial. Mi corazón no se conforma y me pregunta hasta cuándo vamos a dejar que pase el tren. No sé ustedes, pero yo no quiero mirarlo más desde el andén. La puta madre, Grana. Hasta cuándo. No aguanto más.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Paragua renovado

Gustavo Gómez se tiene fe para la semifinal de la Copa Argentina que jugarán el viernes frente a Boca en San Juan. “Hicimos buenos partidos y ellos vienen un poco golpeados. Es un gran equipo, pero nosotros tenemos lo nuestro”, sostuvo el marcador central guaraní, que extendió su vínculo con Lanús hasta junio de 2019.

Gómez 2019. El Granate se aseguró esta mañana la continuidad de una de las joyas de su plantel.

La ilusión que desvela a todo Lanús de avanzar a la final de la Copa Argentina no sólo radica en el desequilibrio que pueda aportar Lautaro Acosta sino que también se ampara en la solidez defensiva que garantiza Gustavo Gómez. Si el Laucha es el as de espadas del mazo de Guillermo, el paraguayo es el ancho de bastos. Además de ser el caudillo y la voz de mando de la última línea, el marcador central tiene una notable presencia en el área de enfrente cuando va a buscar en las pelotas paradas. De hecho es el goleador del equipo en la actual edición de esta competencia con tres festejos.

“Para nosotros es un partido importantísimo, es como una final. Nos enfrentaremos a un gran equipo como Boca, pero también tenemos lo nuestro. Tendremos que estar bien parados y ordenados en todas las líneas porque tiene grandes jugadores”, analizó el guaraní de 22 años sobre la semifinal que jugarán el viernes en el estadio Bicentenario de San Juan ante el Xeneize. Y acerca del desarrollo que imagina, adelantó: “Tomaremos recaudos con Tevez porque es un muy buen jugador, aunque también habrá que estar muy atentos porque tiene otros nombres importantes como Calleri”.
Gómez renovó esta mañana su vínculo con Lanús hasta junio de 2019. El defensor arribó al Sur del Gran Buenos Aires a mediados de 2014 procedente de Libertad de Paraguay y se convirtió rápidamente en uno de los referentes del plantel.

A pesar de las realidades opuestas que viven Boca y el Granate en el campeonato local, en el que el conjunto dirigido por el Vasco Arruabarrena se encamina hacia la consagración, Gómez se tiene fe para este duelo definitorio. “Hicimos partidos muy buenos en esta copa, como frente a Independiente. Trataremos de hacer lo mismo. Ellos vienen un poco golpeados por la derrota ante Racing, pero son un gran rival”, reconoció Gustavo. Y redondeó su idea: “Es mejor que vengan de esta manera porque creo que anímicamente están mal. Hay que presionarlos y aprovechar a nuestros jugadores rápidos para complicarlos”.

viernes, 16 de octubre de 2015

Te vamos a seguir...

Adonde quieras ir, Lanús. Mañana comienza la venta de entradas anticipadas para la inminente semifinal de la Copa Argentina ante Boca, que se disputará el viernes 23 a las 19 en el Estadio Bicentenario de San Juan. El equipo de los mellizos Barros Schelotto se juega el año y necesita el apoyo de sus hinchas. No te quedes afuera.

A todo o nada. El Granate se juega el año en San Juan contra Boca y necesita de su gente.

El destino quiso que éste fuera el partido más importante de Lanús en 2015, justo el año de su tan esperado (y celebrado) Centenario. El destino o ese algo -no se sabe qué- que mueve los hilos en el fútbol: la suerte, el azar, las malas decisiones. Vaya uno a dilucidar bien qué. Lo concreto es que la arena cae grano a grano hacia el fondo del reloj y el margen que resta para la gran semifinal de la Copa Argentina frente a Boca es cada vez menor.
Es ni más ni menos que el objetivo máximo de la temporada. La posibilidad para tirar la puerta abajo e ir en busca de la anhelada cuarta estrella.
La cita ya está confirmada… Viernes 23, a partir de las 19, en el Estadio Bicentenario de San Juan. Allí jugarán el Xeneize, que ya tiene encaminada su consagración en el torneo local, y el Granate, que llega a esta instancia luego de dejar en el camino a Atlético Tucumán, Nueva Chicago, Independiente y Vélez. El equipo de los mellizos Barros Schelotto convirtió ocho goles y recibió sólo uno (de penal). Por la otra llave se enfrentarán en Salta Racing y Rosario Central.

La venta de entradas anticipadas para los hinchas granates comenzará mañana a las 9 y se extenderá hasta las 17 en el polideportivo de Arias y Guidi. El expendio de tickets continuará el lunes, martes y miércoles de la semana que viene de 10 a 20 hs. El valor de cada popular es de $150.

miércoles, 14 de octubre de 2015

“Me siento uno más”

Marchesín pasó por La Fortaleza antes de emprender su regreso a México y aprovechó para reafirmar el vínculo afectivo que lo une a Lanús. “Soy un agradecido y el cariño es muy grande. Ahora me encuentro a la distancia, pero sé que algún día voy a volver”, sostuvo el arquero, que fue citado por Martino para afrontar con la Selección Argentina la doble fecha de las eliminatorias.

Referente. Marche dejó una huella imborrable en el Sur: fue campeón y dio siempre el máximo.

Un amor como el que él siente por Lanús no morirá jamás. No desaparecerá porque es eterno. Y la distancia sólo genera que el deseo de que quiera volver a verlo sea cada vez más fuerte. Por eso Agustín Marchesín aprovecha cada visita al país -por exigua que sea- para ver a sus ex compañeros y a la gente que tanto lo extraña. En esta oportunidad, el motivo de su regreso fue la convocatoria al debut de la Selección Argentina en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. Y antes de emprender el vuelo hacia México para continuar la temporada con Santos Laguna, pasó por La Fortaleza. Por su casa.

“Estoy muy contento de venir a saludar a los chicos y a las personas que trabajan en el club. Soy un agradecido”, explicó Marche, quien estuvo en el banco de los suplentes en el Monumental ante Ecuador y en Asunción contra Paraguay. El arquero de 27 años, campeón con el Granate de la Copa Sudamericana 2013 y uno de los máximos ídolos contemporáneos de la historia del club, se ganó la confianza de Gerardo Martino gracias a sus actuaciones sobresalientes en el fútbol mexicano.

-Por lo que se aprecia en las redes sociales, estás muy pendiente de todo lo que sucede en Lanús.

-Sí, le agradezco al club que siga en contacto conmigo para eventos tan lindos e importantes. Todos saben lo que quiero a esta institución… Es bueno ayudar y ser parte. A pesar de que hoy no estoy adentro, me siento uno más porque viví cosas increíbles. Por eso el cariño es muy grande. Siempre dije que vine como un desconocido durante mucho tiempo y me terminé haciendo hincha por lo que pasé y defendí acá. Ahora me encuentro a la distancia, pero sé que algún día voy a volver.
“Es una competencia sana. Sé que hay más arqueros que podrían estar, pero obviamente van sólo tres y el DT me escogió en este momento a mí. En la próxima convocatoria decidirá si prueba con otros o no. Me gusta ser parte de este proceso y Dios quiera que continúe”.

-¿Y cómo hacés para seguir los partidos del equipo desde México?

-Trato de mirarlo mucho, aunque a veces no coinciden los horarios. Estoy siempre ahí… Sufrí con la eliminación de la Sudamericana, pero ahora está la Copa Argentina y Dios quiera que la gane. Voy a hacer fuerza. Me quedé con muchas ganas de viajar a San Juan para verlo contra Boca. Creí que iba a tener la posibilidad porque había visto en un principio que el partido caía justo en estos días libres, pero era el de Mar del Plata. Me dolió no tener un encuentro de local para venir a acompañar a los chicos.

-¿Cuál es tu aspiración para lo que sigue en tu carrera? ¿Es una ilusión jugar en Europa?

-Sí. Obviamente estoy con un presente muy lindo en Santos Laguna y la gente me trata muy bien, por eso estoy muy cómodo y agradecido. Es un club que me dio la chance de jugar afuera y yo soy muy respetuoso para tomar las decisiones. Así lo fui con Lanús. Saben que las determinaciones a veces no pasan por uno, como me pasó en su momento cuando tuve que salir de acá.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Alta Laucha

Acosta está listo para jugar luego de recuperarse del desgarro en el isquiotibial derecho que había sufrido en la visita a River en el Monumental y ya avisó que tiene ganas de estar el sábado contra Vélez en la Fortaleza. ¿Vale la pena arriesgarlo teniendo en cuenta que se acerca la semifinal de la Copa Argentina frente a Boca?

17 días. Pasaron desde la lesión muscular que lo marginó de la serie contra Defensor Sporting.

Las cosas no están bien en Lanús y eso no es ninguna novedad. El año del Centenario se consume y la ilusión de conseguir la cuarta estrella se redujo al único frente en el que todavía hay chances concretas: la Copa Argentina. Mientras se define el día y la sede (sería el viernes 23 de octubre en el Bicentenario de San Juan) para enfrentarse al envalentonado Boca en la semifinal de esta competencia nacional, el Granate acaba de recuperar a Lautaro Acosta, el as de espadas de su baraja, ese que tanta falta le hizo contra Defensor Sporting en los octavos de final de la Sudamericana.

El Laucha recibió esta mañana el alta médica tras rehabilitarse del desgarro que había sufrido el domingo 20 de septiembre en el isquiotibial de la pierna derecha ante River, en el empate 1 a 1. Pasaron 17 días desde aquella lesión que lo obligó a abandonar el campo de juego del Monumental sobre el cierre del primer tiempo. Y está listo para pegar la vuelta… pero, ¿para cuándo? ¿Para recibir el sábado a Vélez por el campeonato local? ¿O directamente para el duelo decisivo contra el Xeneize por la Copa Argentina? Si dependiera de él, jugaría contra el Fortín. ¿Vale la pena arriesgarlo otra vez?

-El objetivo pasó a ser la semifinal de la Copa Argentina contra Boca, pero antes está Vélez. ¿Vas a trabajar distinto teniendo en cuenta que volvés de una lesión muscular?

-Y, no sé, no sé… mis ganas de jugar están siempre. Es una realidad. Yo frente a River jugué porque quise, no había nada raro. Incluso llegaba con una semana de descanso. Por ahí un mal movimiento me llevó a desgarrarme, pero hacía bastante que no me lastimaba los isquiotibiales. No sé cómo actuaremos ahora, dependerá del cuerpo técnico. Ya estoy en condiciones.

-¿Boca es el rival más difícil por el presente que atraviesa?

-Seguro. Es un gran equipo, aunque sabemos que primero tenemos que recibir a Vélez. Hay que ganar en el torneo para llegar con una victoria a la Copa Argentina, así que por ahora nos enfocamos en el partido del sábado. Es fundamental lograrlo.

-Y está la posibilidad de que Boca llegue a esa semifinal como campeón del fútbol argentino. ¿Te daría lo mismo o preferís que no pase?

-Me da lo mismo. Nosotros tenemos que hacer lo que intentamos en todas las canchas. Si nos concentramos en lo nuestro, tendremos más posibilidades de ganarle.

-¿Se plantea distinto el partido por ser de eliminación directa?

-Y sí, porque es definitorio. Uno tiene que ganar porque si no se queda afuera en una instancia tan importante como una semifinal de copa.