Todos contra todos. Los jugadores de Arsenal y de Gimnasia se agarraron dentro del campo. |
Las
imágenes recorrieron el mundo con la misma velocidad que se desató
la riña en una de las esquinas del campo de juego del estadio Julio
Humberto Grondona. El episodio, bochornoso y lamentable por donde se
lo mire, pareció una remake del encontronazo de la semana pasada, en
Mendoza, entre los planteles de Godoy Cruz y de Boca. En esta
oportunidad, además de cambiar el escenario y los protagonistas del
hecho, el escándalo fue mayúsculo.
Como
si se tratase de un cuadrilátero, los jugadores de Arsenal y de
Gimnasia, más integrantes de los cuerpos técnicos y algunos
auxiliares que nada tenían que hacer en el lugar, armaron un
desastre: con la cuestión de los famosos códigos del fútbol de por
medio y por la disputa de un pique casi en el círculo central, éstos
intercambiaron golpes de todo tipo, al estilo lucha libre. ¿El
saldo? Cinco expulsiones que tuvieron sabor a poco y un partido que
continuó, pero que tendría que haberse suspendido por cuestiones
obvias. Hasta Miguel Angel Scime, el actual Director Nacional de
Arbitraje, reconoció que él lo hubiera finalizado.
Luego
del cónclave entre el árbitro Darío Herrera y el resto de sus
asistentes, éste le sacó tarjeta roja a Nicolás Aguirre y Damián
Pérez del equipo local, y a Gastón Díaz, Franco Mussis y Matías
García del conjunto platense. Sin embargo, la lista de los que
repartieron piñas, patadas y cabezazos fue más extensa. Por
ejemplo, Fernando Monetti le pegó una trompada a Mario Siciliano, el
utilero de Arsenal que ingresó al campo para agredir a Iván
Borghello. Este último también golpeó a más no poder. Otros que
tendrían que haber recibido la roja -y que ni siquiera fueron
informados- son Juan Carlos Blengio, Hugo Nervo, Milton Caraglio,
Iván Marcone, Federico Rasic y Jonathan Gómez. Y eso que el 1°
asistente Ariel Bustos estaba a escasos metros del sector donde se
produjo el incidente.
Hasta
el momento que se desató la gresca en los minutos finales del
complemento, el desarrollo había sido tranquilo. De hecho, había
sólo tres amonestados: Gastón Díaz, Nervo y Maximiliano Coronel.
La
pregunta ahora es: teniendo en cuenta que en las imágenes del hecho
se ve claramente la participación de otros intérpretes ya
mencionados en la batalla, ¿no debería el Tribunal de Disciplina de
AFA actuar de oficio y sancionarlos? “Si el Tribunal mira el video
y actúa de oficio tendría que haber más suspendidos”, admitió
Pedro Troglio. En la misma postura se manifestó Gustavo Alfaro: “No
sé qué pensó el árbitro para expulsar a dos jugadores nuestros y
a tres de Gimnasia. Creo que si echaba a diez de cada lado estaba
bien”.
Con
la excusa de tener las pulsaciones a mil, algunos jugadores pierden
la cabeza rápidamente. Lo que llama la atención es que algunos
están convencidos de que su postura es la correcta. “Si ellos
devolvían la pelota no pasaba nada. Ventajearon la jugada. Esto no
tendría que pasar porque somos profesionales”, resaltó Milton
Caraglio. Y Cristian Campestrini dijo: “Los dos equipos tienen
sangre. Tampoco vamos a ir a la procesión de la Virgen a pedir
perdón”.
Por
lo pronto, los jugadores expulsados serán suspendidos
provisionalmente hasta que el Tribunal decrete las respectivas
sanciones. ¿Les dará un partido a cada uno como hizo con Ledesma,
Caruzzo, Curbelo y Ramis? ¿Qué hará con el resto de los
implicados? Mientras tanto, en La Plata hay malestar porque
consideran que las rojas fueron injustas. “Al menos debió echar
igual cantidad de jugadores de ambos equipos”, dijo un dirigente.
Esperarán las sanciones para realizar su descargo.