El mejor partido de Lanús en el campeonato coincidió
con el buen nivel que mostró Román Martínez para conducir al equipo. “Me sentí
bien. Sé que la pelota tiene que pasar por mis pies y que tengo que tratar de
hacer jugar”, asumió su rol el experimentado volante luego del triunfo
sobre Atlético Tucumán.
Cambio, juez. Román fue reemplazado cuando promediaba el complemento por una molestia. |
Cuando él está bien, Lanús
interpreta su libreto a la perfección, juega lindo y es vistoso. Si
está en su día, en sintonía con lo que tiene que hacer, sus compañeros se
contagian, se potencian, y las cosas salen según lo estipulado… A pesar de
que los flashes de hoy apuntan a Pepe Sand y al Laucha Acosta, Román
Martínez fue otra de las grandes figuras de la victoria de anoche
sobre Atlético Tucumán, en La Fortaleza, que le permitió al Granate quedar como
el único equipo con puntaje perfecto.
El mediocampista de 32 años, muchas
veces cuestionado (y con razón) por los altibajos en su rendimiento, fue el
conductor, el que tomó la posta para hacer jugar al resto. No tan atado a
la posición de volante central como en el debut frente a Estudiantes, Román
distribuyó la pelota a su ritmo. Y por momentos lo hizo muy bien. De hecho lo
más flojo de Lanús en el encuentro de ayer se empezó a ver cuando Martínez
salió con una molestia y fue reemplazado por Víctor Ayala, a los 18
minutos del segundo tiempo.
-¿Cómo viven este gran
presente que atraviesan?
-Con tranquilidad, contentos
y felices por lo logrado. No es fácil ganar cuatro partidos seguidos en el
fútbol argentino. Lo hicimos por lo justo, no por amplia superioridad. Hay
muchas cosas para mejorar, pero con triunfos se hace con otra cara. Por
ejemplo, anoche, en los últimos 30’ esperábamos muy atrás y no es la intención.
Lo que pasa es que el cansancio y el rival juegan. También tenemos que ser más
eficaces para tranquilizarnos.
-¿Y a qué se debe este
arranque?
-A las intenciones, el
objetivo, la concentración, sobre todo a pensar cada compromiso como lo hacemos
nosotros. Corremos los once y no damos una pelota por perdida, y cuando tenemos
que jugar, también. Es mayormente la idea del entrenador.
-¿Fue tu mejor partido desde
que estás en Lanús?
-Me sentí bien, qué se yo.
Yo me hago cargo de la intención y de lo que propone el equipo. Sé que por mis
pies tiene que pasar la pelota y que tengo que tratar de hacer jugar. Cuando el
equipo lo logra me siento confortable, más allá de que tenemos que jugar todos
porque es lo que pregona el entrenador.
-¿Cómo te sentís con Marcone
en el medio?
-Bien, pero somos tres en
ese sector porque también está el Bicho (Aguirre), y después entraron Víctor
(Ayala) y Miguel (Almirón). Es un grupo que se armó para pelear el objetivo,
hay un plantel lindo que sabe lo que quiere y a qué punta.