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Es gente de Lanús. Marchesín,
Izquierdoz y Velázquez ven con sonrisas el presente de su equipo.
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Para
pelear un campeonato no alcanza con tener una delantera letal o un nueve que
sea una amenaza constante para la defensa adversaria. También se necesita una última línea sólida, que sea una
muralla y que garantice el cero en el
arco propio. Esas dos condiciones son las que le permitieron a Lanús
disfrutar de un arranque soñado en el Torneo Final, con tres victorias en igual
cantidad de presentaciones, ocho goles a
favor y ninguno en contra. Agustín Marchesín, Maximiliano Velázquez y
Carlos Izquierdoz son grandes responsables de que el equipo se mantenga con la
vaya invicta. Aunque se desentienden del término candidatos y eligen el perfil
bajo como les sugiere Guillermo Barros Schelotto, los tres coinciden al charlar
con Clarín en que el presente que
atraviesan sería distinto si no fuera por el trabajo que realizan en la
retaguardia. “Nos conocemos de memoria y
cada uno sabe qué lugar tiene que ocupar”, explican mientras posan para la
producción de fotos. No hay dudas de que el
clima en el Sur del Gran Buenos Aires es el ideal.
-¿Qué se siente ver a Lanús puntero y,
sobre todo, con ningún gol en contra?
-Es
muy lindo, pero también era lo que siempre buscábamos: mantener el arco en
cero. El torneo pasado se consiguió terminar con la valla invicta muchas veces
y eso habla bien de nosotros. Pero es una tarea de todo el equipo, no sólo de
la defensa (Velázquez).
-El
trabajo defensivo que se ha hecho hasta ahora es fantástico porque conseguimos
una muy buena solidez. Y es justamente uno de los secretos por los cuales Lanús
está puntero (Marchesín).
-Tenemos
en claro cuál es el funcionamiento y cuando se produce algún cambio no se
siente. En la defensa hay jugadores de muchísima jerarquía. Los mismos
delanteros presionan permanentemente en la salida de los rivales. Somos un
equipo corto, que se posiciona bien y que tiene posesión de la pelota (Izquierdoz).
-Y si llegan a fallar siempre está
Marchesín…
-Ni
hablar. Desde hace un tiempo, para nosotros es el mejor arquero del fútbol
argentino y lo demuestra en cada partido. Agustín tiene una proyección
impresionante porque apenas tiene 24 años. No sabemos cuál va a ser su techo.
Siempre sorprende con más cosas (Izquierdoz).
-No
recibir ningún gol me da tranquilidad. Estoy con mucho entusiasmo de seguir así
para tener la posibilidad de estar en la Selección. Uno que
ya estuvo alguna vez sabe lo difícil que es llegar, pero quisiera una nueva
oportunidad. Es raro que no haya ningún futbolista de Lanús en el seleccionado
local porque es un club que logra continuamente cosas muy importantes y siempre
es candidato (Marchesín).
-¿Les da indicaciones el DT?
-Hay
jugadores con mucha experiencia y nos entendemos muy bien. La defensa de Lanús
es de las mejores del torneo porque hay nombres con nivel de Selección. Además
los cuatro del fondo tienen una voz de mando que ayuda mucho a ordenarse. Ellos
me dan mucha confianza (Marchesín).
-Y vos, Carlos, ¿creés que aprovechaste
tus oportunidades?
-Sí,
estoy muy contento de tener la posibilidad de mostrarme. Aunque jugar de
lateral derecho no es mi posición, con el correr de los partidos me siento cada
vez más cómodo. Soy una rueda de auxilio para el técnico porque al igual que en
el torneo pasado me pone siempre que lo necesita (Izquierdoz).
-¿Hay alguna similitud con el equipo
campeón en 2007?
-En
lo dos casos el promedio de edad en la última línea es muy bueno porque para un
defensor, a medida que pasan los años, se siente mucho más confortable en su
puesto. Pero ahora hay más tenencia de la pelota y más efectividad a la hora de
atacar. Aquel otro era muy vertical con las salidas en velocidad de (Lautaro)
Acosta y de (Sebastián) Blanco. Ese equipo te mataba (Velázquez).
-Para vos, Maxi, coronar tu carrera con
otro título acá sería ideal…
-Desde
que estaba en Ferro me ilusionaba con venir. Incluso, antes de que me
contrataran por primera vez, pensé en dejar el fútbol. Estar en este club es un
sueño. Desde mi regreso disfruto mucho el día a día. Y la chance de pelear los
campeonatos es la frutilla del postre (Velázquez).