lunes, 18 de marzo de 2013

Festejó Guillermo, en el duelo de los amigos

Puro afecto. Martín y Guillermo, sonrisas antes del encuentro entre Godoy Cruz y Lanús.

Atrás quedó esa inquebrantable y recordada sociedad que deslumbró a todo el mundo deportivo con la camiseta de Boca. Esos dos íconos del fútbol argentino que se cansaron de festejar goles y de dar vueltas olímpicas, se enfrentaron ayer por primera vez en esta nueva labor que profesan. Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto volvieron a verse las caras en veredas opuestas, como contrincantes, al igual que en esos clásicos platenses de antología entre Estudiantes y Gimnasia. Esta vez, el encuentro lo vivieron desde el otro lado de la línea de cal, pero con las mismas pulsaciones que cuando eran jugadores. Y fue el mellizo quien se alzó victorioso con el ajustado triunfo de Lanús sobre Godoy Cruz, dos equipos que tratan de manejar con prolijidad la pelota y exhibir ideas ambiciosas.

El lazo que los une a ambos es tan fraternal que hasta dejaron a un costado las apuestas, más allá de que en la previa Guillermo lo desafió públicamente al Titán y le avisó que la cena que compartirían en Mendoza la tendría que pagar el perdedor. “Eso queda de lado; más allá de la relación que tenemos, él hincha por Godoy Cruz y yo, por Lanús. ¿Si tiene que pagarla? En realidad, no habíamos jugado nada”, manifestó Barros Schelotto. Y con relación a los valiosos tres puntos que consiguieron sus dirigidos para afirmarse en lo más alto de la tabla, explicó: “Fue sufrido, creo que no jugamos muy bien. Llegamos varias veces al arco contrario y tuvimos oportunidades para convertir algún gol más”. A pesar de que su equipo es el único que se mantiene invicto (ganó cinco y empató uno), el DT fue crítico con la producción futbolística, pero resaltó la actitud. “Nos faltó juego; la cancha no ayudó mucho, no sé si estaba embarrada o qué, pero no estaba muy buena y no tuvimos el nivel de siempre. Lo que destaco es el espíritu de jugar que tuvieron los jugadores”, señaló.

En el otro vestuario, Palermo se deshizo en elogios para el conjunto de su gran amigo. “Es un rival inteligente, ordenado y tranquilo. Mantiene lo que viene haciendo en estos ocho meses de trabajo. Seguro será protagonista”, ponderó el entrenador de Godoy Cruz. Y marcó las diferencias entre su equipo y el de Guillermo: “Ellos saben lo que quieren y cómo manejar estos desarrollos. Nosotros tenemos poco tiempo de trabajo, pero seguiremos adelante”.

Después de tantas tardes de ver a Palermo celebrar sus goles tras las asistencias de Guillermo, esta vez el que festejó fue el mellizo. Fue el primer duelo de un historial que promete ser extenso.


Chávez y una salida por precaución

Iban 37 minutos del primer tiempo cuando Cristian Chávez tuvo que dejar el campo de juego con una elocuente mueca de dolor y de fastidio. Pero, para su fortuna y para la alegría de Guillermo Barros Schelotto, el volante salió por precaución. El Pochi se entrenó de manera diferenciada durante la semana y viajó hacia Mendoza con una molestia en el muslo derecho. “No es un desgarro, pero salió para prevenirlo”, avisó un integrante del cuerpo técnico de Lanús luego del partido. No gana para sustos el mellizo, quien todavía no pudo repetir el equipo a causa de las lesiones. Carlos Araujo fue el primero en bajarse por un desgarro en el sóleo de la pierna derecha. El lateral sigue recuperándose y jugaría el jueves ante UAI Urquiza, por la Copa Argentina, para empezar a sumar minutos. El otro que está averiado es Oswaldo Vizcarrondo.

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