Fritzler, desalentador. "Suena feo lo que digo, pero esto no cambia más", afirma. |
Los
días pasan, pero la herida aún no cierra. Al contrario, está más abierta que
nunca. Y es cada vez más difícil
disimular el dolor y la angustia, sobre todo la angustia, que generó el
enfrentamiento entre los barras de Lanús, el sábado por la tarde. Es que,
de una u otra manera, todos los que están directamente relacionados con el club
-hinchas, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores- fueron alcanzados por la onda
expansiva de esta guerra que comenzó hace algunos años y que explotó previo al
partido ante All Boys. La muerte de
Daniel Sosa (21), integrante de la facción de Monte Chingolo, encendió la
alarma y propagó por toda la ciudad una elocuente sensación de miedo y de
inseguridad.
Para
algunos, el negocio de los violentos es un tema que tiene remedio. Pero otros,
como Matías Fritzler, sostienen un
panorama mucho más desalentador. “Lo que
pasó es algo que sucedió siempre en este país y que, lamentablemente, va a
seguir ocurriendo. No creo que alguien le vaya a buscar una solución. Es con lo
que convivimos a diario. Las personas cuando vuelven de trabajar tienen miedo
de entrar en sus casas. Entonces es normal que pase en una cancha de fútbol,
sobre todo porque existe plata de por medio”, argumentó pormenorizadamente
el Polaco. Y sin que mediase suspiro
alguno entre una frase y la otra, añadió: “Esto a un jugador lo hace replantear un
montón de cosas, como -por ejemplo- irse a jugar a otro país. Es la realidad. Uno se pone a pensar en su
seguridad y en la gente que aprecia. Por ahí suena feo lo que digo, pero para
mí esto no cambia más”.
Siendo Friztler uno de los principales
referentes del plantel de Lanús, no es ilógico suponer que en alguna etapa de
su carrera haya sido víctima de los manejos de los barras. “Nunca tuve
visitas de ellos. Igual no hace falta porque alcanza con ver lo que pasa en
otros clubes. Con eso es suficiente”, explicó el volante de 25 años. Y a diferencia de Gabriel Schurrer, quien
manifestó que “si se quiere erradicar del fútbol a los violentos, se puede”,
indicó: “En otros países, como en
Inglaterra, hubo voluntad y colaboración del gobierno de turno. También tiene
que ver con la gente, con la cultura y la educación. No veo que en Argentina
estén dadas las condiciones de ninguna de las partes para que esto se resuelva.
Yo no tengo la verdad, pero para mí es muy difícil”. Ojalá estés
equivocado, Polaco…