viernes, 29 de mayo de 2015

Un paragua en la red

Gustavo Gómez esperó 33 partidos para gritar su primer gol con la camiseta de Lanús. Fue para encaminar la victoria del Granate contra Atlético Tucumán, por los 32avos de final de la Copa Argentina. “Por suerte se me dio. Con el pie o como sea, sirve igual”, aseguró el marcador central guaraní.

Que pase el que sigue. En la próxima instancia, el equipo de Guillermo jugará contra Chicago.

Desde que llegó a Lanús a mediados de 2014, Gustavo Gómez buscó el gol por todas las vías posibles, por arriba -su arma principal- y por abajo. Y aunque coqueteó en varias oportunidades con la red del arco contrario, el grito sagrado le resultó esquivo hasta antes de ayer. Después de 33 partidos oficiales desde su debut con la camiseta granate frente a Atlético Mineiro, por la ida de la Recopa jugada en La Fortaleza, el paraguayo allanó el camino para la victoria del equipo de los mellizos Barros Schelotto ante Atlético Tucumán, por los 32avos de final de la Copa Argentina.

“Por suerte se me dio, justo en un encuentro que fue difícil, muy parejo. Afortunadamente conseguimos la apertura y a partir de ahí pudimos manejar el juego nosotros”, se descargó el marcador central de 22 años, que hace un puñado de días se quedó afuera de la lista de los convocados por el DT Ramón Díaz para afrontar la Copa América con su selección. Y entre risas, añadió: “¿Así que se esperaba que mi primer gol fuera con la cabeza? ¡Sirve igual, con el pie o como sea! Igualmente estoy contento por convertir y porque necesitábamos un triunfo para salir de esa situación incómoda que estábamos pasando”.

De los 33 partidos que Gómez jugó en Lanús, 27 corresponden a torneos locales, dos pertenecen a la Copa Argentina y los cuatro restantes, a competencias internacionales. Suma un gol.

Si bien Lanús no mostró su mejor versión para pasar de ronda en el estadio Padre Martearena de Salta, le alcanzó para apaciguar las aguas luego de cuatro presentaciones sin triunfos (dos derrotas y dos empates) desde el Clásico del Sur ganado contra Banfield. “Fue un primer tiempo complicado, parejo. Ellos no nos superaron porque dominamos la pelota, aunque no pudimos penetrar su defensa. En el complemento lo logramos. Esto nos servirá muchísimo para mejorar”, reconoció el Paragua. La próxima cita será el lunes a las 21.10 frente a Olimpo, en el Sur del Gran Buenos Aires. ¿Repetirá?

lunes, 25 de mayo de 2015

DT por un ratito

Al menos durante los últimos 20 minutos de la visita a Central en Rosario, el profe Javier Valdecantos asumió el rol de entrenador ante las expulsiones de Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. “Me tuve que hacer cargo yo, ja. Nunca me había pasado, fue la primera vez”, admitió el PF.

Casi, casi. Lanús estuvo a muy pocos minutos de quitarle el invicto a Central en su estadio.

Y un día dejó de dar simples indicaciones al pasar, mientras ordenaba la entrada en calor de los suplentes, para hacerse cargo de la dirección técnica del equipo. Por las expulsiones de los mellizos Barros Schelotto durante la visita a Central en Rosario, el preparador físico Javier Valdecantos asumió momentáneamente el rol de entrenador. Fue por un intervalo de 20 minutos, inmediatamente después de que el árbitro Patricio Loustau echara a Gustavo por el mismo motivo que causó la salida de Guillermo cuando promediaba el primer tiempo: una protesta desmedida frente a las decisiones de la terna.

“Me tuve que hacer cargo yo, ja. Nunca me había pasado, fue la primera vez”, reconoció el profe. Y explicó cómo se dieron los pasos para llegar a ese improvisado bautismo como DT de Lanús: “La expulsión de Gustavo no sé cómo fue porque yo estaba en la otra punta, pero en la de Guillermo incluso era yo el que reclamaba. Le pedí dos o tres veces faltas desde atrás a Gómez, a quien lo empujaban y no cobraban nada. Después Guillermo reclamó -mirá que yo soy bastante crítico con ellos- una, pero lo hizo tranquilo. Se ve que el lineman ya estaba cargado porque lo mandó a sacar”.

Valdecantos no estuvo solo en su tarea improvisada como entrenador, ya que el arquero suplente Matías Ibáñez fue quien le transmitía las órdenes de los mellizos Barros Schelotto vía telefónica. 

Cuando parecía que el Granate se iba a llevar un triunfazo del Gigante de Arroyito, el conjunto local encontró el empate gracias a un polémico penal cobrado por un supuesto agarrón de Carlos Araujo a Franco Niell. “Sé que quedó bronca con el árbitro, pero ya está. Yo no puedo cambiar nada de eso. Lo nuestro es trabajar y darle para adelante. No queda otra cosa”, se resignó Valdecantos. Y concluyó: “Estoy triste porque merecíamos llevarnos un poco más, pero bueno… Por otro lado estoy contento porque creo que lo hicimos muy bien en una cancha muy complicada. Tuvimos muchas situaciones, por eso es una pena no haberlo ajusticiado antes”.

viernes, 22 de mayo de 2015

El gran amor de Marche

A pesar de los miles de kilómetros que lo separan, Agustín Marchesín manifiesta siempre que tiene la oportunidad el cariño que le tiene a Lanús, club en el que debutó en Primera y con el que ganó la Sudamericana 2013. Afianzado en el arco de Santos Laguna de México, el ídolo granate pidió apoyar al equipo en este momento irregular que atraviesa y bancó a su colega Fernando Monetti.

Risueño. Marchesín llevó sus buenas atajadas a la Comarca Lagunera, donde ya es ídolo y figura.

La distancia no es el fin, y él lo sabe mejor que nadie. Los miles de kilómetros que lo separan de la casa de su gran amor -más de ocho mil- son sólo un detalle. Es que la historia romántica que Agustín Marchesín escribió en Lanús está más allá de todo y sobrepasa las fronteras. No entiende de límites. Entre La Fortaleza y la ciudad mexicana de Torreón, donde actualmente defiende los colores de Santos Laguna, hay una especie de puente imaginario que él mismo construyó y que atraviesa de punta a punta gracias a las redes sociales. A través de éstas, Marche manifiesta todos los días su incondicionalidad hacia su querido Granate.

“Siempre voy a extrañar a Lanús porque es como el amor de mi vida.… A mí me costó mucho la decisión de salir. Me dio la posibilidad de comprarme mi primer auto, de ayudar a mi familia y de darme muchos gustos. Nunca me olvidaré del club aunque ya no esté. Debuté en Primera y salí campeón, dos logros que me había planteado cuando llegué de chico”, reconoció -emocionado- el arquero de 27 años, que en diciembre fue comprado por los Guerreros de la Comarca Lagunera por una suma que rondó los ocho millones de dólares y que incluyó -también- la adquisición del pase de Diego González.

En diálogo telefónico con Grana Deportivo, Agustín explicó cómo vivió esos días de negociaciones interminables y por qué se concretó su salida de la institución. “Uno tuvo que entender que el club en esa ocasión necesitaba vender. Por ahí no me gustaron las formas, pero entendí que era el momento. Son decisiones que uno no las entiende… El deseo era quedarme porque sentía que era mi casa, por eso fue difícil despegarme”, confesó -con semblante serio- el oriundo de San Cayetano. Y añadió: “Terminé con una excelente relación con Alejandro (Marón) y con toda la gente. Lanús creció mucho gracias a él y a Nicolás Russo”.

-¿Cómo ves la actualidad del equipo? Pasaron doce fechas y todavía no termina de despegar.

-Hay que apoyar. Sabemos lo que es Lanús en lo institucional… En lo futbolístico a veces cuesta, pero tiene la suerte de contar con un técnico ganador como Guillermo. Las cosas se van a dar de a poquito. Los chicos de las Inferiores y sus familias hacen mucho sacrificio para llegar a Primera o aspirar a conseguir cosas importantes en el fútbol.

-Y justo quien llegó para reemplazarte, Monetti, está teniendo problemas para adaptarse al arco. De hecho, los hinchas empezaron a cuestionarlo.

-Fernando es -para mí- uno de los mejores arqueros de Argentina. Demostró en Gimnasia de La Plata que es grande… Es excelente y una gran persona; la va a romper. Se fueron jugadores importantes, de renombre y no es fácil suplantarlos. Hubo muchas lesiones también. Cuando no se dan los resultados se le cae al arquero, pero no es lo que hay que hacer.

-¿Te ves regresando algún día?

-No tengo dudas de que voy a volver, sueño con eso. Obviamente habrá que ver los momentos.

“Estoy contento y muy agradecido por la convocatoria a la Selección porque es una oportunidad muy linda. Para cualquier jugador es lo máximo. Estoy alegre sobre todo por la familia, ya que es un logro tan lindo”.

sábado, 16 de mayo de 2015

Tiempo de sobra

Debido a la suspensión de la 13ª fecha del campeonato local que iba a disputarse este fin de semana, Lanús ahora tiene margen para preparar la visita a Central en Rosario. “Nos da tiempo para acomodar las cosas. Había compañeros que no estaban al 100%”, reconoció Lucas Melano.

Entre algodones. El cordobés se entrenó diferenciado durante toda la semana por una molestia. 

Mientras todas las miradas apuntan hacia el desenlace del conflicto que ocurrió entre semana entre Boca y River por la Copa Libertadores, en Lanús se preparan para una visita de riesgo a Central en Rosario. Debido a la postergación de la 13ª jornada del campeonato, el Granate tendrá por delante una semana completa para recuperar los soldados averiados y visitar el Gigante de Arroyito con un semblante mucho más esperanzador. Será recién el próximo sábado, en horario a confirmar. Por lo tanto, hay tiempo de sobra para ajustar las clavijas.

“Más allá de que se suspendió la fecha por un motivo lamentable, nos da tiempo para acomodar las cosas. Venimos de una semana con compañeros que no estaban al 100%. Así que ahora tendremos algunos días para trabajar y ponernos bien”, explicó Lucas Melano en diálogo con Magazine Granate (AM 860). Y con respecto al plano personal, agregó: “Físicamente estoy bien, más allá de que me entrené diferenciado para descansar un poco. Sé que tengo que convertir goles, es obvio. Si no los puedo hacer yo, que le toque a otro”.

En sintonía con la mayoría de sus colegas que se manifestaron en las últimas horas, el cordobés de Hernando se mostró dolido por el terrible fallecimiento de Emanuel Ortega, jugador de San Martín de Burzaco que impactó su cabeza contra el paredón perimetral mientras jugaba. “No me tocó nunca vivir algo parecido por una acción del juego. Tampoco golpear contra los carteles, el alambrado, los bancos o la gente que está cerca”, señaló el delantero de 22 años. Y concluyó: “Hay que empezar a analizarlo y ver las posibilidades para solucionarlo porque hay canchas que tienen todo eso muy cerca”.

“Pasó con el Laucha (Acosta) en Banfield, aunque tuvo la suerte de que justo había un hueco y no le dio de lleno a los carteles. Se podría haber lastimado”.

domingo, 10 de mayo de 2015

Averiado y preocupado

Gustavo Gómez contó luego del empate contra Tigre que tuvo que pedir el cambio en el inicio del complemento por un pinchazo en el aductor izquierdo. “Se me cargó y no podía seguir”, aseguró el paraguayo, al que le realizarán mañana los estudios correspondientes para descartar una lesión muscular. ¿Llegará para la visita del domingo a Central?

Qué dolor. El marcador central guaraní encendió la alarma en Lanús por una molestia muscular.

Iban 12 minutos del segundo tiempo cuando Gustavo Gómez miró hacia su banco de suplentes con una mueca de fastidio difícil de disimular. El marcador central, que hasta ese momento había sido el componente más regular de la defensa de Lanús frente a Tigre, tuvo que dejar el campo de juego por un pinchazo que lo aquejó en el aductor izquierdo para ser reemplazado por Facundo Monteseirín. A la espera de los estudios que le realizarán mañana, su eventual baja sería un nuevo dolor de cabeza para los mellizos Barros Schelotto.

“Tuve una molestia en el aductor, se me cargó un poco y no pude seguir. Ahora hay que descansar porque ya estoy medicado. Voy a tratar de llegar al domingo para visitar a Rosario Central. Salí porque no estaba para seguir. Ya en el entretiempo me tocaron un poco la zona, pero me molestaba mucho y pedí el cambio por precaución”, explicó el paraguayo 22 años, que arribó al Sur del Gran Buenos Aires a mediados de 2014 para suplir las partidas de Paolo Goltz y de Carlos Izquierdoz.

Cuando parecía que el equipo de Guillermo tenía la victoria en el bolsillo, Ernesto Goñi apareció a cuatro minutos del final para profundizar todavía más la crisis que atraviesa el Granate. “Hicimos un gran primer tiempo, en el que manejamos el juego. En el complemento nos quedamos, tiramos muchos pelotazos y nos empataron. Hay que trabajar y corregir los errores porque nos preocupa este presente”, reconoció el defensor guaraní. Y sobre el malestar que manifestaron los hinchas sobre el final, se sinceró: “No escuché los silbidos. Lanús malacostumbró a la gente a pelear siempre el torneo”.

lunes, 4 de mayo de 2015

Gol en contra

Todavía quedan algunos minutos, pocos, pero hay algo de resto. Sin embargo, parece que el asunto ya está cocinado desde hace un rato largo. Lanús pierde y va como puede en el tiempo de descuento para tratar de salvar la ropa. Lo hace por inercia, motivado por su orgullo. Adentro se busca por todos los medios, pero no se encuentra nada. Afuera Guillermo pega un grito para despertar a sus muchachos. Mueve las piezas de lugar. Saca una y pone otra. Aunque no hay reacción. Quizá se alcance el tanto del honor, pero no mucho más que eso. Ya es tarde. Muy tarde, amor.

La historia, por lo que se aprecia, está juzgada. Tristemente sentenciada. El Granate va camino a una derrota en un partido que empezó perdiendo con un gol en contra desde el vestuario. ¿Cuándo? En el último mercado de pases. Fue ahí cuando metió la pelota en su propio arco. Se regaló. Bajó el martillo y decidió que ésta sería su suerte. Vendió las joyas que quedaban en su estantería por muy buena plata y las reemplazó con bijouterie enchapada (y no tan barata). En algún pasaje del encuentro sorprendió con sus espejitos de colores, ilusionó a los suyos, pero no todo lo que brilla es oro. Claro que no.

Sigue en caída libre. El Granate volvió a perder, esta vez frente a Racing, y no levanta cabeza.

La suerte no coopera, es cierto, porque el tema de las lesiones es algo digno de una película de terror. Sin embargo, a ella hay que acompañarla con buenas decisiones. Y la conformación del plantel para este año, el del Centenario, fue un error compartido: entre los que deciden y el cuerpo técnico de los Barros Schelotto. Son igual de responsables. Es que más allá de los lesionados y de los que emigraron, nunca dio la sensación de que se haya armado un equipo para ir a recuperar alguna de las estrellas que se escaparon increíblemente en el 2014. Nunca.

Los resultados están a la vista. Como se escribió más arriba, el final de esta novela está escrito. Se empezó a escribir con ese mercado de pases indigno de un equipo con pretensiones de salir campeón. Le duela a quien le duela.  No parece que esto se pueda revertir al menos hasta el próximo receso, cuando se recupere el flaco Leto, al que habrá que rodear con refuerzos de jerarquía. Mientras se consume el tiempo de descuento, será cuestión de poner el pecho y de acompañar incondicionalmente. Por el momento, Lanús ya perdió. Y lo hizo con un gol en contra.