viernes, 22 de mayo de 2015

El gran amor de Marche

A pesar de los miles de kilómetros que lo separan, Agustín Marchesín manifiesta siempre que tiene la oportunidad el cariño que le tiene a Lanús, club en el que debutó en Primera y con el que ganó la Sudamericana 2013. Afianzado en el arco de Santos Laguna de México, el ídolo granate pidió apoyar al equipo en este momento irregular que atraviesa y bancó a su colega Fernando Monetti.

Risueño. Marchesín llevó sus buenas atajadas a la Comarca Lagunera, donde ya es ídolo y figura.

La distancia no es el fin, y él lo sabe mejor que nadie. Los miles de kilómetros que lo separan de la casa de su gran amor -más de ocho mil- son sólo un detalle. Es que la historia romántica que Agustín Marchesín escribió en Lanús está más allá de todo y sobrepasa las fronteras. No entiende de límites. Entre La Fortaleza y la ciudad mexicana de Torreón, donde actualmente defiende los colores de Santos Laguna, hay una especie de puente imaginario que él mismo construyó y que atraviesa de punta a punta gracias a las redes sociales. A través de éstas, Marche manifiesta todos los días su incondicionalidad hacia su querido Granate.

“Siempre voy a extrañar a Lanús porque es como el amor de mi vida.… A mí me costó mucho la decisión de salir. Me dio la posibilidad de comprarme mi primer auto, de ayudar a mi familia y de darme muchos gustos. Nunca me olvidaré del club aunque ya no esté. Debuté en Primera y salí campeón, dos logros que me había planteado cuando llegué de chico”, reconoció -emocionado- el arquero de 27 años, que en diciembre fue comprado por los Guerreros de la Comarca Lagunera por una suma que rondó los ocho millones de dólares y que incluyó -también- la adquisición del pase de Diego González.

En diálogo telefónico con Grana Deportivo, Agustín explicó cómo vivió esos días de negociaciones interminables y por qué se concretó su salida de la institución. “Uno tuvo que entender que el club en esa ocasión necesitaba vender. Por ahí no me gustaron las formas, pero entendí que era el momento. Son decisiones que uno no las entiende… El deseo era quedarme porque sentía que era mi casa, por eso fue difícil despegarme”, confesó -con semblante serio- el oriundo de San Cayetano. Y añadió: “Terminé con una excelente relación con Alejandro (Marón) y con toda la gente. Lanús creció mucho gracias a él y a Nicolás Russo”.

-¿Cómo ves la actualidad del equipo? Pasaron doce fechas y todavía no termina de despegar.

-Hay que apoyar. Sabemos lo que es Lanús en lo institucional… En lo futbolístico a veces cuesta, pero tiene la suerte de contar con un técnico ganador como Guillermo. Las cosas se van a dar de a poquito. Los chicos de las Inferiores y sus familias hacen mucho sacrificio para llegar a Primera o aspirar a conseguir cosas importantes en el fútbol.

-Y justo quien llegó para reemplazarte, Monetti, está teniendo problemas para adaptarse al arco. De hecho, los hinchas empezaron a cuestionarlo.

-Fernando es -para mí- uno de los mejores arqueros de Argentina. Demostró en Gimnasia de La Plata que es grande… Es excelente y una gran persona; la va a romper. Se fueron jugadores importantes, de renombre y no es fácil suplantarlos. Hubo muchas lesiones también. Cuando no se dan los resultados se le cae al arquero, pero no es lo que hay que hacer.

-¿Te ves regresando algún día?

-No tengo dudas de que voy a volver, sueño con eso. Obviamente habrá que ver los momentos.

“Estoy contento y muy agradecido por la convocatoria a la Selección porque es una oportunidad muy linda. Para cualquier jugador es lo máximo. Estoy alegre sobre todo por la familia, ya que es un logro tan lindo”.

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