En sintonía
con lo que sostienen el cuerpo técnico y el resto de sus compañeros, Leandro
Somoza consideró que el equipo dirigido por Marcelo Gallardo merece la posición
que ocupa en la tabla. “Juega bien. Busca continuamente el buen juego y las
situaciones de gol”, aseguró el volante.
Yo no me doy por vencido. Lanús necesita una victoria y que pierda River para ponerse a tiro. |
-¿Cómo
se preparan para visitar a Tigre teniendo en cuenta que el campeonato doméstico
es el único camino que les queda por recorrer?
-Es
un partido importante que tendremos que ganar para seguir prendidos ahí arriba.
La realidad es que teníamos la expectativa de obtener cada
competencia que jugamos en este semestre, pero no pudimos. Ahora nos queda
el torneo local, en el que venimos de ganar de local y estamos bien.
-Parece
que a River le sale todo redondo, hasta da vuelta los resultados. ¿Creés que es
suerte o una racha pasajera?
-No
hay que quitarle mérito porque juega bien. Después el factor suerte a veces
tiene que ver también. Ellos buscan continuamente el buen juego y las
situaciones de gol. El otro día, en la Copa Sudamericana ,
Estudiantes perdió un encuentro muy importante y encima fue con un gol en
contra.
-El
volumen de juego que tiene Lanús tiene mucho que ver con lo que hacen los
mediocampistas, por ejemplo el Marciano Ortiz y vos. ¿No te parece?
-Creo
que frente a San Lorenzo, (Jorge) Valdez Chamorro lo hizo correctamente en el
primer tiempo. De hecho, la jugada del tanto de Lautaro Acosta vino porque él
salió bien desde el fondo y después la agarró el Chino (Romero). En la mayoría
de los equipos pasa lo mismo: si los volantes aprietan, recuperan rápido y
salen con un buen pase, a partir de ahí funcionará todo mejor.
-En
las últimas fechas, tanto Maxi Velázquez como Carlos Araujo no la pasaron para
nada bien. ¿A qué pensás que se debe?
-Los
que juegan por afuera, me refiero tanto a los laterales como a los volantes, lo
hacen siempre mano a mano. Cuando atacamos, somos un equipo que mete mucha
gente en el campo contrario. Después, cuando volvemos, el delantero contrario
está descansado y los agarra malparados a nuestros defensores. Por eso quedamos
expuestos. Cuando uno o dos compañeros andan mal, es por el funcionamiento
colectivo y no por ellos. Uno puede tener una mala tarde, pero a veces sólo uno
o dos no pueden recuperar la pelota; es un trabajo del conjunto.