sábado, 31 de enero de 2015

Tu cara me suena

Matías Fritzler se mostró contento y entusiasmado con el regreso de Sebastián Leto, a quien conoce desde las Infantiles de Lanús. “Si está bien es un jugador que puede aportar muchísimo. Nos dará variantes en la ofensiva”, aseguró el Polaco.

La gloriosa '86. Leto integró una de las categorías más fructíferas de la historia del Granate.

Si hay alguien del plantel de los mellizos Barros Schelotto que conoce como pocos a Sebastián Leto, flamante refuerzo de Lanús, es Matías Fritzler. Hicieron juntos el recorrido desde las Infantiles hasta la Primera, pasando por todas las divisiones en la famosa categoría ’86, de la que también surgieron Diego Valeri, Santiago Biglieri y Diego Lagos. El Polaco debutó en la elite del fútbol argentino en 2004, mientras que el Flaco tuvo su día consagratorio al año siguiente, en el Nuevo Gasómetro, donde marcó un golazo. Ambos alcanzaron su pico de rendimiento de la mano de Ramón Cabrero: uno quitando y distribuyendo; el otro encarando a toda velocidad y pisando el área contraria.

Capricho del destino (o del fútbol, claro), Leto emigró a Liverpool de Inglaterra por una cifra millonaria luego del Torneo Clausura 2007, justo seis meses antes del recordado Apertura, en el que Fritzler fue una pieza clave. Ocho años después, estos dos volvieron a juntarse en La Fortaleza, el escenario en el que dieron las mejores actuaciones de sus prometedoras carreras. “Si él está bien es un jugador que puede aportar muchísimo… La verdad es que hacía mucho que no lo veía… Pero siempre fue alto y grandote, ja. Lo vi un ratito y no mucho más”, contó el mediocampista central de 28 años con respecto a lo que fue el reencuentro con su ex compañero.

Salvo los casos particulares de Fernando Monetti y de Facundo Melivilo, la intención en este mercado de pases fue lograr los retornos de futbolistas salidos del club que estaban militando en el extranjero. Para Fritzler, uno de los buenos ejemplos de esta búsqueda del Granate, es una medida acertada. “Siempre es un punto a favor que el jugador conozca la manera de trabajar y a la institución; que sienta algo especial por lo que -en este caso- significa Lanús”, explicó el Polaco. Y con relación al caso específico de Leto, analizó: “Esperemos que sea el que nos dé la diferencia. El fútbol es muy dinámico y uno tiene que demostrar cada día que está vigente y que puede ser útil adentro de la cancha. Nos dará variantes en la ofensiva”.

martes, 27 de enero de 2015

"Se está formando de nuevo"

Víctor Ayala explicó que el equipo todavía se está adaptando a las altas y las bajas del mercado de pases. “Se fueron muchos jugadores y volvieron algunos. Llegaron chicos buenos e inteligentes”, dijo el paraguayo. Además, admitió que su idea es quedarse en Lanús más allá del supuesto interés de Atlético Mineiro.

No se va. El volante guaraní expresó su deseo de quedarse a cumplir su contrato en el Grana.

Pareciera ser que Lanús vuelve a estar inmerso en una etapa de transición futbolística. Es que si bien mantuvo la base del plantel que afrontó cinco competencias en el segundo semestre de 2014, sufrió la pérdida de algunas piezas que eran clave en su andamiaje. Tales son los casos de Agustín Marchesín, Diego González, Leandro Somoza y Silvio Romero, todos fundamentales en la estructura de los mellizos Barros Schelotto. Así lo entendió Víctor Ayala luego del primer ensayo formal del año frente a Huracán, en el que convirtió el gol de la ajustada victoria. Para el paraguayo, el desafío del Granate será ensamblar rápidamente las partes de un grupo que tratará de estar una vez más en los primeros planos.

“Hay que pensar que el equipo se está formando nuevamente porque se fueron muchos jugadores y volvieron algunos. Llegaron chicos buenos e inteligentes, que por algo vinieron. Están para sumar”, comprendió el volante guaraní, dando a entender que habrá que tener paciencia mientras se corrigen los errores para lograr el mejor funcionamiento. Y agregó: “Por ahora no hablamos de un posible cambio de esquema porque durante la pretemporada no hicimos fútbol ni algo táctico. Fue todo con balón, pero en espacios reducidos o con el preparador físico”.

En el partido contra el Globo, Ayala se dividió el mediocampo con Jorge Ortiz y con Matías Fritzler, a quien ya conoce de su anterior paso por el club. Lejos de permanecer estático en su lugar, el Paragua rotó de ubicación y probó en los otros sectores de la mitad de la cancha. “No tengo problemas con la posición que me ponen porque creo que en cualquier lugar me siento cómodo. A veces alternamos con el Marciano o con Matías a ver quién va de ‘5’. Los tres entendemos la función y no cambia nada”, explicó Víctor. Y añadió: “En el amistoso me tiré por la izquierda y entré al área para hacer el gol tras el centro del Laucha Acosta… es lo que me pide el técnico”.

A la espera de que se resuelva cuanto antes el retorno de Guido Pizarro, Ayala reconoció que hubo un interés de Atlético Mineiro para llevárselo, aunque aseguró que su intención es permanecer en el Sur del Gran Buenos Aires. “Lo de Brasil fue un tema de los medios, a mí no me llamó nadie. Sé que hubo una posibilidad porque me lo comentó Alejandro (Marón), pero nada más. Tengo una charla pendiente con él”, reveló Víctor. Y cerró: “Estoy contento acá y tengo contrato hasta 2017. Mientras no llegue una oferta concreta que le sirva a la institución, seguiré aportando mi granito de arena”.

viernes, 23 de enero de 2015

Así lo veo yo

Alejandro Marón opinó sobre todo lo relacionado con Lanús en el mercado de pases: desde las altas y las bajas hasta la posibilidad de ir por un nombre importante. Además, el presidente dio su parecer sobre la decisión de Sebastián Blanco de jugar en San Lorenzo.

Está al caer. El directivo confirmó que la vuelta del volante Guido Pizarro al Granate es inminente. 

Mientras el plantel de los mellizos Barros Schelotto realiza la segunda parte de la pretemporada en el polideportivo, Alejandro Marón analizó detenidamente la actividad de Lanús en el mercado de pases. En diálogo con Radio América (AM 1190), el presidente se refirió a las altas y las bajas, a la inminente llegada de Guido Pizarro, al interés de Racing -por ahora trunco- de llevarse a Santiago Silva y a la posibilidad de ir por un nombre importante para reforzar a un equipo que perdió a varias de sus figuras. Además, defendió a Sebastián Blanco y aceptó su decisión de pasar a préstamo a San Lorenzo.

“No pienso que hayamos desmantelado el plantel. Creo que se fueron jugadores importantes como Agustín Marchesín, Diego González y Silvio Romero, pero también vinieron Fernando Monetti, Matías Fritzler y estamos cerrando a Pizarro”, entendió Marón, convencido de que el Granate se está armando para volver a ser protagonista. Y adelantó: “Vemos la posibilidad de un nombre que por ahora no es un momento oportuno para decirlo aunque será importante”. ¿Será un delantero para cubrir la partida del Chino Romero, último goleador del fútbol argentino, a Jaguares de México? ¿O será un volante creativo?

Con respecto al asunto de Santiago Silva, a quien todavía le quedan seis meses de contrato con el club del Sur del Gran Buenos Aires, el presidente transmitió tranquilidad. “Me llamó por teléfono Víctor Blanco (máximo mandatario de Racing) para conocer la situación. Tenemos una relación fluida, me preguntó y yo le comenté. Quedamos en seguir, pero no hubo ninguna propuesta formal”, admitió. Y agregó: “Hablé con Silva y en ningún momento me manifestó su idea de irse. Hizo una gran pretemporada y está muy bien físicamente. La relación con él es excelente y deportivamente es importante para nosotros”.

Uno de los temas que más debate y enojo generó entre los hinchas de Lanús fue el regreso frustrado de Blanco, quien finalmente jugará a préstamo en San Lorenzo. “Es de la familia, queremos que le vaya bien y aceptamos su decisión. Lógicamente nos hubiera gustado que viniese, pero en este mundo del fútbol el jugador es siempre el que decide a dónde termina yendo”, reflexionó Alejandro. Y concluyó: “Se generó un vínculo muy fuerte y desde lo personal tengo un afecto especial por él. Hay que ser muy respetuoso con todos; la palabra ‘traición’ es muy dura y no cuadra con esto. No coincido para nada, hay que ser amplio y valorar lo que fue su historia acá. Son profesionales y es lógico”.

martes, 20 de enero de 2015

El Ogro dijo basta

Cristian Fabbiani anunció su retiro del fútbol profesional y adelantó que a partir de ahora será panelista en un programa deportivo. “Lo único que busqué en mi carrera es que la gente se divirtiera”, aseguró el ex delantero, que dejó un lindo recuerdo en Lanús.

Subcampeón. El Gordo fue clave en el segundo puesto que el Granate logró en el Clausura 2006.

“Chau fútbol, te voy a extrañar. Fox Sports, mi nueva casa…”. De esa manera, con mucho menos de los 140 caracteres que da Twitter para publicar, Cristian Fabbiani le contó al mundo la decisión de ponerle un punto final a su carrera profesional. Al principio se parecía más a una broma propia del Día de los Inocentes que a una verdadera primicia. Sin embargo, las interacciones del Ogro con sus seguidores de la red social del pajarito confirmaron una noticia llamativa, ya que el ahora ex jugador tiene apenas 31 años. Pero eso no le importó: tras un paso sin pena ni gloria por Sport Boys de Bolivia, dijo basta abruptamente. Ahora será panelista en un programa deportivo.

Tuvo todo lo que se necesita para triunfar en el fútbol: técnica, talento, personalidad y una vidriera ideal para venderse. Desde sus inicios en Lanús, Fabbiani demostró que era un jugador distinto al resto, dueño de una calidad envidiable a pesar de su contextura física robusta. De la mano de Ramón Cabrero, potenció sus condiciones a un nivel superlativo, que lo llevaron a ser considerado uno de los grandes valores del fútbol argentino. Fue clave en el subcampeonato conseguido en el Clausura 2006, en el que tuvo actuaciones descollantes como ante River (4-1) en La Fortaleza y contra Newell’s (2-1) en Rosario. Sin embargo, dos expulsiones consecutivas por actitudes infantiles lo pusieron en el ojo de la tormenta.

Luego de una estadía corta en Beitar Jerusalén de Israel, el Gordo regresó para afrontar el Clausura 2007, en el que volvió a ser fundamental. Desde la recordada foquita con la pelota en el clásico ganado ante Banfield como local (asistió a Agustín Pelletieri en el tanto decisivo), hasta un golazo sobre la hora para vencer 3-2 a Central en el Gigante de Arroyito. De yapa, hizo un gol fundamental frente a Vélez (1-1) en el Amalfitani para asegurar la segunda participación del Granate en la Copa Sudamericana y para lograr el boleto al Repechaje de la Libertadores. Fue la última imagen del Ogro con la camiseta de Lanús, ya que después partió al Cluj de Rumania para probar suerte una vez más en Europa.

A pesar de los altibajos que opacaron una trayectoria que prometía mucho más de lo que fue, Fabbiani es muy querido por los hinchas granates. Y él se muestra agradecido cuando tiene la oportunidad. “Siempre va a ser mi casa. Yo tengo en la memoria que el club le compró la casa a mi vieja con el primer contrato que me hizo. Gracias a la familia de Lanús por quererme tanto”, expresó el ex delantero en su cuenta de Twitter. Y a modo de cierre, agregó: “Gracias gente por su cariño. Lo único que busqué en mis 13 años de carrera es que la gente se divirtiera. Yo con eso era feliz. No importa que no dure para siempre, lo importante es que valga la pena”.

viernes, 16 de enero de 2015

Es uno u otro

Matías Ibáñez se esperanza con la posibilidad de heredar el arco que dejó Agustín Marchesín tras partir a México, pero la llegada de Fernando Monetti le trajo una linda competencia. “Estoy tranquilo porque cuando jugué, hice las cosas de buena manera. Esperemos que me toque”, se ilusionó el ex Olimpo y San Lorenzo.

Hay arqueros. Ibáñez y Monetti lucharán por el puesto que dejó Marchesín. ¿Para quién será?

La partida de Agustín Marchesín al Santos Laguna de México hacía pensar que Matías Ibáñez tendría las puertas abiertas para ser el arquero titular de Lanús. Es que después de las buenas actuaciones que mostró cuando tuvo que defender los tres palos, muchos imaginaron que heredaría fácilmente el trono que dejó la venta del último capitán del plantel de Guillermo Barros Schelotto. Pero no: el Mellizo pidió a Fernando Monetti, uno de los mejores en su puesto del fútbol argentino. Y ahora que el ex Gimnasia y Esgrima La Plata se entrena en Open Door junto con sus nuevos compañeros, se abre el debate. ¿Quién tiene que ser el 1 del Granate?

“Con la ida de Marchesín, Lanús perdió a un gran arquero, un capitán y uno de los referentes. Era un jugador que le aportaba muchísimo al grupo y al club tanto adentro como afuera del campo de juego”, explicó Ibáñez, gran responsable del empate conseguido en la última fecha del Torneo de Transición frente a Newell’s en Rosario. Y aseguró: “Estoy tranquilo, me entreno todos los días para esto. Agradezco el apoyo de la gente. Por suerte cuando jugué, hice las cosas de buena manera. Esperemos que me toque mi chance. Cuando uno hace las cosas bien, a la larga siempre le llega”.

Mientras se define el posible retorno de Guido Pizarro a la institución del Sur del Gran Buenos Aires, el plantel de los mellizos continúa con la puesta a punto para afrontar una campaña en la que tendrá por delante el novedoso torneo de 30 equipos. “Es un campeonato largo y hay que apuntarle a ir fecha tras fecha ganando. De esa manera, cuando nos llegue la doble o triple competencia estaremos bien posicionados”, reflexionó el arquero de 28 años. Y adelantó: “La idea es estar en los primeros puestos y tratar de ganar un título. Hay que trabajar duro, apretar los dientes y dar todo”.

miércoles, 14 de enero de 2015

El Bandido orgulloso

Walter Gastón Coyette asistió a la fiesta del Centenario Granate y se mostró muy emocionado por el presente que atraviesa Lanús. “Cuando fui a jugar el Mundial Sub 20 de Qatar ’95 con el Caño Ibagaza nos preguntaban qué era Lanús. Mirá lo que es ahora y qué reconocido es mundialmente”, recalcó el ex volante campeón de la Copa Conmebol de 1996.

Agradecido. Coyette nunca escatima en elogios hacia la institución que lo cobijó desde chico.

Tiene el privilegio de poder narrar esta historia tal como la vivió, en primera persona, sin que nadie se la haya contado. Walter Gastón Coyette fue un testigo presencial del crecimiento maravilloso y sostenido que protagonizó Lanús en los últimos 30 años. Desde que era un pibe y se tomaba el bondi en Chingolo para ir a entrenarse al -por aquel entonces- descolorido polideportivo, hasta su asistencia al coqueto Estadio de los Sueños para celebrar el Centenario Granate. Así, de un extremo al otro: del sacrificio y la humildad al placer y la satisfacción.

“Me pone muy contento pertenecer a la familia del club. Vi todo desde pequeño, cuando la cancha era de tablones, los vestuarios viejos de las Infantiles y los de las Inferiores. Antes teníamos que juntarnos todos a sacar las piedritas de las canchas… Uno ve ahora las instalaciones y todo lo que tienen los chicos para desarrollarse como futbolistas y es muy bueno”, rememoró El Bandido en la fiesta de los 100 años de Lanús. Y con la mirada perdida, al borde de la emoción, añadió: “Ser parte, o haber aportado mi granito de arena para que esto creciera aunque sea algo, es un orgullo para mí”.

Producto genuino de esa cantera de juveniles que tantas satisfacciones le trajo a Lanús, Coyette mantuvo siempre en alto la bandera que lo cobijó desde que dio sus primeros pasos como jugador. “Cuando arranqué se me dio lo de ser campeón del mundo con el Caño Ibagaza en Qatar ’95 con la Sub 20. Me acuerdo que en ese momento nos preguntaban qué era Lanús porque no sabían que era un club. Y nosotros decíamos que jugábamos acá. Mirá lo que es ahora y qué reconocido es mundialmente”, explicó el ex volante de 38 años, autor de diez goles en 125 partidos disputados con la camiseta granate.

El lazo que lo vincula a Coyette con el Grana es inquebrantable, sobre todo con los hinchas, que cada día que lo ven le demuestran su cariño. “Pasé momentos inolvidables. Unos chicos de Temperley al fondo, donde vivía yo, más en Chingolo, quisieron ponerle mi nombre a su peña. La verdad es que eso y ser parte de la historia de Lanús me enorgullece mucho”, aseguró Walter. Y concluyó: “Esta institución me enseñó y me guió en lo que soy como persona y como profesional. Ahora estoy en otra etapa como director técnico y el club está siempre dispuesto a dar una mano. Para mí es todo”.

sábado, 10 de enero de 2015

El Pelé de Lanús

Héctor Enrique fue un invitado de lujo a la fiesta del Centenario Granate y aprovechó la ocasión para recordar con cariño su paso por el club. “Lo mejor que me sucedió en mi carrera es haber jugado desde chico acá. El Mundial con la Selección fue muy lindo, pero lo de Lanús es inolvidable”, explicó.

Ídolo. El Negro salió de las Inferiores del club y defendió los colores en cuatro categorías distintas.

Su nombre está grabado en la historia del fútbol argentino, ya que fue campeón con la Selección en el recordado Mundial de México ‘86. De hecho se jacta -entre risas, claro- de haber asistido a Diego Armando Maradona para que éste plasmara su obra maestra frente a Inglaterra. “Con el pase que le di, si no hacía ese gol era para matarlo”, asegura. Ya con la camiseta de River, ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental de 1986. Y al año siguiente logró la Copa Interamericana, también con el cuadro de Núñez. Héctor Adolfo Enrique, de él se trata, podría pararse en el estrado y decir sin vergüenza: “Yo sí que gané todo, yo sí que toqué el cielo con las manos”.

Pero eso no sucederá, porque el Negro nunca perdió la humildad con la que se crió en el Sur del Gran Buenos Aires. A pesar de que él conquistó títulos que muchos sueñan y que pocos concretan, su pecho se infla cuando recuerda su paso por su segunda casa. “Siempre me preguntan qué fue lo importante en mi carrera, y yo respondo que haber jugado desde chico acá. Me dicen ‘estás loco, fuiste campeón del mundo con la Selección’. Y sí, todo eso fue algo muy lindo, pero lo de Lanús, sobre todo en las Inferiores, es inolvidable para mí”, reconoció Enrique luego de la fiesta del Centenario Granate.

El Negro aprovechó su presencia en el Estadio de los Sueños para asegurar que el vínculo que lo liga a la institución sigue estrecho. “Tengo unos recuerdos buenísimos, me vine a probar hace 40 años y fue muy lindo. Agradezco la invitación porque soy parte. Soy el único surgido de la cantera que obtuvo un Mundial con Argentina…”, señaló orgulloso. Y se explayó: “Además soy hincha y lo quiero muchísimo. Lo sigo siempre más allá de que no vengo a la cancha y escucho lo que pasa con el Grana. Después de aquel ascenso en el que tuve la suerte de estar, hizo campañas buenísimas. Hoy es un ejemplo”.

Fue uno de los grandes valores que surgió de las juveniles granates: un volante completo, con gran despliegue, una notable personalidad y un buen manejo de la pelota. Apodado el Negro Pelé, era tanta la diferencia que marcaba de chico que una multitud colmaba las pequeñas tribunas de las canchas auxiliares para verlo jugar. “Hay que reconocer a los dirigentes y a un cuerpo técnico muy capaz que, de la mano de Guerra, le dio importancia al pibe de las Inferiores. Se formó un gran equipo y el único que no era del club era José Felipe Perassi”, rememoró el ex mediocampista de 50 años.

Debutó en Primera en 1980 de la mano de Juan Manuel Guerra, y lo hizo con un gol ante Tristán Suárez en Ezeiza. Fue clave en el ascenso de 1981 (35 presencias, nueve tantos) y la figura del equipo en el torneo de la Primera B de 1982 (22-8). Luego se fue a River. Regresó al Sur a mediados de 1991 para jugar el Nacional B con Miguel Russo y lograr el último ascenso a la máxima categoría. De los 42 partidos del torneo disputó 39, lo echaron dos veces y convirtió tres goles. Según escribió Néstor Bova, autor del libro 96 años de Fútbol Granate, “Enrique es -junto con Rubén Darío Gómez- el único que defendió los colores en cuatro categorías distintas: Primera, Primera B, Nacional B y Primera C”. Una marca humilde, pero que llena de orgullo a un tipo humilde.

miércoles, 7 de enero de 2015

El sueño de los campeones

Walter Ribonetto y Carlos Bossio asistieron a la fiesta del Centenario Granate y aprovecharon la oportunidad para confirmar que esperan su oportunidad para dirigir en Primera. “Tengo la expectativa y la esperanza de volver a trabajar en Lanús, pero todo a su debido tiempo”, aseguró Tino. Y Chiquito agregó: “Tenemos ganas de sumar experiencia. Esperamos nuestra chance acá o donde sea”.

La experiencia. Tino y Chiquito fueron clave en el Torneo Apertura que Lanús obtuvo en 2007.

Todavía se entienden con una mirada, y eso que ambos colgaron los botines hace un tiempo largo. Como cuando aguantaban los trapos en un equipo que de tanto ir para adelante con el piberío quedaba regalado atrás, Walter Ribonetto y Carlos Bossio aún se arreglan con un simple gesto. Antes lo hacían para despejar un centro peligroso en el área o para complementarse en un cruce salvador. Y ahora, para expresar armoniosamente las sensaciones que les generó la fiesta del Centenario del Club Atlético Lanús.

“Vamos, ¿quién arranca?”, fue la sugerencia de la prensa ante la quietud de los jugadores campeones con el Granate en el Torneo Apertura 2007. Hábil de reflejos, Chiquito despejó con los puños hacia el sector de su querido amigo“Arranca Tino, es más viejo”, lanzó el ex-arquero de 41 años. Y el ex-marcador central, un tanto resignado, salió jugando con la pelota al ras del piso: “Tengo más experiencia”. Todo entre risas. No era para menos: así se vivió todo lo que tuvo lugar en el Estadio de los Sueños.

-¿Qué se siente ser parte de esta fiesta tremenda de los 100 años de Lanús?

Ribonetto: -Esto es un sueño y todos deseaban estar en este momento. Hay que aprovecharlo, disfrutarlo y valorarlo. Es un club que nos dio mucho y quedar en la historia como lo hicimos nosotros es muy bueno. Estamos contentos de estar acá.

Bossio: -Fue muy lindo, una fiesta hermosa. Me pone feliz participar de esto, incluso de ver la cara de la felicidad de la gente y lo que se armó. Uno lo ve preparadito, pero seguramente hubo muchas personas detrás. Por más que uno no es hincha de este club, tiene un poquito de sentido de pertenencia. Es muy lindo volver y sentirse querido.

-Es una noche que despierta muchas emociones, ¿no? ¿De qué se acuerdan ustedes?

Ribonetto: -Cada vez que uno viene a Lanús, y más en estos eventos, se acuerda de cosas muy importantes, de lo lindo que vivimos. Y también de lo malo, como cuando peleamos el descenso. Lo que se montó es impresionante.

Bossio: -Me encontré gente que hacía mucho no veía y que fue importante para nosotros. Además vimos el crecimiento de la institución: ahora entramos al vestuario y hay 19 mingitorios… nosotros teníamos una piletita de dos por dos y dos mingitorios. Es una señal de que el club está por el buen camino. Uno se siente parte de todo esto porque lo fuimos y porque nos lo hacen sentir así. Nos emocionamos ahora porque a los 200 años no vamos a llegar, ja.

-¿Tienen el sueño de venir a trabajar en algún momento a Lanús?

Ribonetto: -Siempre tengo la expectativa y la esperanza de volver a trabajar en Lanús. Se dará en el momento que se requiera… todo a su debido tiempo. Actualmente hay un cuerpo técnico que ha hecho muy bien las cosas y que ganó un título. Hay que apoyarlos.

Bossio: -Uno está siempre a la expectativa. Formamos el cuerpo técnico con Rodo (Graieb) y con Tino. Somos amigos y tenemos ganas de trabajar y de sumar experiencia. Estamos ahí, esperando. Este cuerpo técnico tiene tiempo por delante todavía. Esperamos nuestra oportunidad acá o donde sea.

sábado, 3 de enero de 2015

100 años, un equipo

En el día que el Club Atlético Lanús celebra sus 100 años de vida, Fortaleza Granate publica los resultados de la mega encuesta en la que los hinchas eligieron #ElEquipoCentenarioLanús. El jugador más votado fue Paolo Goltz. Empieza el debate…

De cabeza al campeonato. Sand se deshace en un grito sagrado que será siempre recordado.

Llegó el día que tanto se esperaba. Aunque suene a frase hecha, trillada por donde se la lea o escuche, es cierta. Y muy válida. El tan anhelado sábado 3 de enero de 2015 está acá, entre todos los que forman parte de la vida del Granate. La vigilia del Centenario del Club Atlético Lanús fue tan extensa que ameritaba una fiesta como la que se vivió ayer en las calles de la ciudad y en La Fortaleza, que lució de gala para un espectáculo histórico y maravilloso.

En el medio de un sinfín de momentos únicos e irrepetibles que sucedieron esta semana, los hinchas aprovecharon la oportunidad para elegir #ElEquipoCentenarioLanús en la encuesta que Fortaleza Granate publicó días atrás en esta página. No fue sencillo, está claro. Y es lógico, ya que son diez décadas en las que el fútbol evolucionó significativamente. Se sabe, además, que no es conveniente comparar épocas que tuvieron estilos tan marcados y dispares entre sí. Todo un desafío.

Por otro lado, las nuevas generaciones de simpatizantes tienen más facilidades para votar por su cercanía con las redes sociales. Pero se entiende que esta encuesta fue sólo un juego que sirvió para controlar la ansiedad de cara a la fecha más importante en la historia del Club de Barrio Más Grande del Mundo. Son 100 años resumidos en una alineación, dirigida por un solo entrenador. Para algunos, sobre todo para los más experimentados, habrá resultados llamativos y que posibilitarán el debate. Para otros, esta votación será anecdótica. Y nada más que eso.

Fueron más de 500 los hinchas que seleccionaron sus once y su director técnico. El jugador más elegido fue Paolo Goltz, capitán del plantel campeón de la Copa Sudamericana 2013: recibió 439 votos de 552. Una bestialidad. Y la disposición táctica optada, de acuerdo con el porcentaje de los sufragios, fue el 3-4-3.

Sin más preámbulos, éste es #ElEquipoCentenarioLanús: Agustín Marchesín (341 votos); Paolo Goltz (439), Gabriel Schurrer (296), Armando González (189); Diego Valeri (180), Juan Héctor Guidi (215), Ariel Ibagaza (231), Hugo Morales (360); Lautaro Acosta (244), José Sand (382) y Gilmar Villagrán (192). El entrenador más escogido fue Ramón Cabrero (375). Si se tuviera que armar un banco de relevos, sería con Carlos Roa (98), Rodolfo Graieb (114), Carlos Izquierdoz (103), Sebastián Blanco (160), Héctor Enrique (158), Agustín Pelletieri (107) y Ariel López (136).

*Mirá los resultados de la encuesta en este link: http://www.fortalezagranate.com.ar/2014/12/31/elequipocentenariolanus/.

jueves, 1 de enero de 2015

La razón cuando me faltan razones

Lanús cumple 100 años y es el momento ideal para recordarle cuánto lo queremos. ¿Qué significa el Granate para vos? ¿Alguna vez pensaste qué serías si no existiera?

Centenario. El Club de Barrio más Grande del Mundo y la fecha más importante de su historia.

Ni siquiera me dieron la posibilidad de elegirte, más bien tuve que aceptarte. Francamente fue como cuando los padres le ponen el nombre a un hijo. Y no hubo ni un centímetro de margen para desviarse del camino (a esa altura era imposible e impensado). Cuando mamá Alicia le confirmó a papá Adrián que yo vendría al mundo en unos meses, todos los que conocían a esa pareja inexperta sabían dos cosas: que mi apellido sería Luciano y que, por sobre todas las cosas, sería hincha de Lanús. Así de peculiar: todavía se desconocía si sería hombre o mujer, si me llamaría Julieta o Martín, pero ya se intuía que saldría Granate. Y así fue, gracias a Dios. Hoy me alegra como nada en la vida admitir que sos la razón cuando me faltan razones; que sos la llave hacia otro lado, hacia el costado de las cosas.

Me han preguntado infinidad de veces de qué equipo sería si no fuese de Lanús. Y nunca pude responder con seriedad. La verdad es que no me imagino yendo al Cilindro a ver a Racing ni me veo entrando al Monumental para gritar por River. Jamás me detuve a pensarlo. Es que sólo comprendo el sentido de la existencia cuando paso por la puerta de La Fortaleza o cuando la veo por foto. Ahí, en esa mole de cemento que se expande cada día más, es donde todo tiene razón de ser. Si dependiera de mí, viviría en el polideportivo, dormiría en la pensión de fútbol amateur y me bañaría en los vestuarios de la Sede Social. Decir que no se puede por cuestiones lógicas…

Sí me detuve a razonar en varias oportunidades qué sería de mi vida si no existiera Lanús. Seguramente mi preocupación principal sería el trabajo y no buscarle la vuelta a la rutina para estar en cada partido en el mismo escalón de la popular local, rodeado siempre de las caritas que están en las buenas y en las malas. El dolor verdadero sería la pérdida de un familiar y no un posible título que se escurre increíblemente de las manos en las últimas fechas. Y la algarabía sería aprobar una materia en la facultad y no ganar un clásico de visitante. ¡Qué distinto sería todo sin vos, amor!

¿Nunca le dedicaron un minuto de sus vidas a ese simple razonamiento? Piensen qué harían cada domingo (o cuando AFA lo dispusiera…) si no tuvieran que ir a la cancha a ver al Grana. No conocerían la verdadera resaca porque dormirían hasta la tarde-noche. No dejarían de pagar la boleta del celular para llegar con la cuota social como corresponde. No faltarían a ningún compromiso importante ni perderían el trabajo por los viajes al Interior. No discutirían hasta la furia con vecinos mitómanos porque tampoco existirían ellos (¿o acaso no viven de nosotros?) Y así… La vida sería muy cómoda, pero -también- demasiado aburrida. Poco placentera.

Hagan la prueba: usen ese minuto para reflexionar qué seríamos sin Lanús. Total, para amarlo tenemos toda la vida. Hasta el cajón.