jueves, 17 de diciembre de 2015

El grito atragantado

Recién pateábamos los primeros días de agosto, y el frío y la niebla eran una constante en esas típicas mañanas de invierno. Ese martes yo gozaba de franco y por ende no tenía que ir al Círculo de Periodistas Deportivos, donde estaba cursando el primer año. Entonces aproveché para ir a la presentación de la camiseta de Lanús que se hacía al mediodía en un conocido boliche de Palermo Hollywood. Todo muy lindo y lujoso, pero no me entusiasmaba demasiado, sobre todo porque el sinsabor de haber perdido el Clausura ‘09 a manos de Vélez aún era muy reciente. Todavía daba vueltas en mi cabeza la imagen de Faccioli y ese penal infantil al Burrito Martínez. Sin embargo, cualquier cosa era una buena excusa para estar cerquita de ese gran amor.

Iba por la Av. 9 de Julio rumbo a la estación, usaba -como nunca antes en esos 18 años- pantalón de vestir y saco negro y escuchaba en la radio un programa deportivo cuyo nombre no recuerdo. Caminaba apurado porque el cielo estaba gris y la lluvia era una amenaza constante. Entonces uno de los cronistas irrumpió al aire para dar una supuesta información de último momento: “Lanús acaba de arreglar la venta de Sand a un equipo de Emiratos Árabes por 10 millones de dólares…”. Fue un flechazo al corazón. Detuve mi marcha, quedé paralizado en el medio del paso, en estado de shock. La gente empezó a llevarme por delante. Unos segundos después recuperé la noción del tiempo y el lugar con una certeza: aquel día ya estaría arruinado sin importar lo que pasara.

Ese es el famoso Pepe. Que un día -seis años y monedas después- volvió a Lanús, su casa.

Ese fue el puntapié inicial de una peregrinación cruel y tediosa que se prolongaría durante años. La meta era encontrar un delantero que usara la ‘9’ y que cubriera el vacío que había dejado la partida de Pepe. Parecía imposible… ¿Quién sería el indicado para reemplazar a un goleador que además era campeón e ídolo contemporáneo del club? Muy difícil. Y eso que se intentó con jugadores de renombre como Salcedo, Ismael Blanco y el uruguayo Silva, entre otros. Pero ninguno dio en la tecla más allá del protagonismo que tuvieron el Zungui y el Tanque en la consagración de la Copa Sudamericana 2013. Es más, a varios la camiseta les quedó gigante. Ninguno era Sand. Ni por asomo.

La respuesta a aquella pregunta, en realidad, era más sencilla de lo que muchos imaginábamos. El hombre adecuado para sustituir a Sand era -ni más ni menos- el mismo Pepe… Claro que se trató en reiteradas oportunidades de repatriar al correntino. De hecho el Granate pensó en él durante los últimos once, doce libro de pases, pero siempre se interpuso algo que impidió su regreso: cortocircuitos con su representante, desarreglos económicos, peleas de egos y varios etcéteras más que hoy ya no tiene sentido evocar. Porque la peregrinación finalizó. Fue agotadora, pero se terminó. Amigos míos, nos podemos abrazar: José volvió a Lanús.

Desde aquel martes 4 de agosto de 2009 a este jueves 17 de diciembre de 2015 sucedieron muchas cosas. El cielo plomizo y la sensación de lluvia es la misma, está claro. Lanús, su casa, volvió a salir campeón y llegó al top 4 del ranking mundial de clubes. Tuvo equipazos que ilusionaron a los hinchas y otros rejuntes que dejaron bastante que desear. Hace pocos meses celebramos el Centenario Granate y le demostramos en la cara que La Fortaleza es su lugar en el mundo, y que se equivocó cuando -ya no importa el porqué- se fue a probar suerte a Racing. Dicho sea de paso, cómo dolió verlo con esa camiseta. Pero ya está, no hay rencores sino amor.

Tuve el privilegio de presenciar in situ su último partido en el Granate, en la calurosa Tucumán y contra el casi descendido San Martín, pero no pude gritar su doblete porque estaba en la platea local. Así que esos festejos me quedaron atragantados como un nudo en la garganta, ¿saben? Pero tengo fe de que ya va a llegar el desahogo. Sólo hay que esperar. Si lo hice durante tanto tiempo, ¿cómo no voy a hacerlo un poquitito más? Ya está. Ya está acá. Yo sabía que iba a volver. Siempre lo supe, era una corazonada más que una sensación. Porque en estos seis años y un puñado de meses de desencuentros, ‘andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos’. Gracias por volver. No te vuelvas a ir.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Gracias a vos

Luego de anotar el último gol de la era Barros Schelotto en Lanús, que sirvió para sellar la clasificación a la próxima Sudamericana, Di Renzo le agradeció a Guillermo por la confianza que le brindó a lo largo del año. “Me enseñó mucho y aprendí. Me llevo buenas sensaciones de él”, aseguró el bahiense.

De menor a mayor. Así fue el nivel de Di Renzo desde que debutó a principios de año.

Fue uno de los juveniles del plantel que más posibilidades tuvo durante este año de la mano de los mellizos Barros Schelotto. Debutó en la primera fecha de este campeonato largo, a mediados de febrero, cuando Guillermo lo mandó al campo de juego para aguantar los últimos minutos en la victoria frente a Quilmes. Panorama similar al de anoche en el bosque platense, sólo que además de aportar su despliegue, convirtió el tanto del triunfo sobre Gimnasia, que terminó de sellar la clasificación de Lanús a la próxima Sudamericana.

Fue el segundo gol de Di Renzo en 2015. El otro lo hizo por la Sudamericana, en la goleada 5-1 sobre Belgrano en La Fortaleza. Jugó 17 partidos en el torneo, uno en la Copa Argentina y tres en el certamen continental.

“Fue un partido duro, nos atacaron bastante y la gente empujaba, pero así y todo lo sacamos adelante para lograr el objetivo, que era lo más importante. Fue clave la entrega del equipo… estuvimos unidos, no regalamos nada y corrimos todas las pelotas”, analizó el bahiense de 19 años. Y elogió a su compañero Martínez por cómo lo buscó para liquidar el trámite en la última contra: “Digamos que fue el gol del equipo. Por suerte Román llevó la pelota bien y me la tiró perfecto. Lo único que hice fue pegarle al arco, ja. Me pone contento porque fue un alivio”.

Fue el autor del último tanto de la era Guillermo en Lanús. El primero lo hizo el uruguayo Mauricio Pereyra en el estadio de Vélez, en lo que significó el bautismo triunfal de los mellizos en el Granate, por la tercera fecha del Final 2012.

Junto con su amigo Pampu González, Di Renzo fue uno de los chicos que más posiciones escaló en la consideración del cuerpo técnico, a tal punto de dejar al margen a otros jóvenes valores de la cantera granate como Marcos Astina y Jorge Valdez Chamorro. En este sentido, el wing -que anoche ingresó para volantear- le agradeció a GBS por la confianza que le brindó. “Me dejó mucho… me enseñó y yo aprendí mucho este campeonato. Me llevo buenas sensaciones. Ayer me preguntó por dónde me sentía más cómodo y me dijo que cuando no tuviéramos la pelota me cerrara para recuperarla”, reconoció Gonzalo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Gracias eternas

Las despedidas son esos dolores dulces (…) que dejan un sabor amargo en la boca, una estaca clavada en el pecho y una maraña de pensamientos en la cabeza. Pero qué se le va a hacer: las historias empiezan y terminan. Y ya. A veces según lo planeado: ahí todo es felicidad y satisfacción. Y otras tantas por la fuerza o sin el desenlace deseado: acá todo es angustia y tristeza. Se acabó, Lanús: los mellizos Barros Schelotto se van -se nos van- y no se puede hacer nada. Bah, sólo rememorar y agradecer, ante todo, porque en la vida no hay peor cosa que ser un desagradecido. ¿O no?

Se van campeones. De la mano de Guillermo y Gustavo, Lanús logró la Sudamericana 2013.

Todavía recuerdo aquella conferencia en la que Guillermo se presentó en lo que sería su primera experiencia como entrenador. El panorama era desalentador: parecía tímido, hablaba lo justo y necesario, y cuando le preguntaban qué estilo tendría su equipo, repetía:“Quiero que juegue bien al fútbol, que tenga actitud y ganas de ganar”. Poco y nada, no llenaba. Eso sí, aquel martes 10 de julio de 2012 el mellizo le marcó el terreno al mundo del fútbol:“A partir de hoy desde las 10 de la mañana soy el técnico de Lanús. Me preocupa nada más que Lanús”. Y sería así durante casi tres años y medio. Lealtad a la palabra.

Si bien es cierto que la institución es lo más importante que hay y que está por encima de cualquier nombre, los Barros Schelotto dejan para la posteridad una huella imborrable en esta parte del Sur del Gran Buenos Aires. Instalaron su mentalidad ganadora y armaron un equipo respetado por todos, que logró la Copa Sudamericana 2013 y un histórico cuarto puesto del ranking mundial. De la mano de ellos, Lanús coqueteó con la gloria muchas veces más, a nivel local e internacional, pero las malas decisiones -propias y ajenas- y el destino se lo impidieron. Merecieron más de lo que consiguieron.

Las imágenes van y vienen por la cabeza. Se entremezclan. Hay algunas que duelen y que prefiero olvidar para siempre, como la del traspié en Belo Horizonte contra Atlético Mineiro, en esa Recopa que arañamos, o la del papelón hecho en Japón, en esa Suruga Bank que hoy tendría que estar en la vitrina del club. Pero ya está, no reniego de lo que no tengo. Me quedo, más allá de la tercera estrella, con esa sensación única y hermosa de ir confiado a cualquier cancha de Sudamérica. A modo personal, nunca antes lo había sentido así.

Ya está… Poder decir ‘adiós’ es crecer. Se acabaron las discusiones interminables y acaloradas por justificar aquellas situaciones que -pensándolas en frío- quizás eran indefendibles. Después de esta serie definitoria frente a Gimnasia y Esgrima La Plata, no habrá más mellizos. Será difícil acostumbrarse a mirar hacia el banco y no verlos ahí, reclamándole al cuarto árbitro lo que creían que era justo. Siempre defendiendo a capa y espada a Lanús y a sus jugadores. Desde el primer día y hasta el último. Por eso, gracias Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. Gracias eternas. Los extrañaremos. Y los esperamos.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

“Lo único que interesa”

Matías Ibáñez aseguró que el plantel tiene la cabeza puesta en la final de la Liguilla Pre-Sudamericana frente a Gimnasia y Esgrima La Plata a pesar de los rumores sobre el futuro del cuerpo técnico. “Hay que pasar, trataremos de sacar una ventaja de local”, insinuó el arquero.

Todo o nada. El Grana cierra la temporada buscando el boleto a la próxima Sudamericana.

Luego de derrotar a Newell’s en La Fortaleza, Lanús se aseguró la chance de jugar dos partidos más para conseguir el boleto a la próxima edición de la Copa Sudamericana. Es el último objetivo que quedó al alcance del Granate en este 2015 que trajo más de un dolor de cabeza a pesar del entusiasmo que generó el año Centenario. Y es en lo único que piensa actualmente el plantel a pesar de los rumores sobre el futuro del cuerpo técnico de los mellizos Barros Schelotto. Al menos eso dejó entrever Matías Ibáñez, quien termina la temporada como titular tras ganarle el puesto a Fernando Monetti.

-El objetivo de ingresar a la Copa Sudamericana todavía está latente…

-Sí, seguro. Tenemos dos finales por delante y trataremos de pasar de ronda para clasificarnos, que es lo más importante. Tenemos la cabeza puesta en Gimnasia, que es un rival que tiene el mismo objetivo que nosotros y que hizo las cosas bien durante el año. El que gane esta fase pasará. Trataremos de sacar una ventaja de local.

“No tenemos la posibilidad de decidir… Si tuviéramos que elegir, nos gustaría que siguieran, pero es una decisión de los dirigentes y de ellos”.

-¿Preferían otro rival para definir adentro o les daba lo mismo?

-Y… la verdad es que hay que pasar, sea el que sea: Aldosivi o Gimnasia. Hay que ganar para clasificar. Es lo único que nos interesa.

-Guillermo destacó que por momentos contra Newell’s recuperaron el fútbol que buscan. ¿Quedaron conformes?

-Sí, aunque después de que erramos el penal ellos descontaron y se nos complicó un poco. Con el hombre de más creo que fuimos muy superiores y merecíamos ganar el partido.

-¿Qué balance hacés del año en lo personal?

-Estoy bien, tranquilo porque uno sabe que la peleó siempre y por eso hoy tiene la posibilidad de jugar. Estoy contento y trato de disfrutarlo para que el equipo se sienta seguro. Falta para hacer un balance, una vez que terminen las cosas lo haremos.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Pipicante

Araujo está inquieto por no saber qué será de su futuro a partir de 2016, ya que su contrato con Lanús se vencerá, al igual que el de Velázquez, en diciembre. “No depende de mí, hasta ahora nadie habló conmigo. Me gustaría, a lo sumo la semana que viene, conocer qué tienen en mente”, reclamó el lateral derecho.

Un título. Es lo que cosechó Araujo en su estadía en el Grana: la Copa Sudamericana 2013.

Si bien la reciente unidad de las agrupaciones políticas trajo cierto alivio en Lanús, todavía hay algunas cuestiones que empezarán a traer dolores de cabeza en tanto sigan sin resolverse. Una de ellas tiene que ver con la continuidad (o no) de los vínculos que caducarán en diciembre: para citar un ejemplo, el de Carlos Araujo, quien -mientras se prepara para jugar el lunes la semifinal de la Liguilla Pre-Copa Sudamericana contra Newell’s- esta mañana se manifestó molesto por no tener clara su situación contractual.

“Son días de mucha incertidumbre con respecto a mi futuro. Espero seguir, pero no depende de mí. Ni siquiera pregunté si ya están en condiciones porque supongo que se debe estar acomodando todo (lo político). Mi representante se encargará de dialogar con los dirigentes, pero hasta ahora nadie lo hizo conmigo”, dijo -con un fastidio indisimulable- Pipi. Y se explayó: “Es muy difícil predecir algo porque hay un cambio en la dirigencia y tampoco se sabe si continuará el técnico. No sé qué tendrán en la cabeza los dirigentes. Me gustaría, a lo sumo la semana que viene, saber qué tienen en mente”.

“Trato de ser lo más profesional posible hasta el último día de mi contrato. Estoy tranquilo y ojalá siga acá, de lo contrario tendremos que conseguir algo. Dios dirá, hay que esperar”.

A diferencia de Maxi Velázquez, el otro referente del plantel cuyo contrato también se vencerá a fin de año, Araujo pasó de ser una pieza indispensable de la defensa a perder el puesto. De hecho salió en el entretiempo del partido ante Boca en San Juan por la semi de la Copa Argentina y no recuperó nunca más su lugar. “Son decisiones del DT y hay que respetarlas porque hay un grupo muy sano. No estoy acostumbrado a estar en el banco y me molesta. Si a uno no le molestara no tendría que jugar al fútbol. Desde el lado que me toque a mí siempre apoyaré y desearé lo mejor”, reconoció el lateral mendocino de 33 años.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Acá mando yo

Fritzler resaltó la importancia de hacer valer la localía en la semifinal de la Liguilla Pre-Copa Sudamericana que Lanús afrontará contra Newell’s en La Fortaleza. “Es un buen equipo para jugar y para que salga un lindo partido porque el que no gane se quedará afuera. Ojalá la gente venga a alentar”, se ilusionó el Polaco.

Todo confirmado. El próximo encuentro del Granate será el lunes 23 a las 21.30 en Arias y Guidi.

Mientras los Barros Schelotto ponen a punto al equipo y recuperan a sus soldados averiados, Lanús tiene confirmado el día y el horario de su próxima cita. Será el lunes 23 a las 21.30 en La Fortaleza, frente a Newell’s, por la semifinal de la Liguilla Pre-Copa Sudamericana. La última vez que se vieron las caras fue hace muy poco, el sábado 31 de octubre, cuando el Granate rescató un empate sobre la hora gracias a la excelsa pegada de Víctor Ayala. Ahora será a matar o morir, ya que sólo pasará uno de los dos y no habrá lugar para una igualdad.

“Es un compromiso importante y será difícil… Es un buen equipo para jugar y para que salga un lindo partido porque sabemos que el que no gane se quedará en el camino. Ojalá aprovechemos la localía y que la gente venga a alentar”, se esperanzó Matías Fritzler, uno de los referentes principales del plantel de GBS. Y explicó: “Tendremos que hacer las cosas futbolísticamente mejor para tener más posibilidades. Nos enfrentamos hace poco, pero ahora es diferente porque es una instancia decisiva. Habrá más recaudos y será mucho más parejo”.

Luego de la eliminación contra Boca en la semi de la Copa Argentina, la única meta a la que aspira Lanús en este 2015 para el olvido es el boleto a la próxima edición de la Sudamericana, certamen que ganó en 2013 de la mano de los mellizos. “Entrar a una competencia internacional es un objetivo que se consigue seguido y por eso se le da un poco menos de importancia, pero para nosotros tiene mucha”, expresó -tajante- el Polaco. Y remarcó la trascendencia de jugar en su casa: “Por ahí tuvimos algunos partidos de local que no conseguimos resultados, pero depende de nosotros que se haga valer la localía”.

domingo, 8 de noviembre de 2015

“No me importa”

Ayala terminó como uno de los goleadores de Lanús en el campeonato local aunque lo minimizó. “Estoy para colaborar con el equipo. Me interesa que ganemos y que juguemos bien”, valoró Víctor. Y coincidió con Guillermo en el pedido a AFA para que se juegue un desempate ante Racing para definir la plaza a la Libertadores que da la Copa Argentina.

Ahora, la liguilla. El Grana espera rival para ir en busca de la clasificación a la Sudamericana.

Es un dato que refleja clarísimo lo que fue el andar de Lanús en este 2015 para el olvido, al menos en lo que se refiere a la parte futbolística. Que Víctor Ayala haya finalizado el torneo local como uno de los goleadores del equipo no es demasiado alentador. Al contrario, denota que al Granate le hizo mucha falta un centrodelantero de jerarquía para estar a la altura de las expectativas.

El volante paraguayo de 27 años, que terminó el semestre como un lateral derecho improvisado, convirtió cinco tantos a lo largo de las 30 fechas e igualó la barrera de Lautaro Acosta y de Lucas Melano, quien emigró a la MLS estadounidense a mitad de año. Las víctimas de Ayala fueron Gimnasia y Esgrima La Plata, Boca, Tigre, Colón y Newell’s.

-No hicieron un gran partido frente a Sarmiento, pero era fundamental conseguir un triunfo…

-Exactamente. Para nosotros era importantísimo ganar, siempre lo es. Logramos una victoria después de mucho que nos pone súper bien. Los objetivos ahora son otros: tratar de meter a Lanús nuevamente en un certamen internacional. Después sí, vamos a descansar y a pensar en el siguiente semestre. Hay que dar vuelta esta página que nos tocó.

-Este año jugaste en varias posiciones y finalizaste el campeonato local como el máximo artillero del plantel (5) junto con Acosta y Melano. ¿Qué te parece?

-Yo estoy para colaborar con el equipo, me encanta eso. Si bien terminé como goleador, a mí no me importa. Me interesa que ganemos y que juguemos bien. No importa en qué posición juegue sino rendirle al equipo. Trato de hacerlo de la mejor manera.

-Guillermo dejó la puerta abierta a tener que jugar un desempate contra Racing para definir la clasificación a la próxima Libertadores por la plaza que da la Copa Argentina…

-La verdad es que hay que ver cómo terminó cada equipo en la Copa Argentina, no otra cosa… Los dos llegamos a la semifinal, pero nosotros tenemos más diferencia de gol que ellos. Ojalá que juguemos el partido extra, sería importantísimo y muy lindo entrar. El club se caracterizó siempre por pelear su lugar en la Libertadores y la Sudamericana, y este año no queremos ser la excepción. Por eso pusimos todo lo que se debía para ganar este partido, estar bien en la Liguilla y definir en casa en el primer duelo.

-¿Van a hacerle algún pedido especial a la dirigencia para que solicite que se juegue ese supuesto desempate?

-Es un tema de los directivos. Lo merecemos tanto nosotros como Racing. Acá no hay que mirar qué equipo terminó mejor posicionado en la tabla del torneo. Pensá qué habría pasado si Atlético Tucumán, que es de otra categoría, terminaba en las semifinales de la Copa Argentina… Creo que sería justo disputar un encuentro extra. Es lo lógico, lo justo y necesario para ambos.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Maxi análisis

Velázquez asumió su rol de referente y se refirió al camino que transita Lanús en la recta final de su año centenario. El lateral zurdo hizo hincapié en las frustraciones deportivas, el futuro político del club y su deseo de seguir un tiempo más para retirarse con la camiseta granate. Palabra de capitán.

Todo tiene un final. El contrato de Maxi en Lanús finaliza en diciembre. ¿Seguirá o dirá 'adiós'?

El año del Centenario Granate entra en la recta final y Lanús no alcanzó ninguno de los objetivos futbolísticos que se había trazado para este momento tan importante de su vida. Lo único que le queda a mano para cerrar la temporada con una leve sonrisa es el boleto a la próxima edición de la Sudamericana. Parece poco para un plantel que se armó con la intención de conseguir esa cuarta estrella tan anhelada, pero es lo que hay. Y aunque a muchos hinchas no les seduzca tanto la simple clasificación a un certamen internacional, para otros es una meta para nada despreciable.

“No es algo para minimizar más allá de que el piso está muy alto y el objetivo es salir campeón. Llegué acá hace diez, doce años y en ese tiempo no se jugaban las copas. No hay que echarlo de menos más allá de que se haya acostumbrado a otra cosa. Es prestigio para todos”, puntualizó Maxi Velázquez, capitán del plantel actual de los mellizos Barros Schelotto y símbolo de la institución. Y reflexionó: “Es un momento raro, al cual no estamos acostumbrados, pero hay que saber cómo vivirlo. De alguna manera hay que convivir con eso”.

-¿Qué sentís cuando agarrás la tabla y ves la posición que ocupa Lanús?

-No está bueno y no queremos verlo ahí. Lamentablemente no podemos mejorar mucho más que eso ahora, hay que replantearse muchas cosas. Todavía no terminó el año, pero ya hay que pensar en lo que se hizo mal porque no tenemos un plantel para estar en este lugar. Y el club tampoco se lo merece.

-¿Y ya analizaste un poco qué fue lo que se hizo mal?

-Tuvimos vaivenes y me parece que sentimos el recambio que hubo en el plantel. Lo pagamos caro porque cuando entramos en algunos baches no salimos adelante. Eso fue lo principal.

-¿A ustedes les afectan tanto los rumores acerca del futuro del cuerpo técnico?

-No nos tendrían que afectar, pero no está bueno que se hable de la continuidad de Guillermo o que lo quieran otros equipos. De todas maneras sabemos cómo es el fútbol argentino, hay poco respeto en ese sentido y uno ya se acostumbró.

-Y justo se da que no sólo se termina el contrato del cuerpo técnico sino también el de algunos jugadores y hasta hay movimiento en la parte política…

-Sí, hay un cambio importante en el club y me parece que nunca hubo estos problemas que hay. Bah, me parece, no recuerdo bien. Yo realmente no estoy muy al tanto de todo. Después del año que pasamos hay que terminar de la mejor manera para encarar el que viene.

-Como referente de Lanús, ¿cómo ves lo que está pasando en el aspecto político?

-No estoy muy al tanto, sé que hay algunas diferencias y no me gusta mucho meterme en estas cuestiones. Lo que sí me animo a decir es que lo mejor para todos es la unión del club, así que esperemos que se llegue a un acuerdo entre las dos partes.

Uno de los vínculos que finaliza en diciembre es precisamente el de Maxi Velázquez, quien regresó en febrero de 2012 luego de un paso fugaz por Independiente, en el que fue resistido por los hinchas del Rojo a pesar de la obtención de la Sudamericana 2011. “Voy a seguir jugando al fútbol, me gustaría que sea en Lanús; retirarme acá. Se me vence el contrato y todavía no charlé nada, pero es la idea. No sabemos qué pasará mañana”, reveló el histórico lateral zurdo de 35 años, que suma más de 300 presencias y dos títulos con la camiseta granate. 

miércoles, 28 de octubre de 2015

“Estábamos destruidos”

Araujo se mostró dolido por la reciente eliminación de Lanús en la Copa Argentina a manos de Boca. “No le encontramos nunca la vuelta, pero no fue por la actitud. Lo sentimos mucho. Nos rompemos el alma hasta en los entrenamientos para superarnos”, aseguró el lateral derecho.

Se terminó. El Granate de los Barros Schelotto cierra el año sin alcanzar las metas trazadas.

La herida sigue abierta y parece que pasará mucho tiempo hasta que sane por completo. La pálida imagen que dejó Lanús en la semifinal de la Copa Argentina contra Boca fue un golpe duro para el plantel de los mellizos Barros Schelotto. Y, por otro lado, generó mucho malestar y desilusión entre los hinchas del club del Sur del Gran Buenos Aires. Es que restan tan sólo dos compromisos para que finalice la temporada 2015, la del año del Centenario Granate, y la única meta que hay en la mira es el posible ingreso a la próxima Sudamericana. Parece demasiado poco para un plantel que se armó con la expectativa de alcanzar otro título, pero es lo que quedó a mano.

-El objetivo pasó a ser la clasificación a la Copa Sudamericana, ¿no?

-Sí, el deseo es seguir con la línea esta de clasificarnos a los torneos internacionales. Hay que relajarse para tratar de terminar el torneo local de la mejor manera posible e ingresar a la copa.

-Al equipo le costó levantarse después de la eliminación en Uruguay frente a Defensor Sporting. ¿Tan duro creés que fue para ustedes?

-Sí, fue un golpe muy duro. Nunca pensamos que lo sentiríamos tanto. No recuperamos nunca el nivel que traíamos hasta ahí, pero bueno… son rachas. Nos cuesta, pero tenemos la tranquilidad de que nos matamos en cada entrenamiento para superarnos.

-Tanto Acosta como Fritzler coincidieron en que no hubo falta de actitud en la derrota contra Boca por la semifinal de la Copa Argentina.

-Yo los invito a todos a que vean cómo cada uno se rompe el alma entrenando hasta en los entrenamientos, mismo en los partidos. El otro día no le encontramos la vuelta en ningún momento, pero no fue por la actitud. Cuando terminó estábamos todos destruidos, incluso en los dos días libres que tuvimos el fin de semana. Eso significa que lo sentimos mucho.

-¿Pensás que el arbitraje tuvo un poco de incidencia en el resultado?

-No, no… No hay que poner de excusa al árbitro porque no hicimos un buen encuentro. Lo que más me preocupa a mí es el rendimiento del equipo. Ojalá lo recuperemos lo antes posible.

sábado, 24 de octubre de 2015

Hasta cuándo

La vuelta a casa me encuentra una vez más con un fastidio imposible de disimular, con un sabor tan amargo como ese primer mate de la mañana que me dejó un agujero en el estómago. Para colmo, esta vez el regreso hacia el principado de Lanús es más tedioso que de costumbre, mucho más cruel. Los viñedos que cercan la Ruta Nacional 147 son hermosos y las montañas de la precordillera que se asoman en el horizonte son imponentes, pero poco me importan. Como tampoco me interesó haber viajado sin dormir hasta Mar del Plata y no haber visto la arena ni el mar, sólo para acompañar a eso que no todos ven, que muchos no comprenden, pero que me empuja a vivir. A seguir latiendo hasta el final.

Ni siquiera sirvió haber pasado la noche en un hostel sanjuanino, una decisión tomada de antemano, desconociendo el posible desenlace de una historia que ya viene torcida desde hace rato. Un año y medio, por lo menos. La trama y los protagonistas son siempre los mismos, lo único que cambia es el escenario: La Fortaleza, el estadio de Defensor Sporting de Montevideo, el José María Minella de MDQ o el Bicentenario de San Juan. Bah… Vos agarrá un globo terráqueo y giralo con fuerza (con actitud, no con violencia). Apoyá el dedo índice donde se te ocurra y sonreí. No te sorprendas: allí estaremos, con nuestra ilusión a flor de piel.

Fin. Así de mal concluye la temporada para Lanús: adiós a la ilusión de ganar la Copa Argentina.

Esas caritas de angustia que buscan consuelo en otras miradas amigas son siempre las mismas, pero también son cada vez menos. Porque algunos se hartaron, se cansaron de deambular cabizbajos en tribunas que quedan cada vez más grandes. Y no está mal, es entendible. Cada uno asimila los golpes como puede: están los masoquistas que agachan la cabeza y están los que prefieren alejarse por un tiempo para no hacerse más daño. También están los que manifiestan su bronca con insultos hacia los posibles responsables de su dolor. Y bueno: cada cual pisa como quiere y tiene su razón de ser. ¿O no?

Entre curva y contracurva, y bajo una lluvia que profundiza la angustia, uno para la pelota un segundo (con la cara interna, para que no pase por debajo de la suela y se vaya afuera) y se pregunta hasta cuándo aguantará el corazón. Porque las deudas se financian en cuotas que se comen el sueldo y los cachetazos en la cara se maquillan con balances positivos y autocríticas que llegan tarde, cuando ya no sirven ni para la gilada.

Hasta cuándo voy a soñar con ese bombazo de mitad de cancha y el posterior empate lapidario que Bolívar se llevó hacia su altura de La Paz en la Libertadores 2014. Hasta cuándo durará este maldito año Centenario en el que ni siquiera podemos ponernos de acuerdo para seguir todos con la unidad que nos llevó al top 4 del ranking mundial. Mi corazón no se conforma y me pregunta hasta cuándo vamos a dejar que pase el tren. No sé ustedes, pero yo no quiero mirarlo más desde el andén. La puta madre, Grana. Hasta cuándo. No aguanto más.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Paragua renovado

Gustavo Gómez se tiene fe para la semifinal de la Copa Argentina que jugarán el viernes frente a Boca en San Juan. “Hicimos buenos partidos y ellos vienen un poco golpeados. Es un gran equipo, pero nosotros tenemos lo nuestro”, sostuvo el marcador central guaraní, que extendió su vínculo con Lanús hasta junio de 2019.

Gómez 2019. El Granate se aseguró esta mañana la continuidad de una de las joyas de su plantel.

La ilusión que desvela a todo Lanús de avanzar a la final de la Copa Argentina no sólo radica en el desequilibrio que pueda aportar Lautaro Acosta sino que también se ampara en la solidez defensiva que garantiza Gustavo Gómez. Si el Laucha es el as de espadas del mazo de Guillermo, el paraguayo es el ancho de bastos. Además de ser el caudillo y la voz de mando de la última línea, el marcador central tiene una notable presencia en el área de enfrente cuando va a buscar en las pelotas paradas. De hecho es el goleador del equipo en la actual edición de esta competencia con tres festejos.

“Para nosotros es un partido importantísimo, es como una final. Nos enfrentaremos a un gran equipo como Boca, pero también tenemos lo nuestro. Tendremos que estar bien parados y ordenados en todas las líneas porque tiene grandes jugadores”, analizó el guaraní de 22 años sobre la semifinal que jugarán el viernes en el estadio Bicentenario de San Juan ante el Xeneize. Y acerca del desarrollo que imagina, adelantó: “Tomaremos recaudos con Tevez porque es un muy buen jugador, aunque también habrá que estar muy atentos porque tiene otros nombres importantes como Calleri”.
Gómez renovó esta mañana su vínculo con Lanús hasta junio de 2019. El defensor arribó al Sur del Gran Buenos Aires a mediados de 2014 procedente de Libertad de Paraguay y se convirtió rápidamente en uno de los referentes del plantel.

A pesar de las realidades opuestas que viven Boca y el Granate en el campeonato local, en el que el conjunto dirigido por el Vasco Arruabarrena se encamina hacia la consagración, Gómez se tiene fe para este duelo definitorio. “Hicimos partidos muy buenos en esta copa, como frente a Independiente. Trataremos de hacer lo mismo. Ellos vienen un poco golpeados por la derrota ante Racing, pero son un gran rival”, reconoció Gustavo. Y redondeó su idea: “Es mejor que vengan de esta manera porque creo que anímicamente están mal. Hay que presionarlos y aprovechar a nuestros jugadores rápidos para complicarlos”.

viernes, 16 de octubre de 2015

Te vamos a seguir...

Adonde quieras ir, Lanús. Mañana comienza la venta de entradas anticipadas para la inminente semifinal de la Copa Argentina ante Boca, que se disputará el viernes 23 a las 19 en el Estadio Bicentenario de San Juan. El equipo de los mellizos Barros Schelotto se juega el año y necesita el apoyo de sus hinchas. No te quedes afuera.

A todo o nada. El Granate se juega el año en San Juan contra Boca y necesita de su gente.

El destino quiso que éste fuera el partido más importante de Lanús en 2015, justo el año de su tan esperado (y celebrado) Centenario. El destino o ese algo -no se sabe qué- que mueve los hilos en el fútbol: la suerte, el azar, las malas decisiones. Vaya uno a dilucidar bien qué. Lo concreto es que la arena cae grano a grano hacia el fondo del reloj y el margen que resta para la gran semifinal de la Copa Argentina frente a Boca es cada vez menor.
Es ni más ni menos que el objetivo máximo de la temporada. La posibilidad para tirar la puerta abajo e ir en busca de la anhelada cuarta estrella.
La cita ya está confirmada… Viernes 23, a partir de las 19, en el Estadio Bicentenario de San Juan. Allí jugarán el Xeneize, que ya tiene encaminada su consagración en el torneo local, y el Granate, que llega a esta instancia luego de dejar en el camino a Atlético Tucumán, Nueva Chicago, Independiente y Vélez. El equipo de los mellizos Barros Schelotto convirtió ocho goles y recibió sólo uno (de penal). Por la otra llave se enfrentarán en Salta Racing y Rosario Central.

La venta de entradas anticipadas para los hinchas granates comenzará mañana a las 9 y se extenderá hasta las 17 en el polideportivo de Arias y Guidi. El expendio de tickets continuará el lunes, martes y miércoles de la semana que viene de 10 a 20 hs. El valor de cada popular es de $150.

miércoles, 14 de octubre de 2015

“Me siento uno más”

Marchesín pasó por La Fortaleza antes de emprender su regreso a México y aprovechó para reafirmar el vínculo afectivo que lo une a Lanús. “Soy un agradecido y el cariño es muy grande. Ahora me encuentro a la distancia, pero sé que algún día voy a volver”, sostuvo el arquero, que fue citado por Martino para afrontar con la Selección Argentina la doble fecha de las eliminatorias.

Referente. Marche dejó una huella imborrable en el Sur: fue campeón y dio siempre el máximo.

Un amor como el que él siente por Lanús no morirá jamás. No desaparecerá porque es eterno. Y la distancia sólo genera que el deseo de que quiera volver a verlo sea cada vez más fuerte. Por eso Agustín Marchesín aprovecha cada visita al país -por exigua que sea- para ver a sus ex compañeros y a la gente que tanto lo extraña. En esta oportunidad, el motivo de su regreso fue la convocatoria al debut de la Selección Argentina en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. Y antes de emprender el vuelo hacia México para continuar la temporada con Santos Laguna, pasó por La Fortaleza. Por su casa.

“Estoy muy contento de venir a saludar a los chicos y a las personas que trabajan en el club. Soy un agradecido”, explicó Marche, quien estuvo en el banco de los suplentes en el Monumental ante Ecuador y en Asunción contra Paraguay. El arquero de 27 años, campeón con el Granate de la Copa Sudamericana 2013 y uno de los máximos ídolos contemporáneos de la historia del club, se ganó la confianza de Gerardo Martino gracias a sus actuaciones sobresalientes en el fútbol mexicano.

-Por lo que se aprecia en las redes sociales, estás muy pendiente de todo lo que sucede en Lanús.

-Sí, le agradezco al club que siga en contacto conmigo para eventos tan lindos e importantes. Todos saben lo que quiero a esta institución… Es bueno ayudar y ser parte. A pesar de que hoy no estoy adentro, me siento uno más porque viví cosas increíbles. Por eso el cariño es muy grande. Siempre dije que vine como un desconocido durante mucho tiempo y me terminé haciendo hincha por lo que pasé y defendí acá. Ahora me encuentro a la distancia, pero sé que algún día voy a volver.
“Es una competencia sana. Sé que hay más arqueros que podrían estar, pero obviamente van sólo tres y el DT me escogió en este momento a mí. En la próxima convocatoria decidirá si prueba con otros o no. Me gusta ser parte de este proceso y Dios quiera que continúe”.

-¿Y cómo hacés para seguir los partidos del equipo desde México?

-Trato de mirarlo mucho, aunque a veces no coinciden los horarios. Estoy siempre ahí… Sufrí con la eliminación de la Sudamericana, pero ahora está la Copa Argentina y Dios quiera que la gane. Voy a hacer fuerza. Me quedé con muchas ganas de viajar a San Juan para verlo contra Boca. Creí que iba a tener la posibilidad porque había visto en un principio que el partido caía justo en estos días libres, pero era el de Mar del Plata. Me dolió no tener un encuentro de local para venir a acompañar a los chicos.

-¿Cuál es tu aspiración para lo que sigue en tu carrera? ¿Es una ilusión jugar en Europa?

-Sí. Obviamente estoy con un presente muy lindo en Santos Laguna y la gente me trata muy bien, por eso estoy muy cómodo y agradecido. Es un club que me dio la chance de jugar afuera y yo soy muy respetuoso para tomar las decisiones. Así lo fui con Lanús. Saben que las determinaciones a veces no pasan por uno, como me pasó en su momento cuando tuve que salir de acá.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Alta Laucha

Acosta está listo para jugar luego de recuperarse del desgarro en el isquiotibial derecho que había sufrido en la visita a River en el Monumental y ya avisó que tiene ganas de estar el sábado contra Vélez en la Fortaleza. ¿Vale la pena arriesgarlo teniendo en cuenta que se acerca la semifinal de la Copa Argentina frente a Boca?

17 días. Pasaron desde la lesión muscular que lo marginó de la serie contra Defensor Sporting.

Las cosas no están bien en Lanús y eso no es ninguna novedad. El año del Centenario se consume y la ilusión de conseguir la cuarta estrella se redujo al único frente en el que todavía hay chances concretas: la Copa Argentina. Mientras se define el día y la sede (sería el viernes 23 de octubre en el Bicentenario de San Juan) para enfrentarse al envalentonado Boca en la semifinal de esta competencia nacional, el Granate acaba de recuperar a Lautaro Acosta, el as de espadas de su baraja, ese que tanta falta le hizo contra Defensor Sporting en los octavos de final de la Sudamericana.

El Laucha recibió esta mañana el alta médica tras rehabilitarse del desgarro que había sufrido el domingo 20 de septiembre en el isquiotibial de la pierna derecha ante River, en el empate 1 a 1. Pasaron 17 días desde aquella lesión que lo obligó a abandonar el campo de juego del Monumental sobre el cierre del primer tiempo. Y está listo para pegar la vuelta… pero, ¿para cuándo? ¿Para recibir el sábado a Vélez por el campeonato local? ¿O directamente para el duelo decisivo contra el Xeneize por la Copa Argentina? Si dependiera de él, jugaría contra el Fortín. ¿Vale la pena arriesgarlo otra vez?

-El objetivo pasó a ser la semifinal de la Copa Argentina contra Boca, pero antes está Vélez. ¿Vas a trabajar distinto teniendo en cuenta que volvés de una lesión muscular?

-Y, no sé, no sé… mis ganas de jugar están siempre. Es una realidad. Yo frente a River jugué porque quise, no había nada raro. Incluso llegaba con una semana de descanso. Por ahí un mal movimiento me llevó a desgarrarme, pero hacía bastante que no me lastimaba los isquiotibiales. No sé cómo actuaremos ahora, dependerá del cuerpo técnico. Ya estoy en condiciones.

-¿Boca es el rival más difícil por el presente que atraviesa?

-Seguro. Es un gran equipo, aunque sabemos que primero tenemos que recibir a Vélez. Hay que ganar en el torneo para llegar con una victoria a la Copa Argentina, así que por ahora nos enfocamos en el partido del sábado. Es fundamental lograrlo.

-Y está la posibilidad de que Boca llegue a esa semifinal como campeón del fútbol argentino. ¿Te daría lo mismo o preferís que no pase?

-Me da lo mismo. Nosotros tenemos que hacer lo que intentamos en todas las canchas. Si nos concentramos en lo nuestro, tendremos más posibilidades de ganarle.

-¿Se plantea distinto el partido por ser de eliminación directa?

-Y sí, porque es definitorio. Uno tiene que ganar porque si no se queda afuera en una instancia tan importante como una semifinal de copa.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Con una baja importante

Así llega Defensor Sporting para recibir mañana a Lanús en la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana. El zaguero De Los Santos sufrió el fin de semana una lesión grave en la rodilla izquierda y será reemplazado por un juvenil. Además el DT Juan Tejera tiene entre algodones a Scotti, Cardacio y Lozano.

Ahora en casa. La Violeta tratará de hacer valer en su estadio la igualdad conseguida en la ida.

Luego del empate sin goles que se trajo el último jueves de La Fortaleza de Lanús, Defensor Sporting buscará mañana abrochar la clasificación en su estadio a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Para eso tendrá que vencer por cualquier resultado al conjunto del Sur del Gran Buenos Aires o igualar en cero e imponerse luego en los penales. El partido comenzará a las 21 y será dirigido por el árbitro chileno Enrique Osses.

La doble competencia lo tiene a maltraer al conjunto uruguayo, que llega con uno de los baluartes de su equipo descartado por una lesión grave: Guillermo De Los Santos, clave en la defensa, quien sufrió la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda en la igualdad del pasado fin de semana contra el recién ascendido Villa Teresa, como local y por la fecha siete del Torneo Apertura. El marcador central, que tendrá -como mínimo- para seis meses de recuperación, será reemplazado por el juvenil Guillermo Fratta.

Y no es la única preocupación que ronda por la cabeza del entrenador Juan Tejera, quien sabe que tiene entre algodones al experimentado Andrés Scotti, con un cuadro gripal, a Mathías Cardacio, con molestias en una de sus rodillas, y al volante ofensivo Brian Lozano, quien recibió un golpe en la ida. Estos tres llegarían con lo justo al encuentro decisivo contra el Granate. “Ya llevamos en 46 días doce partidos y ahora serían trece en 48, 49 días”, se lamentó el DT. Para colmo, el elenco violeta visitará el domingo a Nacional, líder del campeonato que lo aventaja por tres puntos.

La probable formación, entonces, de Defensor Sporting para recibir mañana a Lanús sería Martín Campaña; Emilio Zeballos, Andrés Scotti, Guillermo Fratta, Sebastián Ariosa; Mathías Cardacio, Mauro Arambarri; Brian Lozano, Felipe Rodríguez, Facundo Castro; y Héctor Acuña.