lunes, 22 de octubre de 2012

El mea culpa de Maxi

El arrepentido. Velázquez se mostró apenado por su expulsión ante Atlético de Rafaela.

Está comprobado científicamente que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Ya sea por negligencia o por motu propio, el ser humano es la criatura idónea por excelencia en repetir yerros y coyunturas perjudiciales para su existencia. Un ejemplo elocuente de este silogismo, o algo parecido, es la expulsión que sufrió Maxi Velázquez en la visita de Lanús a Atlético de Rafaela. Que un jugador vea la tarjeta roja por acumular dos tarjetas amarillas no es algo inédito o sacado de un cuento de hadas, pero el trance es diferente si ese mismo sujeto justo regresaba a su faena luego de haber sido penado por una falta semejante. Y es más reprensible aún si en su bagaje hay una considerable cantidad de partidos disputados en Primera.

“Estoy caliente conmigo mismo. La verdad es que lo que me pasó ayer no lo digerí todavía. Estoy pasando un mal día. Pero es una cagada mía (sic) y me tengo que hacer cargo”, reconoció Maxi en diálogo con Grana Deportivo (Am 1140 – Radio Independencia). A la espera de la sanción que le dará el Tribunal de Disciplina de AFA, organismo que tranquilamente podría considerarlo reincidente por su reciente expulsión ante All Boys, el defensor entrerriano aseguró que no le sorprendería que este episodio le costase su lugar en la alineación titular. “Ahora me la tengo que comer (sic). Me va a costar mucho y por ahí pierdo el puesto. Pero bueno, yo voy a seguir metiendo y apoyando a mis compañeros”, agregó, con semblante apenado, el dueño de la camiseta 25.

Sabe Velázquez que su relación con el simpatizante granate ya no es la misma de los años anteriores. De hecho, su conflictiva salida a Independiente y el festejo deliberado del gol que le convirtió al Lanús de Gabriel Schurrer marcaron un antes y un después en ese vínculo estrecho que había forjado a base de buenas actuaciones y de la consagración en el Apertura 2007. Pero él mantiene la esperanza y el entusiasmo de revertir esta situación: “Nunca me voy a entregar. Yo siempre la peleé, en todo momento… Esta es una piedra más en el camino y la voy a tener que saltar”. Que así sea, Maxi. Y que no se repita; por tu bien y, sobre todo, por el bien del club. Y acordate que, como decía Cicerón, de humanos es errar y de necios es perseverar en el error.

sábado, 20 de octubre de 2012

Un cambio y una baja sensible

Todo ok. Guillermo tiene el equipo listo para visitar a Atlético de Rafaela.

El regreso de Maximiliano Velázquez por Luciano Balbi será la única variante que realizará Guillermo Barros Schelotto en Lanús para visitar mañana, a partir de las 17.15 y con el arbitraje de Germán Delfino, a Atlético de Rafaela. El conjunto granate buscará hilvanar dos victorias consecutivas por primera vez en el Torneo Inicial y, de yapa, conseguir tres puntos que lo acerquen un poco más a Newell’s, el único líder del campeonato.

Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Oswaldo Vizcarrondo, Maxi Velázquez; Guido Pizarro, Matías Fritzler, Víctor Ayala; Mauricio Pereyra, Silvio Romero y Mario Regueiro serán los once que saldrán al campo de juego del estadio Nuevo Monumental en busca de la ansiada regularidad. En tanto, en el banco de los suplentes estarán Esteban Andrada, Carlos Izquierdoz, Luciano Balbi, Marcelo Herrera (bajaría a jugar el partido de la Reserva mañana a las 11), Diego González, Oscar Benítez, Fernando Barrientos y Gonzalo Castillejos.

La mala noticia para el mellizo es que no contará con Diego Valeri, quien se resintió en el entrenamiento de esta mañana de la molestia muscular que arrastraba en el posterior de su pierna derecha y se quedó en Buenos Aires. Los estudios que le hicieron al Pelusa arrojaron que tiene una pequeña distensión, motivo por el cual se tomó la decisión de preservarlo.


La Máquina Cementera tiene un Tanque que da miedo

On-fire. Mariano Pavone
Está intratable Mariano Pavone. En esta oportunidad, el delantero oriundo de Tres Argentos convirtió un gol en el empate 2 a 2 entre su equipo, el Cruz Azul, y el Tijuana que dirige Antonio Mohamed. El partido, correspondiente a la 14ª fecha del torneo Apertura mexicano, se disputó anoche en el Estadio Caliente de los Xolos. El Tanque abrió la cuenta a los cuatro minutos del primer tiempo luego de sacar ventaja de un rebote infantil que el arquero local dio en el área chica. De esta manera, Pavone festejó por segunda vez consecutiva, anotó tres tantos en los últimos cuatro encuentros y lleva seis gritos en la tabla de los goleadores (está a uno del ecuatoriano Cristian Benítez). Sigue en llamas...

lunes, 15 de octubre de 2012

Atlético de Rafaela también tiene su fortaleza

El Nuevo Monumental. Su terreno de juego es el más chico de los de Primera: mide 95 x 60 mts.

Ostenta un funcionamiento basado en el buen trato de la pelota. No abusa de los envíos largos sino que prioriza el toque cortito y a ras del piso. Tiene un entrenador joven y con ideas claras. Y en comparación con sus presentaciones en el prólogo del Torneo Inicial, su rendimiento se ha incrementado notablemente. Tales referencias ensamblan perfectamente con el presente que atraviesa el Lanús de Guillermo Barros Schelotto. Pero no. En este caso, la alusión es para Atlético de Rafaela, que justamente será el próximo escollo que tendrá que sortear el Granate en su camino hacia la anhelada regularidad.

Será una visita riesgosa para el equipo del mellizo, no sólo porque el conjunto santafesino juega bien y viene en alza a pesar de la reciente caída ante Independiente, sino porque se aprovecha de las peculiares dimensiones del terreno de juego de su estadio. El field del Nuevo Monumental es el más chico de los de Primera (95 x 60 mts.), incluso más que el de All Boys (100 x 60) y el de Argentinos (100 x 66), pormenor que dificulta el normal desempeño de sus comensales. De hecho, de los cinco partidos que ha jugado en su casa, la Crema ganó tres y empató dos. Otra verdadera fortaleza. Y una estadística que amedrenta…

“Es una cancha dificilísima para todos los rivales. Me tocó en una temporada defender esos colores y los resultados eran generalmente positivos”, contó Carlos Araujo, quien vistió la camiseta de Atlético entre 2002 y 2004. Y dio más detalles: “Si perdés la pelota en el medio ellos se encuentran con tu arco de repente. En una jugada elaborada llegás inmediatamente”. Encima, la última vez que Lanús visitó Rafaela (1° de octubre del año pasado) cayó por 2 a 1 y sufrió las expulsiones de Mario Regueiro y de Carlos Izquierdoz. Un antecedente que no entusiasma en lo más mínimo, pero que habrá que tener en cuenta para no reiterar errores.

sábado, 13 de octubre de 2012

“Trabajar sin Guillermo no sería lo mismo”

Gustavo Barros Schelotto asegura que la excelente relación que tiene con su mellizo es clave para desempeñarse en su rol. Conocé al personaje que hay detrás del ayudante de campo de Guillermo. 

Su mano derecha. Gustavo, al costado de Guille, observa el crecimiento de Lanús.

“Los hermanos sean unidos, porque ésa es la ley primera. Ya que si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera…”. Cuando José Hernández plasmó este adagio en su popular Martín Fierro, obra literaria ejemplar y muy conocida del género gauchesco argentino, nunca imaginó que en el tiempo se iba a forjar un dúo tan unido como los flecos de su pluma. La referencia, claro está, es para los mellizos Barros Schelotto, una dupla que no necesita demasiada presentación y cuya verdadera alma máter es la confraternidad. El destino quiso que fuese Guillermo quien viera la luz del mundo diez minutos antes de la venida de Gustavo. Y este primero, conforme a uno de los mandamientos innatos que se les concede a los hermanos mayores al nacer, ha sido –a su manera, obviamente- el perro lazarillo que ha acompañado a su cuate en casi todos los aspectos de la vida, sobretodo en su carrera deportiva.

Así como el fútbol los independizó a fines del siglo pasado, cuando uno se quedó en Boca para hacer historia y el otro emigró para buscar su lugar en el mundo, el presente los encuentra más unidos que nunca en una profesión que es prácticamente nueva para ambos. Y contra los pronósticos que auguraban un desenlace incierto, ya demostraron que están a la altura de semejante responsabilidad. Algunos entendidos del ambiente creen que la inteligencia de Gustavo fue el complemento ideal para la picardía de Guille. Y que así se amalgamaron los componentes sustanciales para la formación de una yunta prometedora. “Para mí es más fácil trabajar con mi hermano porque tengo una absoluta confianza para decirle todo lo que pienso, le guste o no. Sé que si se enoja, se le pasa al ratito”, admite Gustavo mientras camina por la renovada platea central de La Fortaleza. Y continúa: “Quizás con otra persona, por más buena relación que tuviera, no sería lo mismo”.

- ¿Qué sensación te genera estar en Lanús?

- Estoy muy contento y, sobretodo, cómodo. Con Guillermo tratamos de plasmar nuestras ideas en el equipo, aunque no es fácil… Hay algunas cosas que uno las puede cambiar de un día para el otro, pero hay otras que llevan más tiempo. Entiendo que en el fútbol argentino son los resultados los que obligan. Pero pienso que podremos aplicar los conocimientos que tenemos en la medida que trabajemos tranquilos y acompañen los resultados.

- ¿Cómo fue que supiste que existía esta chance para venir?

- Yo había regresado de Peñarol y mi hermano me comentó sobre esta posibilidad y algunas más del exterior. Me dijo que un periodista de Lanús lo había puesto al tanto. Pero era todo extraoficial, obviamente… Y un día lo llamó Nicolás (Russo) para que nos reuniéramos. Desde el primer momento que nos sentamos a charlar se dejaron en claro las ideas de ambas partes.

- ¿Y tuvieron que pensar mucho la decisión?

- No porque conocemos perfectamente el fútbol argentino y sabemos lo que sucede en la gran mayoría de los clubes, aunque hay algunas cuestiones interiores que uno no maneja. En líneas generales sabíamos lo que era Lanús. Lo que creíamos de esta institución antes de llegar es lo que vemos ahora. Nuestra prioridad era un club de Primera y que estuviera bien organizado. Es decir, un lugar donde tuviéramos que preocuparnos sólo por el equipo y no por otras cuestiones. Y Lanús no sólo daba esas posibilidades sino que también tenía un buen plantel.

- ¿Qué hablaron con Guillermo antes de contestar la propuesta?

- Estábamos esperando que surgiera una oportunidad para trabajar juntos. No debatimos en profundidad porque era una cuestión que habíamos discutido en muchas ocasiones y que conocíamos. Lo que trato de decir es que podemos discutir alguna acción en particular, pero los dos sabemos cómo va a reaccionar el otro ante cualquier estímulo.

- Nicolás Russo dijo que ya los tenía en mente. ¿Cómo se conocieron?

- Yo lo conocí en el 2004, cuando quiso traerme como jugador. Estuve muy cerca de venir, pero apareció el interés de Gimnasia, a donde yo no había querido regresar porque estaba enfrentado con la dirigencia. Pero luego asumieron otros dirigentes y me llamaron cuando yo tenía todo arreglado para llegar a Lanús. Entonces llamé a Nicolás y le expliqué mi situación.

- ¿Tenés idea de cuántas horas estás junto a tu hermano?

- Pasamos mucho tiempo juntos porque nos reunimos a la mañana para venir al club y generalmente nos encontramos de vuelta a la tardecita para definir algunas cosas del equipo con respecto al partido que viene o para ver detalles del rival. Igual para nosotros es un placer.

- Se nota un cambio muy importante en la personalidad de ustedes respecto de cuando eran jugadores…

- Ya somos más grandes y hay algunas cosas que hicimos como jugadores que hoy en día no tienen sentido. Una de ellas era protestar mucho. Ahora ocupamos un rol mucho más importante y no es bueno que el jugador se encuentre con un escándalo cuando mira al banco de los suplentes, ya que eso no le transmitiría ninguna tranquilidad.

- ¿Es difícil abstraerse de lo que fueron como futbolistas?

- Hay que ser realistas y saber que eso ya pasó. Ahora uno está en Lanús y tiene que preocuparse por esto que le toca. En el futuro vamos a recordar lo que fuimos cuando charlemos con nuestros amigos. Ojalá que en esas charlas también podamos sumar a Lanús.

miércoles, 10 de octubre de 2012

“Todos los delanteros atraviesan una mala racha”

Cantalo, Chino. Silvio Romero festeja su gol, el primero de Lanús en la victoria sobre Unión.

Intuición para discernir el lugar hacia donde había que desplazarse. Picardía para caminar por la cornisa del fuera de juego y engañar al hombre de la banderita traicionera. Frialdad para esperar a su oponente hasta el último instante y ajusticiarlo de la manera menos pensada. Silvio Romero sacó a relucir todo su repertorio en la jugada del primer gol de Lanús en la victoria sobre Unión. Y eso le bastó para cumplir con creces en un rol que no desconoce, pero que le resulta inusual. Es cierto que no sobresalió con una gran actuación, pero igualmente se las arregló para colmar las expectativas de Guillermo Barros Schelotto.

“Me sentí bien físicamente y creo que convertir ayudó para ratificar la confianza que me había dado el técnico. Sé que no hice un buen partido, pero el gol cambia mucho la manera de verlo porque el delantero está para eso”, reconoció el punta cordobés en diálogo con Lanús Deportivo (Am 860). Y luego aseguró que el esquema que implementa el mellizo le sienta cómodo más allá de que se desenvuelve en una posición distante a la del wing derecho: “Estoy más cerca del arco y del gol. Además me favorece que haya grandes pasadores. Lo que pretende Guillermo es que yo me maneje entre los dos centrales contrarios”.

La reaparición de Romero en el equipo fue un acierto exclusivo de GBS, ya que le dio tiempo de sobra para que se recuperara completamente del desgarro que sufrió en el prólogo del torneo. Aunque también es cierto que el melli aguardó excesivamente que Castillejos se sacara la mufa y terminase así con la sequía goleadora, situación que todavía mantiene preocupados a propios y extraños. “Siento bronca e impotencia porque Gonzalo no estaba haciendo las cosas tan mal como para salir del equipo, pero es verdad que el delantero vive del gol. Todos los nueve atraviesan una mala racha”, explicó el Chino con la misma claridad que evidenció cuando empaló la pelota por encima de Martín Perafán.

lunes, 8 de octubre de 2012

“El deseo de regresar a Lanús está siempre”

Pero aún no. "Es complicado porque sueño con pasar a otra liga", reconoce el veintitrés.

Desde la lejana y extravagante Ucrania, Sebastián Blanco habló con el Diario del Grana y contó cómo sobrelleva su vida en un país con costumbres no tan similares a las argentinas.

Un día cualquiera, en algún locutorio del barrio. El reloj marca que en la (cada vez más) calurosa Ciudad de Lanús son las seis y media de la tarde. Conectar de una manera tan rápida dos puntos que geográficamente se encuentran separados por más de 12 mil kilómetros de tierra y de agua salada nunca fue tan sencillo. Y eso que las probabilidades de equivocarse al marcar el código de área, las claves ultra secretas y el número propiamente dicho son altísimas; por no decir que es más factible pifiarle y volver a intentarlo. El tono de llamada avala las combinaciones y el personaje en cuestión tarda milésimas de segundos en atender. Luego de las reverencias cordiales y de los elogios de rutina, Sebastián Blanco (24 años) se dispone a contar los detalles habidos y por haber de su estadía en la peculiar Ucrania, donde se encuentra desde enero del año pasado, cuando tomó la ardua decisión de dejar su entrañable Lanús para sumarse al Metalist y asentarse en un país por demás excéntrico.

“Acá son las doce y media de la noche y en un rato cortan las luces de toda la ciudad”, anticipa el talentoso volante con una naturalidad que sorprende. Y revela otra singularidad un poco más lógica: “En la televisión no se entiende nada de lo que dicen por el idioma, por eso sólo miro los programas argentinos o los partidos de fútbol. Me meto mucho en una página de Internet a la que me suscribo mensualmente”. A pesar de que no se reconoce como un amante de la computadora, Blanquito admite que esta le sirvió para estar conectado con sus seres queridos. “Es una compañía permanente para alguien que está tan lejos de su país. Uso bastante el Twitter (@sebablanco23) porque hay mucha gente que me brinda cariño y uno trata de retribuírselo”, se sincera. Y enseguida añade: “A veces me preguntan cómo hago para estar conectado por la diferencia horaria (son seis horas más), pero a mí me gusta porque de esa manera estoy pendiente de lo que sucede en mi país”.

Son demasiados obstáculos los que tiene que sortear constantemente Seba Blanco para que su vida cotidiana sea más llevadera. Una de esas dificultades es adaptarse a una lengua que ni siquiera es la que predomina en el territorio que lo alberga. “La ciudad donde vivo es Járkov, que es la segunda más grande de Ucrania y está a 50 kilómetros de Rusia, por lo que el idioma es prácticamente el ruso, que es diferente al ucraniano. De cualquier manera son imposibles los dos, aunque algo hemos aprendido”, asegura el Chucky con un dejo de resignación. Y aclara que el clima es otro de los problemas principales de esa región: “He jugado en invierno con una temperatura de -26° y después en verano con 40°. Un día tuve un problemita, recuerdo que fue durante un amistoso. Se podía jugar con gorrito, pero yo no quise para ir adaptándome y terminé con las orejas quemadas, ya que es como fuego. Estuve tres días sin salir con las orejas al aire libre. Fue una cosa increíble”.

A simple vista pareciera que la travesía de Blanco por la Europa oriental comprende un sinfín de contratiempos y de preocupaciones. Pero no son todas pálidas las situaciones que suceden en su desenvolvimiento cotidiano. “En el plantel del Metalist somos seis los argentinos (NdeR: Cristian Villagra, Marco Torsiglieri, José Sosa, Juan Manuel Torres y Jonathan Cristaldo), y estamos siempre en contacto y aferrados entre nosotros. Salimos a comer a algún restaurante o nos juntamos en casa para hacer asado, aunque el de acá no se parece en nada al de Argentina. Es sólo un pedacito de carne, je…”, ironiza el jugador nacido en Lomas de Zamora. Y asevera que esos mitines son fundamentales para no sentir el exilio en exceso: “Es más que nada para pasar un rato y sentirnos un poco más acompañados. Cuando tenemos el día libre salimos de noche, ya que hay boliches como en todos lados. Uno de los inconvenientes es el idioma y la música, pero para distraernos un rato viene bien. Y el otro problema es la Policía…”.

- ¿Y eso por qué?

- Nos para siempre por la calle porque los autos de los jugadores tienen el número de su camiseta más dos ceros en la patente. Ellos saben a quiénes parar, y te persiguen durante la noche para ver si vas a comer o a tomar algo, pero sólo quieren plata. Así que están todo el tiempo. En Ucrania ese tema está un poquito peor que en Argentina.

- ¿Cómo son los entrenamientos en Ucrania?

- Acá se entrena de tarde por el invierno. No hay un horario fijo, ya que por ahí un día vas a la tardecita, comés y te quedás hasta la hora de la práctica. Por lo general empiezan a las cuatro o cinco. Se está mucho tiempo en el club aunque no nos entrenamos tanto porque se le da demasiada importancia al descanso.

- ¿Cómo es el juego? ¿En qué posición te ponen?

- Es medio raro porque se juega 4-4-1-1, pero los dos que van por afuera más el enganche y el delantero son bajitos, rápidos y ofensivos. Por eso yo juego por izquierda o por derecha, y a veces como un mediapunta. Varía un poco, pero la idea es siempre la misma: jugar de manera asociada y mezclar las posiciones para no estar tanto tiempo en una punta.

- ¿Y el Metalist cómo marcha en el campeonato?

- El equipo ahora está tercero, a un par de puntos del Dínamo de Kiev y del Shakhtar Donetsk, que es el líder. Está por empezar la Copa UEFA, que es lo que hace que uno se quede un poco más, y tenemos que enfrentar al Bayer Leverkusen. El año pasado llegamos a cuartos de final y nos quedamos afuera por un gol contra el Sporting de Lisboa. También hemos enfrentado al Olympiakos y al Az Alkmaar. Es una copa muy linda porque también bajan equipos de la Champions, como en su momento lo hicieron el Manchester City, el United y el Nápoli. 

- ¿Vivís cerca del lugar de entrenamiento?

- En auto tardo más o menos 30 minutos porque está alejado y es afuera de la ciudad. Es una base gigante con cinco o seis canchas, una de arena, más el gimnasio y el hotel donde nos concentramos y estamos todo el día. Podés quedarte toda la semana porque cada uno tiene su habitación. Cuando se entrena el equipo cierran la calle. Nuestro estadio es hermoso y hay siempre arriba de 30 mil personas.

- ¿Las canchas de allá tienen calefacción?

- No todas… Y las que tienen, deben cortarla antes de que empiece el partido. Es por eso que jugás con toda la ropa que alcances a ponerte debajo de la camiseta, pero tiene que ser del mismo color. Uno se acostumbra a esas cositas como, por ejemplo, jugar con hielo.

Los minutos pasan y la advertencia que hizo Blanco en la génesis del coloquio telefónico está a punto de hacerse realidad. Las preguntas sobre su vida cotidiana quedan en segundo plano y en uno de los márgenes de la marchita libreta de apuntes resplandece una palabra de corta pronunciación, pero de inconmensurable estima: Lanús. Y, claro, un eventual retorno en un futuro no tan lejano. “Uno está acá temporalmente y en algún momento tendrá que volver. No pienso en la vuelta al club porque es complicado, ya que uno tiene el sueño de hacer bien las cosas y de pasar a otra liga. Pero el deseo de regresar está siempre. A fin de año ya voy a tener recorrido dos años del contrato que firmé, que es por cinco temporadas. La idea es que en junio…”, alcanza a decir Seba antes del aviso que notifica que la comunicación ha finalizado. ¿Le habrán cortado la luz como anticipó? ¡Si todavía falta un suspiro para la una de la madrugada! En ese momento, una voz en el tubo explica que la tarjeta se ha quedado sin saldo. ¡Qué costoso es llamar a Ucrania! En fin… No faltarán oportunidades para los agradecimientos y, por supuesto, para indagar qué es eso que tiene en mente realizar en junio del 2013. ¿Volverá?

viernes, 5 de octubre de 2012

Engranar y ganar, ésa es la cuestión

Su chance. Silvio Romero reaparece en el equipo en reemplazo del cuestionado Castillejos.

Recibirá la visita de un huésped que a priori no se vislumbra como una amenaza capaz de poner en riesgo su bienestar cotidiano. Pero no tendrá que fiarse de la aparente carencia de su oponente porque este podría sorprenderlo y propinarle un cachetazo que ahí sí provocaría un daño irreversible. En el estreno del décimo capítulo del Torneo Inicial, Lanús chocará a las 19.10 ante Unión con la necesidad imperiosa de sumar de a tres para distanciarse de la medianía de la tabla de posiciones y acomodarse en el pelotón de los equipos que enardecerán el campeonato hasta su epílogo.

El objetivo secundario del conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto será empezar a plasmar en la red contraria un buen porcentaje de las numerosas situaciones de peligro que genera en cada partido. Es por eso que el mellizo sacará a Gonzalo Castillejos, quien festejó sólo una vez en nueve fechas, y pondrá en su reemplazo a Silvio Romero, habitual wing derecho que ahora llevará en su espalda la responsabilidad de aportar esa cuota goleadora que le hace falta a Lanús. Además, Mario Regueiro reaparecerá en lugar de Diego Valeri, en tanto que Luciano Balbi suplirá la ausencia de Maxi Velázquez.

El equipo, de esta manera, formará con Marchesín; Araujo, Goltz, Vizcarrondo, Balbi; Ayala, Fritzler; Pereyra, Pizarro, Regueiro; y Romero. Una vez que empiece a rodar la pelota se apreciará si el delantero cordobés se ubicará entre los dos centrales del elenco tatengue o si se moverá por todo el frente de ataque. Lo concreto es que los dos uruguayos que lo acompañarán en la faz ofensiva serán los principales encargados de asistirlo para que esta noche sea su noche. Y, claro, la noche de Lanús.


Cambia medio equipo para buscar el batacazo

Unión llega al Sur del Gran Buenos Aires con la obligación de salir airoso para desencolarse de la tabla de posiciones y, sobre todo, de la de los promedios. Para lograr este cometido y cortar la racha de trece partidos sin conocer la victoria, Nery Pumpido metió mano en su equipo y esta noche presentará cinco modificaciones con relación a los once que cayeron ante Independiente. Martín Perafán, Bruno Bianchi, Fausto Montero, Nicolás Bruna y Juan Ignacio Cavallaro reemplazarán a Limia, Mazacotte, Donnet, Sarmiento y Magnín, respectivamente. Por otro lado, Diego Galván, volante surgido de las Inferiores de Lanús, se perderá el encuentro por una molestia en su gemelo derecho. Contra todos los pronósticos, el Tatengue buscará un batacazo que le incremente la confianza. ¿Lo conseguirá?

miércoles, 3 de octubre de 2012

“Pienso todo el día en Lanús”

¿Me escucharon? Guillermo aclaró que se quedará en Lanús para cumplir su contrato.

Soslayó con sencillez un obstáculo que se interpuso repentinamente en su camino y que atentó contra su bienestar en este nuevo rol que desempeña desde hace un puñado de meses. El rumor que vincula el futuro de Guillermo Barros Schelotto con la dirección técnica de Boca se agiganta con el correr de las horas cual bola de nieve que desciende paulatinamente por la ladera de una montaña. Pero el mellizo evidenció una vez más que si se combina la sencillez con la astucia no hay impedimentos que dejen al descubierto su falta de experiencia. Es que (al menos desde la dialéctica, claro) GBS aseguró una y otra vez que su palabra está por encima de cualquier tipo de seducción. Es decir, que ni siquiera el (inoportuno) coqueteo que le insinuó el club con el que ganó absolutamente todo como jugador perturbará el compromiso que contrajo con Lanús.

“Yo tengo la cabeza acá y en el partido de pasado mañana contra Unión. Nada más. Y si llegase a tener un poquito de tiempo lo usaría para pensar en el encuentro ante Atlético de Rafaela, que jugaremos dentro de quince días”, ratificó esta mañana el joven entrenador. Y con esa sonrisa pícara que se apodera de su rostro en los momentos imprevistos, agregó: “La noticia no me sorprendió porque es un tema que ya se ha hablado antes… Además yo jugué diez años en Boca, pero no tengo nada que decir porque tengo la mentalidad puesta en este club”. Aunque aclaró su postura con determinación, Guillermo es conciente de que si el conjunto xeneize no consigue buenos resultados se hablará de este tema hasta el cansancio. “Lo sé, pero no me condiciona porque pienso todo el día en Lanús, en el entrenamiento y en el equipo. Asumí una responsabilidad y la voy a cumplir. Punto”, revalidó.

Está tan inmiscuido el mellizo en su labor que este mediodía recibió una visita muy especial en el asado que se realiza siempre un día antes de la concentración del plantel. La referencia es para Alejandro Marón y Carlos Alberto (Beto) Monje. La intención de la actual Comisión Directiva encabezada por Nicolás Russo fue clara: que él y su cuerpo técnico conocieran a la fórmula que se perfila para tomar las riendas de la institución a partir de diciembre. “Cuando agarramos la dirección técnica estaba al tanto de la situación del club y sabía también que ellos apoyaban nuestra llegada, pero en ese momento todavía no estaba todo definido”, explicó el mayor de los hermanos Barros Schelotto minutos después del entrenamiento matutino. Y concluyó: “Seguramente serán ellos los que estarán a cargo de Lanús a partir de diciembre y es por eso que nos conocimos”.

lunes, 1 de octubre de 2012

Guillermo Barros Schelotto: “Sigo caliente”

Fastidio. El mellizo volvió a lamentar los errores de la terna arbitral en la derrota con All Boys.

Siente que su equipo fue claramente perjudicado y por eso aprovecha cada ocasión que se le presenta para reiterar su descontento. Las enfáticas palabras que Guillermo Barros Schelotto descargó luego de la impensada derrota de Lanús ante All Boys todavía retumban en la antesala del vestuario visitante. Su fastidio era tan prominente que ni siquiera hizo un análisis del partido, ya que solamente se dedicó a repetir una y otra vez que los desaciertos de la terna arbitral influyeron en el resultado. ¿A qué errores se refería? Por un lado, a la nítida posición adelantada de Iván Borghello al momento de convertir el primer gol del conjunto local. Y, además, a la mano con la que Matías Lequi cortó un centro peligroso de Silvio Romero sobre el final del encuentro, que a su entender fue intencional. Más allá de tener o no razón, no hay dudas de que el joven entrenador defiende lo suyo con uñas y dientes.

“Estoy tranquilo, pero sigo caliente porque si le ganábamos a All Boys quedábamos a cuatro puntos. Encima la próxima fecha la abríamos nosotros y con otro triunfo más nos prendíamos definitivamente”, se lamentó esta mañana el mellizo en diálogo con El Diario del Grana. Y con semblante ofuscado, agregó: “Más allá de que hay otros equipos que vienen mejor, como Vélez, Boca y Newell’s, que trabajan juntos y con una misma idea desde hace un tiempo, creo que deberíamos estar más arriba. Y nos privaron de esa posibilidad”. Si por algo se ha caracterizado GBS desde que comenzó su ciclo como director técnico fue por poner la lupa sobre el desempeño de los uniformados siempre que lo consideró necesario. Sin embargo, él no cree que haya una campaña en su perjuicio. “No pienso que haya algo en contra mío, pero pasaron muchas cosas en poco tiempo. Hay que suponer que se equivocaron y nada más”, sostuvo con un dejo de resignación.

Es demasiada la distancia que lo separa a Lanús de los puestos de vanguardia y Guillermo lo sabe mejor que nadie. Encima, el Granate ya se ha enfrentado a la mayoría de los rivales que lo aventajan en la tabla de posiciones. A pesar de este panorama tan desalentador, el mayor de los hermanos Barros Schelotto aún mantiene la esperanza de hilvanar una serie de victorias consecutivas que catapulte a su equipo a la pelea importante. “Tenemos menos puntos de los que merecemos, por eso el viernes hay que ganarle a Unión para empezar a descontar y meterse de a poco en el lote de los que están arriba”, sugirió antes de emprender su vuelta hacia la Ciudad de La Plata. El mellizo no es ingenuo y sabe que quejarse no le devolverá eso que, a su parecer, le quitaron injustamente. Pero siempre que le surja la oportunidad para asediar a los árbitros, la aprovechará sin dudarlo. Aunque esté equivocado. Bueno, como en sus tiempos de jugador.