miércoles, 26 de diciembre de 2012

“No confundan austeridad con bajar la calidad”

Alejandro Marón, flamante presidente de Lanús, sostiene que el mayor desafío en estos tres años será mantener la solidez sin perder de vista la competitividad.

Yo, presidente. Alejandro Marón conducirá al club durante los próximos tres años.

Su nombre está escrito en una de las páginas más importantes de la historia del club por haber sido el presidente cuando Lanús obtuvo su primer y único título a nivel local, el torneo Apertura 2007. Pudo conformarse con eso. No menor, por cierto. Pero no: fiel a su estirpe entusiasta, tomó las riendas de la institución por tercera vez en nueve años. Y al igual que en su primera experiencia como mandamás de la entidad del Sur del Gran Buenos Aires, en 2003, Marón tendrá por delante el reto de conducir al Granate en tiempos complicados con relación a la economía argentina. Por eso se entiende que en sus últimos discursos se haya escuchado en más de una oportunidad la ambivalente palabra “austeridad”. Tal expresión despierta cierta intranquilidad en algunos simpatizantes que, erróneamente, la relacionan con la aminoración de la calidad del plantel profesional de Guillermo Barros Schelotto o con el debilitamiento financiero de la institución.

- ¿Qué sensación te genera volver a ser presidente?

- Tengo una alegría muy grande y mucha emoción por estar nuevamente en esta tarea, mezclado con lo que significa la gran responsabilidad de ocupar este cargo, que ya sabemos de qué se trata. Se conjugan esas sensaciones. Además estoy muy feliz por toda la gente que se ha sumado. El recambio de autoridades fue muy ordenado y consensuado. Eso le permitió a las dos gestiones trabajar casi en conjunto en una etapa previa a esta asunción. Que  vivamos esta situación me satisface.

- ¿Es una virtud tener experiencia por haber ocupado esta función en otras oportunidades?

- Sí, es una pequeña ventaja, pero no todas las etapas son iguales. Les ha sucedido a otros ex presidentes que ejercieron en otro momento. Lo que trato de decir es que la realidad que le toca a cada uno le marca un poco el terreno que tiene para desenvolverse.

- ¿En qué situación lo encontraste al club?

- La institución atraviesa un crecimiento muy fuerte e intenso. Por ahí nos tocan tres años en los que hay que aplicar un marco de mayor austeridad y tener ese desafío por delante de trajinar para no perder de vista objetivos ambiciosos. Estamos confiados en que hay muy buenos equipos de trabajo para que la tarea sea menos pesada para todos. Para ser competitivos hay que ser sólidos, pero no hay que confundir austeridad con bajar la calidad de algo. Prometemos trabajo y mucha pasión para cumplir acabadamente con todo aquello que es mandato de los socios para continuar por la senda del crecimiento.

- Ahora Lanús no sólo proyecta jugadores de sus Inferiores sino que también promueve dirigentes…

- Siempre se ha dado esa situación de que también los dirigentes jóvenes hacen un tipo de trabajo de Inferiores como los futbolistas. Nos ocurrió a todos, a mí también. Yo fui presidente recién en el 2003, pero había empezado a colaborar en la institución en el 94. En esos años aprendí lo que significaba ser dirigente. Ahora hay doce directivos nuevos en la Comisión, pero son personas que vienen colaborando en otras áreas desde hace tiempo. Eso es producto de la labor que se realiza en las distintas subcomisiones.  

-  No hay dudas de que la unidad política le hizo bien a Lanús.

- Es algo que destaco muy especialmente. Agradezco todo lo que se hizo en la previa para llegar a esta conformación que ahora exhibimos orgullosamente, que es la unificación política. Creo que en todo grupo humano puede haber diferencias. Y de hecho las hay en cualquier ámbito. Acá también hubo. Lo que yo destaco enfáticamente es que al momento de decidir las cuestiones fundamentales se pensó en primer lugar en el club. Eso es algo para resaltar porque es una acción de madurez, que demuestra con hechos algo que dijimos muchas veces en los discursos. El interés de la institución está por encima de cualquier interés personal.

domingo, 23 de diciembre de 2012

La ciudad está de fiesta

Lanús estrenó los nuevos palcos de la Fortaleza con un mega evento musical. Además, el equipo de Guillermo enfrentó a la Selección Sub 20 y Nicolás Russo le puso punto final a su mandato en el club.

De Lanús hacia todo el mundo. El evento fue transmitido en vivo y en directo por TyC Sports.

La República Granate tiene un motivo más para sonreír al momento de levantar las copas en el brindis estival. Es que luego de casi tres años de intenso sacrificio (físico, mental y, sobre todo, económico), se inauguraron los pisos tres y cuatro de la platea oficial del Estadio Ciudad de Lanús; Néstor Díaz Pérez. Sí, una parte considerable de esta mega construcción de más de 6.000 metros cuadrados, que se finalizará en su totalidad en el transcurso del 2013. La despedida de la Comisión Directiva que condujo al club en los últimos tres años, encabezada por el Presidente Nicolás Russo, fue la excusa perfecta para estrenar los nuevos palcos con una fiesta musical y deportiva que perdurará por mucho tiempo en la retina de aquellos que la presenciaron in situ.

Miles de simpatizantes, alrededor de 10.000, se acercaron desde temprano a la Fortaleza para hallar una ubicación que les permitiera disfrutar de un evento que contó con la participación de artistas de primer nivel, como Los Auténticos Decadentes, Marcela Morelo y Gustavo Cordera. El plato fuerte lo sirvió el plantel profesional de los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, que recibió la visita del Seleccionado Nacional Sub 20 de Marcelo Trobbiani, en un duelo que tuvo muchos condimentos y poco de amistoso. La velada fue conducida por Diego Díaz, ex futbolista y actual conductor de televisión, y Jesica Cirio, modelo y reconocida hincha de Lanús. Y fue transmitida en vivo y en directo para todo el país por TyC Sports, para que todos los habitantes del suelo argentino fueran testigos del crecimiento a pasos agigantados de una institución modelo.

Nadie se quiso perder la histórica celebración, ni siquiera el Capitán Menganno, el superhéroe de la ciudad, que se paseó de aquí para allá con su llamativo traje luminoso. Estuvo Sebastián Blanco. Y hasta Carlos Bilardo, quien accedió amablemente a sacarse fotos con los curiosos de la platea central. Luego de los elogios de rutina de la dupla conductora, fue Nicola Russo quien subió al imponente escenario, ubicado en el corazón de la platea Esquiú, para ponerle palabras al final de su carrera como directivo. "A partir de ahora voy a ir a la tribuna como un hincha más. Quiero agradecerles a todos los que me acompañaron hasta mi último día de gestión", manifestó, emocionadísimo, el ex presidente. Y mientras recibía el reconocimiento de la gente, agregó: “Ahora me voy, pero estaré siempre a disposición de ustedes”.

Los Auténticos Decadentes fueron los encargados de musicalizar la primera parte de la fiesta. De la mano de su líder Cucho Parisi y de Jorge Serrano, esta banda espejo de las hinchadas del fútbol argentino deleitó a los espectadores con sus clásicos temas La Guitarra, Los Piratas, Vení Raquel y El Murguero, mejor conocido como Tu-Tá-Tu-Tá. Mientras interpretaban su tradicional estilo ska, fueron inaugurados oficialmente los 50 palcos con un resplandeciente show de fuegos artificiales. Estos palcos representan 1.700 metros cuadrados de la obra completa y tienen capacidad para 408 personas en confortables ambientes para seis, ocho y 16 concurrentes. Además, cada uno cuenta con una heladera frigobar, un LCD de 32 pulgadas, servicio de Wi-Fi, estacionamiento y servicio de catering. Como estaba previsto, fueron bautizados con el nombre de Julio Humberto Grondona, en homenaje al actual mandamás de la Asociación del Fútbol Argentino.

Inmediatamente después llegó el partido esperado por todos. Lanús recibió la visita de la Selección Sub 20, que se prepara para afrontar el Torneo Sudamericano clasificatorio para el Mundial de Turquía del año venidero. Se jugaron dos tiempos de 30 minutos. En la primera mitad, Guillermo Barros Schelotto puso lo mejor que tenía a su disposición: salvo Silvio Romero y Oswaldo Vizcarrondo, quien se recupera de la operación en su tabique nasal, jugaron los habituales titulares. Es decir, Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Carlos Izquierdoz, Maxi Velázquez; Guido Pizarro, Matías Fritzler, Víctor Ayala, Mauricio Pereyra; Diego Valeri y Mario Regueiro. El árbitro del encuentro fue Federico Beligoy. Por su parte, Trobbiani puso en cancha a Mehring; Meraglia, Onraita, Gianetti, Lucas Rodríguez; Lucas Romero, Kranevitter, Lanzini, Centurión; Vietto y Melano. Más allá de que el enfrenamiento sólo servirá para contarlo como una futura anécdota, el conjunto del Melli no convirtió goles y casi no generó peligro, como en sus últimas presentaciones en el Torneo Inicial. Lo más entretenido fueron los cruces entre el Pipi Araujo y la joyita de Racing, Centurión.

Al término de la etapa preliminar, Marcela Morelo se mostró envuelta por el manto granate y animó la cálida noche con su pop pegadizo. Para la segunda parte, ambos entrenadores les dieron descanso a sus jugadores y cambiaron los equipos. Por su lado, GBS probó con un mix de suplentes y de juveniles. Los elegidos fueron Esteban Andrada; César Borda, Marcelo Herrera, Federico Rasmussen, Luciano Balbi; Oscar Benítez, Diego González, Nicolás Pasquini, Lucas Vera Piris; Leandro Díaz y Gonzalo Castillejos. Junior Benítez ratificó su buen momento al convertir el único gol de la gala, con una linda definición de zurda tras una pared armada a un toque con Vera Piris, otro de los baluartes de la cantera. Los minutos se consumieron rápidamente y la Copa Bingo Lanús fue entregada por Nicolás Russo al Pulpo González, capitán de la formación alternativa.

La fiesta terminó de la mejor manera: con un estruendoso show de fuegos artificiales y la participación estelar de otro artista de estirpe bien granate: Gustavo Cordera, con su Caravana Mágica. El Pelado entonó su famoso Baile de La Gambeta y cerró a todo ritmo, con La Bomba Loca. Fue una celebración acorde al presente deportivo e institucional de un club que no para de crecer. Faltó la frutilla del postre, claro, que hubiera sido la consagración en el último campeonato. Pero igualmente sobran las razones para sonreír pícaramente en Nochebuena y Año de Nuevo. Y para dejar caer esa lágrima de satisfacción. Si al fin y al cabo, a este gigante de cemento, a esta Fortaleza que ilumina desde hace mucho tiempo al Sur del Gran Buenos Aires con luz propia, la hemos construido entre todos.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Marcos Astina, el ocho que debería llevar la nueve

Con la boca llena de gol. Astina ya fusiló al arquero y grita el primero de Lanús. 

No lleva la cinta de capitán en su brazo derecho, pero es uno de los referentes de su categoría y una de las voces más escuchadas en los momentos de zozobra. No luce la camiseta con el número nueve en su espalda, pero convierte goles a rolete. Así, con sólo 17 años, Marcos Astina se afianzó como uno de los baluartes de las Inferiores de Lanús. El nivel superlativo que alcanzó con el correr de los partidos llamó la atención de todos: la de los dirigentes, que rápidamente le hicieron contrato para asegurarse la continuidad de esta joyita; y también la de Miguel Ángel Lemme, el director técnico del Preseleccionado Argentino Sub 17.

“Hicimos una gran campaña porque tenemos un buen grupo, que es muy unido y que soñó en todo momento con salir campeón. Tuvimos todo: garra, juego, presión… por eso les hemos ganado a casi todos”, cuenta Astina con un léxico claro que no condice con la fecha de nacimiento que está escrita en su documento. Y advierte que ni siquiera la victoria que se les escapó inexplicablemente en la anteúltima fecha ante Tigre logró debilitarlos: “Era muy importante para nosotros porque jugábamos de local, pero por suerte no bajamos los brazos y seguimos para adelante”.

Desde su arribo al club, en 2004, Marcos se diferenció del resto de sus compañeros por su facilidad para dribblear con el balón y por su explosivo pique corto. Y a pesar de su asiduidad para pisar el área adversaria, su faceta goleadora se vislumbró recién este año, de la mano de Hernán Meske. De hecho, fue él quien rompió la monotonía en el duelo decisivo contra Racing. “Tengo que reconocer que en lo personal tuve una gran temporada, ya que pude ayudar al equipo y aportarle lo mío”, asegura el ocho granate con cierta timidez, autor de 18 goles a lo largo de 28 partidos. Sí, una cifra tan espeluznante como esperanzadora.

Este anhelado título podría ser considerado un premio consuelo para estos mismos jugadores que hace dos años, cuando estaban en la Novena y eran dirigidos por Ricardo Carrizo, perdieron por penales en la última instancia frente a Chacarita. Pero no: al igual que el resto de sus compinches, Astina se sitúa en las antípodas de ese silogismo. “No me lo tomo como una revancha porque para mí el fútbol no te las da. Esa final no la vamos a volver a jugar nunca más”, explica el volante. Y agrega: “Es un recuerdo lindo para el club y para mis compañeros. Tal vez no todos lleguen a Primera, pero siempre van a rememorar este campeonato”. Palabra de crack.

viernes, 21 de diciembre de 2012

La Séptima maravilla

Lanús se consagró campeón de la Séptima División tras imponerse en la última fecha ante Racing. El equipo dirigido por Hernán Meske se llevó merecidamente el título y entró en la historia del club.

¡Dale campeón! La Séptima de Meske y el Kily Peralta festeja el título de Inferiores.

Dicen que el fútbol no da revancha y que los momentos que fueron de una manera ya no serán de otra. Ellos sienten lo mismo, pero no niegan que se sacaron de encima una mochila con un peso inconmensurable, una presión que los hostigaba día y noche. La Séptima de Lanús, esa misma que hace dos años había perdido por penales en la última batalla ante Chacarita, escribió con pluma de tinta eterna una de las páginas más gloriosas de la historia del club. De la mano de Hernán Meske y del Kily Adrián Peralta, el Granate se consagró campeón de su categoría al derrotar en la última fecha de la Copa Campeonato de AFA a Racing, en Avellaneda. Fue por 2 a 0, con goles convertidos por Marcos Astina y por Joel Martínez.

El sol pegaba fuerte y amenazaba con achicharrar la piel en esa mañana que será irrepetible en el predio Tita Mattiussi. Al cronómetro del árbitro todavía le quedaba cuerda cuando las agujas del reloj marcaban las 10.30, pero el partido se había terminado hace rato. Es que luego de un primer tiempo para el olvido, los chicos dejaron de lado sus nervios y en la segunda parte se dedicaron a hacer lo que mejor saben: jugar cortito y a dos toques, sin revolear la pelota, buscando siempre al compañero más cercano. Se sacaron la presión. Y los frutos no tardaron en florecer: al golazo de Astina, de sobrepique, lo precedió una sublime trepada por izquierda de Joaquín Ibáñez. Y el posterior desahogo de Teo Martínez fue la frutilla de un postre que se sirvió mucho antes de que finalizara el almuerzo.

El inoportuno y fastidioso sonido del silbatazo que marcó el final del encuentro nunca fue tan agradable. Fue como uno de esos cantos que llenan el alma. El alambrado perimetral que separaba el vestuario del campo de juego no fue un impedimento para aquellos que encontraron en esta consagración un alivio para el incansable trabajo que llevan a cabo cada día. Ahí estaba el Presidente de la institución, Nicolás Russo, abrazado a un Fabián Soubeste que seguramente habrá recurrido a su santo y seña mufador de los ataques rivales. También estaban Beto Lizarraga, Tito y Java, dirigentes del Departamento de Fútbol Amateur. Los tres festejaban al borde del llanto. Y no es para menos. Si al fin y al cabo celebraban el esfuerzo de sus hijos adoptivos. Otros hicieron el sacrificio y se quedaron en el polideportivo, a la espera da la buena nueva. Los familiares también pusieron lo suyo, claro.

Sobre el verde césped, ese mismo que se tiñó durante varios minutos de color granate, Pablo Fernández fue vencido por primera vez en toda la mañana y cayó voluntariamente  de espaldas. El arquerito contuvo todo lo que le tiraron y terminó fusilado. Un poco más adelante, los cuatro gladiadores de la última línea se unieron en un estrujón interminable. Hubo lágrimas en los ojos de Axel Ochoa. El llanto se repitió en la mayoría de los rostros transpirados. A algunos, como Matías Billordo y Franco Acevedo, la ficha les tardó en caer. Ulises Arias, uno de esos diez tradicionales que destilan calidad, se abrazó con su incondicional Marcos Astina, otro de los promisorios baluartes de esta categoría. Y el Pata Ibáñez fue uno de los primeros en entonar el grito sagrado: “¡Dale campeón, carajo!”. Sus camaradas, encabezados por Matías Taborda, lo siguieron como si tuviera la varita de la orquesta. La vuelta olímpica llegó por generación espontánea. También el merecido aplauso. Hubo ronda en el círculo central y una meritoria ovación para Meske, un entrenador que supo cómo limar las asperezas y traer armonía en un grupo que no siempre estuvo tan unido como ahora.

La algarabía no terminó ahí. Los cánticos de cancha se multiplicaron en el vestuario visitante. No faltó nadie. Estuvieron ellos, los campeones. Y los que los acompañaron en cada traspié. Recibieron el saludo de Nicola, y éste les dejó un mensaje que recordarán por siempre: “Los felicito… Estoy seguro que esta categoría 96 será la base de un futuro Lanús campeón”. Algunos asimilaron rápidamente sus palabras y fruncieron el ceño… Saben que hay una enorme expectativa puesta sobre ellos y que ahora todos hablarán de esta epopeya. Son concientes de que la brecha que los distancia del plantel profesional de Primera es cada vez más pequeña. Y que ésta ha sido sólo una de las tantas pruebas que rendirán antes de pegar el salto al fútbol grande. Pero para eso falta mucho. Ahora es tiempo de seguir con los festejos. Y de disfrutar a estos chicos maravillosos, esos que caminan como gigantes a pesar de que sus documentos denuncian que todavía son unos pibes. Unos pibes con una gran historia para contar.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Víctor Ayala, la gran apuesta de Gustavo

El volante paraguayo llegó a Lanús por recomendación del mellizo y no defraudó, ya que es una de las gratas apariciones extranjeras de este Torneo Inicial.

Sacala. Ayala acaba de lanzar un derechazo que será inatajable para Montoya.

Si no es el mejor shoteador del fútbol argentino la pelota pega en el palo, cruza toda la línea de cal, da contra el otro poste y finalmente ingresa en el arco. O tal vez no… Menos vueltas da la redonda cuando él se hace cargo de ésta en una zona lindera con el área adversaria. En ese momento, el ambiente sufre una metamorfosis: la gente pega un salto y se para sobre la butaca de su platea, los tribuneros utilizan ambas manos para que el sol no les dificulte la visión, y los que se impacientan por televisión claman silencio y se acercan a la pantalla. Víctor Hugo Ayala (24 años) tiene una pegada que asombra cada día más. Es escalofriante. Por lo sublime, obvio. No importa la distancia, mucho menos si la jugada es con el balón detenido o en movimiento, ya que se ha convertido en una de las principales armas del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto. Sus dos golazos dan cuenta de ello: el primero, un fierrazo ante Vélez, en una jornada tan histórica como sufrida; y el otro, más reciente, en la derrota ante All Boys.

Su llegada a Lanús fue un gran acierto de Gustavo, a quien conocía de su paso por Libertad, ya que hasta ese momento era un jugador ignorado por el fútbol argentino. Si bien todo comenzó como una apuesta riesgosa (y sobre todo costosa, debido a que su pase valió alrededor de 750 mil dólares), la actualidad lo encuentra como una de las gratas apariciones extranjeras de este Torneo Inicial, junto con el ecuatoriano Juan Luís Anangonó, de Argentinos Juniors, y el uruguayo Rodrigo Mora, de River. Ayala le pega tan bien, pero tan bien, que algunos entendidos de la materia lo han catalogado como el Cristiano Ronaldo guaraní. Y salvando la distancia (inconmensurable, claro), el volante tiene una manera de ubicarse delante de la pelota similar a la del astro portugués, además de que remata con el empeine para que ésta tenga un efecto endemoniado y difícil de descifrar. Quizás no haya plasmado tantos elogios en la red, pero sí es cierto que todos los balones que salen de su botín derecho generan más que un dolor de cabeza para los arqueros rivales.

“Él (por Ronaldo) tiene otro modo de rematar, además de que su pegada ya está perfeccionada. Por ahí yo me paro de esa manera por una cuestión de comodidad y no por otra cosa, ya que no trato de imitarlo”, les retruca VA16 a aquellos desatinados que lo comparan con CR7. Y asegura que su ejemplo a seguir es su compatriota Francisco Arce, actual entrenador de Rubio Ñu y un destacadísimo lanzador de tiros libres: “El Chiqui fue quien me dijo cómo había que pegarle y en qué posición era conveniente hacerlo. Es el día de hoy que tengo muy en cuenta sus palabras. Toda esa experiencia me sirvió para crecer”. Víctor garantiza que su habilidad para chutar la redonda lo acompaña desde el nacimiento, aunque también reconoce que tuvo que practicar mucho para refinarla. “Tengo la pegada desde que era un pequeño, pero la he mejorado con el tiempo y con la ayuda de la gente experimentada de cada plantel que integré. No siempre tuve potencia y precisión, eso se logra con trabajo. Por suerte está cada día mejor”, explica, con la sencillez que lo caracteriza, el player nacido en Eusebio Ayala, a 72 kilómetros de la Ciudad de Asunción.

- ¿Sos de esos jugadores que se quedan después de un entrenamiento para practicar tiros libres?

- Sí, pero a veces uno se entrena mucho, acumula cansancio y no es conveniente rematar demasiado porque se te carga el posterior o el aductor. También es una indicación del preparador físico (Javier Valdecantos). Por ahí entre semana me quedo un rato a patear 50 pelotas, y un día antes del partido pateo sólo diez para prevenir.

- ¿Y mirás videos de los arqueros para saber si son de adelantarse o si tienen un lado predilecto para tirarse?

- No, casi nunca… Pero sí soy de pegar un vistazo en el medio del partido o cuando la pelota se va afuera para ver en qué lugar se posiciona. Depende del momento, a veces no me fijo mucho en eso. Cuando tengo la pelota o me dan la chance para rematar, busco siempre el arco porque es lo que me piden Guillermo y Gustavo.

- ¿Te costó mucho adaptarte al fútbol argentino?

- Creo que ya estoy acoplado… Fue difícil cuando llegué, pero gracias a Dios ya pasó. Yo era de mirar los partidos de acá porque se juega con mayor rapidez, a uno o dos toques y es muy dinámico. También se busca al compañero más cercano y se presiona rápido, algo que hacemos muy bien en este equipo cuando no tenemos la pelota y hay que recuperarla. No me equivoqué al venir. En Paraguay hay un poco más de tiempo para pensar, es un fútbol más táctico y algo lento. Es una diferencia muy notoria.

- Ahora que te afianzaste, ¿cuál es el próximo paso que te gustaría dar en tu carrera?

- Me falta mucho para devolver toda esa confianza que me ha dado el cuerpo técnico. Trabajo cada día para aportarle lo mío al equipo. Mi objetivo es cumplir el contrato que tengo con Lanús, ya que recién van seis meses desde que llegué y tengo varios años más para demostrar mis condiciones. Estoy en un buen momento y la idea es mantener ese nivel, no dejarlo. Después, si viene una oferta tentadora para el club y para mí se analizará.


Conocíamos su potencial

Cuando lo propusimos para que viniera a Lanús sabíamos el potencial y las cualidades que él tenía. Creo que se acomodó muy bien al fútbol argentino y con el paso del tiempo mejorará aún más porque es alguien que mira constantemente hacia delante. Tiene mucha capacidad para recibir toda la información, procesarla y usarla en su propio beneficio. Su llegada era una apuesta importante porque el club tenía que invertir mucho dinero y al no ser un jugador muy conocido se generaba cierta incertidumbre. Pero respondió bien. Su pegada es una condición que nosotros tratamos de potenciar para que él la efectivice. Por lo general se queda pateando después de las prácticas para mejorar el muy buen golpe que posee. Tiene buena técnica para jugar, generalmente se la da a los compañeros y está muy bien físicamente. Además de que se acomoda rápido a lo que uno le pide. Entre nosotros hay una relación un poco más distendida por una cuestión de tiempo, ya que yo lo tuve en Libertad de Paraguay.

Gustavo Barros Schelotto (ayudante de campo de Guillermo)

viernes, 16 de noviembre de 2012

Nicolás Laprovíttola, el Nene que creció de golpe

Dueño de una humildad asombrosa, el base de Lanús habló a solas con el Diario del Grana acerca de sus orígenes en el básquet, su rol de líder dentro del equipo y su deseo de superarse cada día. 

El autor intelectual. Laprovíttola es el líder de este Lanús que da pelea en la Liga Nacional.

Se las arregla para ser el paladín de una cofradía integrada por personalidades que ostentan un amplio bagaje de habilidades y que cargan con admirables trayectorias. Y él no se la cree ni un poco. Al contrario, empuña orgulloso la humildad como su reluciente estandarte y envidiable alma máter. Este uno contra uno en las gradas del Microestadio Antonio Rotilli es una muestra clara de ello, ya que se comprometió a asistir en un día en el que el entrenamiento era opcional. Nicolás Laprovíttola (22 años) se desenvuelve como un grande con llamativa prestancia, a pesar de que su documento denota que aún es un muchacho. O, mejor dicho, un Nene, seudónimo que se ganó por la desfachatez y la soltura que exhibe con la pelota granujienta y anaranjada al desparramar rivales por el parquet. Hoy es el intérprete insigne de una aventura que comenzó a forjarse hace apenas un puñado de almanaques y que actualmente se encuentra en su faceta de florecimiento. Pero detrás de este espléndido presente sobresale un pasado sacrificado y exigente, una historia que empezó a escribirse luego de un punto de inflexión que marcó su adolescencia para siempre.

Como todo niño vigoroso que tiene el anhelo de pasar gran parte del día junto con sus amigos, Nico dosificaba sus esfuerzos para practicar las dos actividades que en ese entonces lo entretenían hasta altas horas de la noche. “Me inicié en el básquet a los siete años en el Club Deportivo Morón. En ese entonces jugaba mucho al fútbol con mis amigos, pero quería hacer otro deporte. Y además estaba motivado por la película Space Jam. Arranqué ahí y no paré más”, relata con la serenidad que exhibe cuando desenvaina su talento a contrarreloj. Y no titubea al revelar el motivo por el que tomó la decisión de quedarse con el balón rugoso y no con el de los gajos: “Durante mucho tiempo, mis hermanos y yo jugábamos a las nueve de la mañana al básquet y a la una de la tarde al fútbol. Corría de un lado para el otro. Eso fue gracias a mis viejos, que me acompañaron siempre a todos lados. En un momento tenía que elegir uno de los dos y como había jugado en una selección de Capital Federal (de Pre-Infantiles), pensé que iba a ser más fácil el básquet. Por suerte la decisión fue buena”. ¡Y vaya que lo fue!

El affaire entre el Nene que creció de golpe y Lanús se originó hace poco más de cinco primaveras. En aquellos días, claro, la realidad era completamente distinta: por un lado, el conjunto dirigido en ese entonces por Álvaro Castiñeira buscaba por cielo, por mar y por tierra el huidizo ascenso a la Liga Nacional; mientras que Nico daba sus primeros pasos bajo el amparo del manto granate. Hoy, con más de 200 partidos disputados en su haber y cuatro temporadas en la elite del baloncesto argentino, Laprovíttola aún recuerda con afectuosidad su arraigo a esta parte del Sur del Gran Buenos Aires. “Tenía 17 años y no había jugado nunca en otro club. Lanús estaba en el TNA y había armado un equipo a las apuradas. Álvaro me conocía de la selección de Capital y me dijo que quería que viniera. Por suerte ascendimos ese mismo año”, detalla el base de 1.87 metros. Apartado de una postura arrogante o presumida, reconoce que su manera de moverse en la cancha y de ver el juego ha sufrido una elocuente metamorfosis: “Al principio era un juvenil que intentaba hacer la suya. No me importaba mucho lo de los demás porque quería hacerme un nombre dentro de la Liga. Ahora pienso en ganar y en hacer que mis compañeros jueguen bien”.

- A diferencia de temporadas anteriores en las que compartiste el puesto con bases experimentados como Victoriano, hoy sos el conductor del equipo. ¿Es difícil liderar una plantilla que tiene jugadores como Battle y Mc Farlan?

- Es distinto… Al principio jugaba menos minutos y tenía que hacer muchas cosas en poco tiempo. Y tenía un compañero con mucho nombre adelante (por Lucas Victoriano). Mi intención era pelear siempre contra eso, pero ahora el rol es distinto: conducir al equipo y liderarlo. Antes era cambiar el ritmo del partido o aportar intensidad. Ahora tengo que ser más pausado e intentar que ellos estén ordenados y jueguen bien.

- ¿Es una presión o una motivación?

- La presión es distinta porque ahora soy un jugador con mucha más preponderancia dentro del equipo y tengo más responsabilidades. Pero lo tomo con calma y con tranquilidad. Siempre me tomé todo de esa manera, sin hacerme mala sangre, pero haciendo lo posible para que mejorasen mis compañeros.

- ¿Sos conciente de que estuviste muy cerca de representar a Lanús en los Juegos Olímpicos?

- Sí, y a los pocos días de haberme quedado afuera me di cuenta de que logré un paso muy importante en mi carrera, ya que llegué a un lugar que no había pensado. Y creo que eso el club lo sintió y me lo hizo sentir demasiado. La verdad es que a esta institución le tengo que agradecer un montón de cosas porque me ayudó a crecer como jugador y como persona.

- Hoy compiten para ganar la Liga, pero hasta hace un par de años el objetivo era asentarse en ella. ¿Se siente mucho ese cambio de pretensión?

- Por supuesto. Yo viví desde el TNA cómo fue creciendo el club, no sólo en lo deportivo sino en la infraestructura, ya que se mejoraron los vestuarios, la parte de prensa, los aros. Creció de a poco en lo basquetbolístico y en lo institucional. También se nota en los refuerzos… Es muy importante que hayan venido figuras como Battle y Mc Farlan, extranjeros que dentro de la Liga son muy conocidos y que marcan una diferencia. Prato también volvió de Europa después de muchos años. Es fundamental porque el básquet en el club cumple un rol importante ya que tiene historia y presente.

Por sus constantes actuaciones sobresalientes y sus cualidades eminentes ha sido catalogado como uno de los jugadores más talentosos de la Liga Nacional, a tal punto que fue tentado en más de una oportunidad para incorporarse a otros elencos de mayor prestigio. De hecho, siempre que se abre el libro de pases los simpatizantes granates sufren ante la idea de imaginar su figura esbelta resplandeciendo con otra divisa. “Tuve varias ofertas, pero sentía lo que el club me necesitaba y lo que quería de mí. Además me ofrecía lo que yo precisaba, que era conducir y liderar un equipo”, admite sin eufemismos el habilidoso armador de juego. Es entendible que una de las metas primordiales de su carrera sea emigrar en algún momento a una liga más importante, aunque también se deduce que aguarda con ansias un hito que le permita marcharse con la frente en alto: “El proyecto de Silvio (Santander) es muy importante y terminarlo con una buena temporada, ya sea con una clasificación a semifinales o a un torneo internacional, sería muy lindo porque haría que Lanús creciera un poco más. Sería ideal coronar a este club, que es como mi segunda casa, ya que acá me hicieron sentir de la mejor manera desde el día que llegué. Por eso se merece que yo también le dé todo”.

Tarde o temprano, Nicolás Laprovíttola llevará de la mano a Lanús a toparse con esos mismos laureles que ha degustado en otras épocas de bonanza y que últimamente le han resultado esquivos. Es como si su destino estuviera escrito sobre un lienzo que aguarda el momento justo para ser cristalizado en la realidad. Sólo es cuestión de esperar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Sin vos no es lo mismo

No cuenten conmigo. Regueiro permanece en Uruguay por un grave inconveniente familiar.

Es la baja menos pensada por todos y la más sensible para Guillermo Barros Schelotto... Finalmente, Mario Regueiro no jugará esta tarde ante San Martín de San Juan porque tomó la decisión quedarse en Uruguay para acompañar a su familia en un momento muy delicado. El delantero de 34 años viajó el martes por la noche de urgencia hacia Montevideo luego de enterarse que una de sus sobrinas había sufrido un grave accidente automovilístico. La Hiena había acordado con el cuerpo técnico que se iba a comunicar en horas de la tarde de ayer para confirmar su presencia ante el elenco cuyano. Y es por eso que los mellizos le dijeron que lo esperarían hasta último momento. Pero, por razones lógicas, Mario se quedará en su país para estar junto con sus seres queridos.

De esta manera, serán tres las modificaciones que realizará el entrenador granate para jugar a las 19.15 (el árbitro será Sergio Pezzotta) frente al conjunto dirigido por Gabriel Perrone. Por un lado, Carlos Izquierdoz sustituirá a Oswaldo Vizcarrondo en la última línea y volverá a hacer dupla central con Paolo Goltz. Por su parte, Diego Valeri tendrá su oportunidad desde el arranque una vez más y suplirá la ausencia de Víctor Ayala, suspendido por cinco amarillas. Y Gonzalo Castillejos será quien reemplazará al mencionado Regueiro. El equipo, entonces, irá con Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Carlos Izquierdoz, Maxi Velázquez; Matías Fritzler, Guido Pizarro; Silvio Romero, Mauricio Pereyra, Diego Valeri; y Gonzalo Castillejos.

Si bien Lanús presentará una alineación netamente ofensiva para buscar tres puntos que serán determinantes para sus aspiraciones, la ausencia del punta charrúa genera angustia por donde se la mire. Es que MR10 no sólo es el jugador más desequilibrante del plantel, el que tiene la habilidad para romper el esquema defensivo adversario con una trepada por izquierda, sino que también es el que aporta una cuota goleadora importantísima. De hecho, Regueiro es -después de José Sand, claro- el máximo artillero de la historia contemporánea del club, con 25 tantos (si se cuenta el que le convirtió a Javier García, que para la mayoría fue en contra) en 83 partidos. Una cifra descomunal.


Le llegó la oportunidad

En las próximas horas se oficializará la asunción de Gabriel Schurrer como director técnico de Argentinos Juniors. El ex entrenador de Lanús fue elegido por la Comisión Directiva de la institución de La Paternal para ser el sustituto de Leonardo Astrada. A pesar de que no cuenta con el respaldo unánime de los hinchas del Bicho, que preferían a Darío Franco o al Bichi Borghi, Chucho fue elegido por su perfil de DT capaz de limar las asperezas entre los jugadores del plantel. Sería presentado mañana.

lunes, 12 de noviembre de 2012

La estrella que perseguimos ya no es fugaz

Todos para uno. Pizarro acaba de empatar el partido y recibe el saludo de sus compañeros.

Dicen algunos detractores de la vida que cuanto más grande es la ilusión, más fuerte será la frustración de verse derrotado. Allá ellos, los pesimistas. Para nosotros, los soñadores, los que estamos de este lado de la orilla, cuanto más grande es el obstáculo, mayor será la gloria de haberlo superado. Y hacia allá vamos. Perseguimos una estrella que hasta hace poco tiempo era fugaz y que ahora nos encandila cada vez más. Es la tercera de nuestro cielo. El 2D nos enseñó que lo imposible sólo tarda un poco más y que no hay mal que por bien no venga. Nos demostró que para disfrutar a los Cabreros (por cierto, feliz cumple, hombre sabio y pionero), los Acostas y los Sands, primero hay que sufrir con los Gorositos, los Carreños y los Fiorettos.

La historia que se escribe hoy es distinta, aunque forma parte de esa enciclopedia que leerán dichosos mis hijos. Y los hijos de tus hijos. Nuestros abuelos nos hablaron maravillas de la técnica exquisita y de la notable visión de juego que desenvainaba el Nene Guidi. También de la potencia del uruguayo Villagrán para agujerear las redes. Nosotros endulzaremos los oídos de nuestros herederos al contarles que un tal Regueiro no se cansaba de correr de un banderín hacia el otro. Y que la capacidad del Conde Pizarro estaba más en la cabeza (vaya paradoja) que en sus pies. Ahora nos faltan palabras para describir este momento espléndido (¿o acaso soy el único que tiene palpitaciones?), pero dentro de muchos años, cuando recordemos a los héroes de esta crónica de final anunciado, no nos alcanzarán.

Todavía queda mucho por sentir. Así que paciencia. Además de que se consolidó la racha positiva con cinco alegrías consecutivas, la goleada sobre Tigre fue la muestra de carácter que tenía que dar este equipo para terminar de calzarse la pilcha de candidato. El GBS que conduce el destino de Lanús parece que tiene batería para rato. Y su mensaje es mucho más claro que el de la gallega siseante. En su pantalla figura que la próxima estación es la Fortaleza, ante San Martín de San Juan. Ahí sí: #35000Granates. Ni siquiera el jueves será excusa. Que los únicos blancos que los envidiosos vean por televisión sean los pulmones protocolares. Hagamos el esfuerzo. Acompañemos al Grana en su camino hacia el 9D.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Mejor la seguimos mañana

Cortemos acá. Los suplentes goleaban 3 a 0 a los titulares y Guillermo terminó la práctica antes.

El plantel de Lanús desarrolló esta mañana la anteúltima práctica de la semana antes de recibir el domingo a las 14.30 a Tigre (dirigirá Diego Ceballos) en la Fortaleza. Y como estaba pactado, fue el turno de llevar a cabo el ensayo de fútbol formal, que vino con sorpresa y todo. ¿Qué pasó? Fue una paliza de los suplentes, que se impusieron por 3 a 0 sobre los habituales titulares con goles de Leandro Díaz (2) y de Gonzalo Castillejos. Guillermo Barros Schelotto, ofuscado, decidió ponerle punto final al entrenamiento antes de tiempo, y tan sólo se jugaron 27 minutos. “El técnico lo cortó antes. Los estábamos bailando y encima nos anularon dos goles”, señaló un integrante del combinado alternativo.

En medio de tantas pálidas, la buena noticia de la jornada matutina fue que Matías Fritzler estuvo desde el arranque a pesar de la molestia que arrastra en su tobillo derecho y que lo tiene a maltraer. Eso hace pensar que estará a tono para jugar el domingo. El equipo que estuvo en cancha esta mañana, y que se perfila para enfrentarse al Matador de Victoria, fue con Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Oswaldo Vizcarrondo, Maxi Velázquez; Guido Pizarro, Matías Fritzler, Víctor Ayala; Mauricio Pereyra, Mario Regueiro; y Silvio Romero. En tanto que el conjunto suplente (3-4-1-2) formó con Esteban Andrada; Marcelo Herrera, Carlos Izquierdoz, Luciano Balbi; Gastón Díaz, Diego González, Fernando Barrientos, Oscar Junior Benítez; Diego Valeri; Leandro Díaz y Gonzalo Castillejos.




Contá conmigo. Mauricio Pereyra.
Dos de tres

Para recibir el próximo jueves a las 19.15 a San Martín de San Juan en Arias y Guidi, Guillermo Barros Schelotto iba a perder a tres jugadores titulares afectados por la fecha FIFA para jugar con sus respectivas selecciones. Sin embargo, el mellizo recibió hoy una de las mejores noticias de la semana: por un lado, se suspendió el amistoso que se iba a disputar el miércoles entre Paraguay y Puerto Rico por problemas en la organización. Y si la Asociación Paraguaya de Fútbol no encuentra un rival de inmediato, Víctor Ayala será de la partida ante el elenco cuyano. La otra buena lo involucra a Mauricio Pereyra, quien fue desafectado de la lista definitiva de los 20 futbolistas convocados por Oscar Washington Tabárez para visitar a Polonia. Así, el único que se perderá el compromiso mencionado ante el Santo es Oswaldo Vizcarrondo, quien será parte del choque entre Venezuela y Nigeria, en Miami.


Lista de concentrados

Son los mismos 20 jugadores que fueron citados ante Independiente. Marcelo Herrera y Fernando Barrientos son los máximos candidatos para bajar a jugar el encuentro preliminar de la Reserva (el domingo a las 12).

Arqueros (2): Agustín Marchesín y Esteban Andrada.

Defensores (7): Carlos Araujo, Paolo Goltz, Carlos Izquierdoz, Oswaldo Vizcarrondo, Marcelo Herrera, Luciano Balbi y Maxi Velázquez.

Volantes (8): Víctor Ayala, Matías Fritzler, Guido Pizarro, Diego González, Oscar Benítez, Mauricio Pereyra, Diego Valeri y Fernando Barrientos.

Delanteros (3): Mario Regueiro, Silvio Romero y Gonzalo Castillejos.

martes, 6 de noviembre de 2012

¡Qué lindo que es soñar, Lanús!

Venga ese abrazo. Vizcarrondo festeja con Goltz y Romero recibe el saludo de Ayala.

Tal vez no le alcance para salir campeón, pero algo es seguro: Guillermo Barros Schelotto logró eso que era impensado, inesperado, sorpresivo. Contra todos los pronósticos que auguraban una etapa incierta y sombría, el mellizo le dio a Lanús la identidad que necesitaba. Y eso que este plantel difiere demasiado del que tuvo Gabriel Schurrer en el primer semestre del 2012. Se recuerda a Mariano Pavone, Mauro Camoranesi y Diego Braghieri; y el exiguo aporte de Teo Gutiérrez para la ansiada Copa Libertadores que no fue. Con materia prima de menor calidad, GBS elaboró un producto de primer nivel. Le sacó litros de jugo a una diminuta (pero dulce) aceituna. Multiplicó los panes. Y dejó rechonchos a los hinchas granates que se fueron del Libertadores de América con un entusiasmo grande como la Fortaleza.

Se vienen dos compromisos en condición de local y ante rivales que llegarán golpeadísimos, como Tigre y San Martín de San Juan. Después será el turno de la calurosa Córdoba y de una visita de riesgo al peligroso Belgrano del Ruso Zielinski, la revelación del Torneo Inicial. Un empate no vendría mal. La recta final comenzará en Arias y Guidi y continuará en Núñez para terminar finalmente en la tierra sagrada. Estudiantes, River y San Lorenzo, en ese orden. La línea que separa el horror show del cuento de hadas es tan delgada, pero tan delgada, que desde lejos no se ve. Pase lo que pase, sea cual sea el desenlace de esta historia, Guillermo Barros Schelotto hizo una tarea notable y que merece un digno reconocimiento. Queda hilo en el carretel para seguir tejiendo esta ilusión. Y para soñar despiertos. Hagámoslo. Total es gratis.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ahora te toca a vos, Lanús

La última vez fue victoria. Con gol agónico de Pavone, Lanús se impuso por 1 a 0.

Necesitaba un guiño del destino para justificar tanto entusiasmo. Y esa mueca tan ansiada llegó en el momento menos pensado. Los puntos que se le escaparon a Newell’s en su vista a Godoy Cruz reanimaron la ilusión de Lanús, que ahora depende de sí mismo para acortar la brecha que lo separa del único líder del campeonato. El conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto visitará a las 21.30 a Independiente y no la tendrá fácil, ya que se enfrentará a un equipo que viene en levantada y que tiene la obligación de sumar para atenuar un poco su comprometida situación con el descenso.

Sabe el mellizo que será una velada especial y que no habrá que dejar ningún detalle librado al azar, debido a que el mínimo descuido puede volcar la balanza hacia un lado o hacia el otro. Por eso se entiende su decisión de indultar a Maximiliano Velázquez y de concederle nuevamente la titularidad en reemplazo de Luciano Balbi, de buen rendimiento en la fecha pasada ante Argentinos Juniors. Sin embargo, la determinación del GBS despertó el enojo de los simpatizantes granates, fervientes detractores del experimentado lateral zurdo. Pero Guillermo se la juega y apuesta al 25.

Además del trueque de marcadores de punta, Junior Benítez saldrá de la alineación titular para permitir el regreso de Carlos Araujo, recuperado de la molestia que arrastraba en el pubis. De esa manera, Víctor Ayala volverá a su posición habitual de lanzador y Guido Pizarro se adelantará unos metros para acompañar a Mauricio Pereyra en la creación. Los once, entonces, que buscarán la cuarta victoria consecutiva serán Marchesín; Araujo, Goltz, Vizcarrondo, Velázquez; Fritzler, Ayala; Pereyra, Pizarro, Regueiro; y Romero. El destino y el Tomba pusieron lo suyo. Ahora le toca a Lanús hacer el resto.


Confirmado. Los once del Tolo.
Cien veces Gallego

Cuando la pelota empiece a rodar en el verde césped del Estadio Libertadores de América, Américo Gallego cumplirá 100 partidos al frente de Independiente. Es por es que el Tolo pondrá lo mejor que tiene a disposición para recibir esta noche a Lanús e ir en busca de la cuarta victoria consecutiva en el Torneo Inicial. Serán cuatro las modificaciones con relación al equipo que igualó con la Universidad Católica por la Copa Sudamericana: Julián Velázquez, Leonel Galeano, Lucas Villafáñez y Patricio Vidal reemplazarán a Cristian Tula, Eduardo Tuzzio, Fabián Vargas (contractura) y Ernesto Farías (molestia en el aductor). Por ende, los once serán Navarro; Vallés, Velázquez, Galeano, Morel; Villafáñez, Battión, Zapata, Ferreyra; Benítez y Vidal.

lunes, 22 de octubre de 2012

El mea culpa de Maxi

El arrepentido. Velázquez se mostró apenado por su expulsión ante Atlético de Rafaela.

Está comprobado científicamente que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Ya sea por negligencia o por motu propio, el ser humano es la criatura idónea por excelencia en repetir yerros y coyunturas perjudiciales para su existencia. Un ejemplo elocuente de este silogismo, o algo parecido, es la expulsión que sufrió Maxi Velázquez en la visita de Lanús a Atlético de Rafaela. Que un jugador vea la tarjeta roja por acumular dos tarjetas amarillas no es algo inédito o sacado de un cuento de hadas, pero el trance es diferente si ese mismo sujeto justo regresaba a su faena luego de haber sido penado por una falta semejante. Y es más reprensible aún si en su bagaje hay una considerable cantidad de partidos disputados en Primera.

“Estoy caliente conmigo mismo. La verdad es que lo que me pasó ayer no lo digerí todavía. Estoy pasando un mal día. Pero es una cagada mía (sic) y me tengo que hacer cargo”, reconoció Maxi en diálogo con Grana Deportivo (Am 1140 – Radio Independencia). A la espera de la sanción que le dará el Tribunal de Disciplina de AFA, organismo que tranquilamente podría considerarlo reincidente por su reciente expulsión ante All Boys, el defensor entrerriano aseguró que no le sorprendería que este episodio le costase su lugar en la alineación titular. “Ahora me la tengo que comer (sic). Me va a costar mucho y por ahí pierdo el puesto. Pero bueno, yo voy a seguir metiendo y apoyando a mis compañeros”, agregó, con semblante apenado, el dueño de la camiseta 25.

Sabe Velázquez que su relación con el simpatizante granate ya no es la misma de los años anteriores. De hecho, su conflictiva salida a Independiente y el festejo deliberado del gol que le convirtió al Lanús de Gabriel Schurrer marcaron un antes y un después en ese vínculo estrecho que había forjado a base de buenas actuaciones y de la consagración en el Apertura 2007. Pero él mantiene la esperanza y el entusiasmo de revertir esta situación: “Nunca me voy a entregar. Yo siempre la peleé, en todo momento… Esta es una piedra más en el camino y la voy a tener que saltar”. Que así sea, Maxi. Y que no se repita; por tu bien y, sobre todo, por el bien del club. Y acordate que, como decía Cicerón, de humanos es errar y de necios es perseverar en el error.

sábado, 20 de octubre de 2012

Un cambio y una baja sensible

Todo ok. Guillermo tiene el equipo listo para visitar a Atlético de Rafaela.

El regreso de Maximiliano Velázquez por Luciano Balbi será la única variante que realizará Guillermo Barros Schelotto en Lanús para visitar mañana, a partir de las 17.15 y con el arbitraje de Germán Delfino, a Atlético de Rafaela. El conjunto granate buscará hilvanar dos victorias consecutivas por primera vez en el Torneo Inicial y, de yapa, conseguir tres puntos que lo acerquen un poco más a Newell’s, el único líder del campeonato.

Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Oswaldo Vizcarrondo, Maxi Velázquez; Guido Pizarro, Matías Fritzler, Víctor Ayala; Mauricio Pereyra, Silvio Romero y Mario Regueiro serán los once que saldrán al campo de juego del estadio Nuevo Monumental en busca de la ansiada regularidad. En tanto, en el banco de los suplentes estarán Esteban Andrada, Carlos Izquierdoz, Luciano Balbi, Marcelo Herrera (bajaría a jugar el partido de la Reserva mañana a las 11), Diego González, Oscar Benítez, Fernando Barrientos y Gonzalo Castillejos.

La mala noticia para el mellizo es que no contará con Diego Valeri, quien se resintió en el entrenamiento de esta mañana de la molestia muscular que arrastraba en el posterior de su pierna derecha y se quedó en Buenos Aires. Los estudios que le hicieron al Pelusa arrojaron que tiene una pequeña distensión, motivo por el cual se tomó la decisión de preservarlo.


La Máquina Cementera tiene un Tanque que da miedo

On-fire. Mariano Pavone
Está intratable Mariano Pavone. En esta oportunidad, el delantero oriundo de Tres Argentos convirtió un gol en el empate 2 a 2 entre su equipo, el Cruz Azul, y el Tijuana que dirige Antonio Mohamed. El partido, correspondiente a la 14ª fecha del torneo Apertura mexicano, se disputó anoche en el Estadio Caliente de los Xolos. El Tanque abrió la cuenta a los cuatro minutos del primer tiempo luego de sacar ventaja de un rebote infantil que el arquero local dio en el área chica. De esta manera, Pavone festejó por segunda vez consecutiva, anotó tres tantos en los últimos cuatro encuentros y lleva seis gritos en la tabla de los goleadores (está a uno del ecuatoriano Cristian Benítez). Sigue en llamas...

lunes, 15 de octubre de 2012

Atlético de Rafaela también tiene su fortaleza

El Nuevo Monumental. Su terreno de juego es el más chico de los de Primera: mide 95 x 60 mts.

Ostenta un funcionamiento basado en el buen trato de la pelota. No abusa de los envíos largos sino que prioriza el toque cortito y a ras del piso. Tiene un entrenador joven y con ideas claras. Y en comparación con sus presentaciones en el prólogo del Torneo Inicial, su rendimiento se ha incrementado notablemente. Tales referencias ensamblan perfectamente con el presente que atraviesa el Lanús de Guillermo Barros Schelotto. Pero no. En este caso, la alusión es para Atlético de Rafaela, que justamente será el próximo escollo que tendrá que sortear el Granate en su camino hacia la anhelada regularidad.

Será una visita riesgosa para el equipo del mellizo, no sólo porque el conjunto santafesino juega bien y viene en alza a pesar de la reciente caída ante Independiente, sino porque se aprovecha de las peculiares dimensiones del terreno de juego de su estadio. El field del Nuevo Monumental es el más chico de los de Primera (95 x 60 mts.), incluso más que el de All Boys (100 x 60) y el de Argentinos (100 x 66), pormenor que dificulta el normal desempeño de sus comensales. De hecho, de los cinco partidos que ha jugado en su casa, la Crema ganó tres y empató dos. Otra verdadera fortaleza. Y una estadística que amedrenta…

“Es una cancha dificilísima para todos los rivales. Me tocó en una temporada defender esos colores y los resultados eran generalmente positivos”, contó Carlos Araujo, quien vistió la camiseta de Atlético entre 2002 y 2004. Y dio más detalles: “Si perdés la pelota en el medio ellos se encuentran con tu arco de repente. En una jugada elaborada llegás inmediatamente”. Encima, la última vez que Lanús visitó Rafaela (1° de octubre del año pasado) cayó por 2 a 1 y sufrió las expulsiones de Mario Regueiro y de Carlos Izquierdoz. Un antecedente que no entusiasma en lo más mínimo, pero que habrá que tener en cuenta para no reiterar errores.

sábado, 13 de octubre de 2012

“Trabajar sin Guillermo no sería lo mismo”

Gustavo Barros Schelotto asegura que la excelente relación que tiene con su mellizo es clave para desempeñarse en su rol. Conocé al personaje que hay detrás del ayudante de campo de Guillermo. 

Su mano derecha. Gustavo, al costado de Guille, observa el crecimiento de Lanús.

“Los hermanos sean unidos, porque ésa es la ley primera. Ya que si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera…”. Cuando José Hernández plasmó este adagio en su popular Martín Fierro, obra literaria ejemplar y muy conocida del género gauchesco argentino, nunca imaginó que en el tiempo se iba a forjar un dúo tan unido como los flecos de su pluma. La referencia, claro está, es para los mellizos Barros Schelotto, una dupla que no necesita demasiada presentación y cuya verdadera alma máter es la confraternidad. El destino quiso que fuese Guillermo quien viera la luz del mundo diez minutos antes de la venida de Gustavo. Y este primero, conforme a uno de los mandamientos innatos que se les concede a los hermanos mayores al nacer, ha sido –a su manera, obviamente- el perro lazarillo que ha acompañado a su cuate en casi todos los aspectos de la vida, sobretodo en su carrera deportiva.

Así como el fútbol los independizó a fines del siglo pasado, cuando uno se quedó en Boca para hacer historia y el otro emigró para buscar su lugar en el mundo, el presente los encuentra más unidos que nunca en una profesión que es prácticamente nueva para ambos. Y contra los pronósticos que auguraban un desenlace incierto, ya demostraron que están a la altura de semejante responsabilidad. Algunos entendidos del ambiente creen que la inteligencia de Gustavo fue el complemento ideal para la picardía de Guille. Y que así se amalgamaron los componentes sustanciales para la formación de una yunta prometedora. “Para mí es más fácil trabajar con mi hermano porque tengo una absoluta confianza para decirle todo lo que pienso, le guste o no. Sé que si se enoja, se le pasa al ratito”, admite Gustavo mientras camina por la renovada platea central de La Fortaleza. Y continúa: “Quizás con otra persona, por más buena relación que tuviera, no sería lo mismo”.

- ¿Qué sensación te genera estar en Lanús?

- Estoy muy contento y, sobretodo, cómodo. Con Guillermo tratamos de plasmar nuestras ideas en el equipo, aunque no es fácil… Hay algunas cosas que uno las puede cambiar de un día para el otro, pero hay otras que llevan más tiempo. Entiendo que en el fútbol argentino son los resultados los que obligan. Pero pienso que podremos aplicar los conocimientos que tenemos en la medida que trabajemos tranquilos y acompañen los resultados.

- ¿Cómo fue que supiste que existía esta chance para venir?

- Yo había regresado de Peñarol y mi hermano me comentó sobre esta posibilidad y algunas más del exterior. Me dijo que un periodista de Lanús lo había puesto al tanto. Pero era todo extraoficial, obviamente… Y un día lo llamó Nicolás (Russo) para que nos reuniéramos. Desde el primer momento que nos sentamos a charlar se dejaron en claro las ideas de ambas partes.

- ¿Y tuvieron que pensar mucho la decisión?

- No porque conocemos perfectamente el fútbol argentino y sabemos lo que sucede en la gran mayoría de los clubes, aunque hay algunas cuestiones interiores que uno no maneja. En líneas generales sabíamos lo que era Lanús. Lo que creíamos de esta institución antes de llegar es lo que vemos ahora. Nuestra prioridad era un club de Primera y que estuviera bien organizado. Es decir, un lugar donde tuviéramos que preocuparnos sólo por el equipo y no por otras cuestiones. Y Lanús no sólo daba esas posibilidades sino que también tenía un buen plantel.

- ¿Qué hablaron con Guillermo antes de contestar la propuesta?

- Estábamos esperando que surgiera una oportunidad para trabajar juntos. No debatimos en profundidad porque era una cuestión que habíamos discutido en muchas ocasiones y que conocíamos. Lo que trato de decir es que podemos discutir alguna acción en particular, pero los dos sabemos cómo va a reaccionar el otro ante cualquier estímulo.

- Nicolás Russo dijo que ya los tenía en mente. ¿Cómo se conocieron?

- Yo lo conocí en el 2004, cuando quiso traerme como jugador. Estuve muy cerca de venir, pero apareció el interés de Gimnasia, a donde yo no había querido regresar porque estaba enfrentado con la dirigencia. Pero luego asumieron otros dirigentes y me llamaron cuando yo tenía todo arreglado para llegar a Lanús. Entonces llamé a Nicolás y le expliqué mi situación.

- ¿Tenés idea de cuántas horas estás junto a tu hermano?

- Pasamos mucho tiempo juntos porque nos reunimos a la mañana para venir al club y generalmente nos encontramos de vuelta a la tardecita para definir algunas cosas del equipo con respecto al partido que viene o para ver detalles del rival. Igual para nosotros es un placer.

- Se nota un cambio muy importante en la personalidad de ustedes respecto de cuando eran jugadores…

- Ya somos más grandes y hay algunas cosas que hicimos como jugadores que hoy en día no tienen sentido. Una de ellas era protestar mucho. Ahora ocupamos un rol mucho más importante y no es bueno que el jugador se encuentre con un escándalo cuando mira al banco de los suplentes, ya que eso no le transmitiría ninguna tranquilidad.

- ¿Es difícil abstraerse de lo que fueron como futbolistas?

- Hay que ser realistas y saber que eso ya pasó. Ahora uno está en Lanús y tiene que preocuparse por esto que le toca. En el futuro vamos a recordar lo que fuimos cuando charlemos con nuestros amigos. Ojalá que en esas charlas también podamos sumar a Lanús.