Yo, presidente. Alejandro Marón conducirá al club durante los próximos tres años. |
Su nombre está escrito en una de las páginas más importantes de la historia del club por haber sido el
presidente cuando Lanús obtuvo su primer y único título a nivel local, el
torneo Apertura 2007. Pudo conformarse con eso. No menor, por cierto. Pero no:
fiel a su estirpe entusiasta, tomó las riendas de la institución por tercera
vez en nueve años. Y al igual que en su primera experiencia como mandamás de la
entidad del Sur del Gran Buenos Aires, en 2003, Marón tendrá por delante el
reto de conducir al Granate en tiempos complicados con relación a la economía
argentina. Por eso se entiende que en sus últimos discursos se haya escuchado
en más de una oportunidad la ambivalente palabra “austeridad”. Tal expresión
despierta cierta intranquilidad en algunos simpatizantes que, erróneamente, la
relacionan con la aminoración de la calidad del plantel profesional de
Guillermo Barros Schelotto o con el debilitamiento financiero de la institución.
-
¿Qué sensación te genera volver a ser presidente?
- Tengo una alegría muy
grande y mucha emoción por estar nuevamente en esta tarea, mezclado con lo que
significa la gran responsabilidad de ocupar este cargo, que ya sabemos de qué
se trata. Se conjugan esas sensaciones. Además estoy muy feliz por toda la
gente que se ha sumado. El recambio de autoridades fue muy ordenado y
consensuado. Eso le permitió a las dos gestiones trabajar casi en conjunto en
una etapa previa a esta asunción. Que
vivamos esta situación me satisface.
-
¿Es una virtud tener experiencia por haber ocupado esta función en otras
oportunidades?
- Sí, es una pequeña ventaja,
pero no todas las etapas son iguales. Les ha sucedido a otros ex presidentes que
ejercieron en otro momento. Lo que trato de decir es que la realidad que le
toca a cada uno le marca un poco el terreno que tiene para desenvolverse.
-
¿En qué situación lo encontraste al club?
- La institución atraviesa un
crecimiento muy fuerte e intenso. Por ahí nos tocan tres años en los que hay
que aplicar un marco de mayor austeridad y tener ese desafío por delante de trajinar
para no perder de vista objetivos ambiciosos. Estamos confiados en que hay muy
buenos equipos de trabajo para que la tarea sea menos pesada para todos. Para
ser competitivos hay que ser sólidos, pero no hay que confundir austeridad con
bajar la calidad de algo. Prometemos trabajo y mucha pasión para cumplir
acabadamente con todo aquello que es mandato de los socios para continuar por
la senda del crecimiento.
-
Ahora Lanús no sólo proyecta jugadores de sus Inferiores sino que también promueve
dirigentes…
- Siempre se ha dado esa
situación de que también los dirigentes jóvenes hacen un tipo de trabajo de
Inferiores como los futbolistas. Nos ocurrió a todos, a mí también. Yo fui
presidente recién en el 2003, pero había empezado a colaborar en la institución
en el 94. En esos años aprendí lo que significaba ser dirigente. Ahora hay doce
directivos nuevos en la
Comisión , pero son personas que vienen colaborando en otras
áreas desde hace tiempo. Eso es producto de la labor que se realiza en las
distintas subcomisiones.
- No hay dudas de que la unidad política le hizo
bien a Lanús.
- Es algo que destaco muy
especialmente. Agradezco todo lo que se hizo en la previa para llegar a esta
conformación que ahora exhibimos orgullosamente, que es la unificación
política. Creo que en todo grupo humano puede haber diferencias. Y de hecho las
hay en cualquier ámbito. Acá también hubo. Lo que yo destaco enfáticamente es
que al momento de decidir las cuestiones fundamentales se pensó en primer lugar
en el club. Eso es algo para resaltar porque es una acción de madurez, que
demuestra con hechos algo que dijimos muchas veces en los discursos. El interés
de la institución está por encima de cualquier interés personal.