![]() |
Con la boca llena de gol. Astina ya fusiló al arquero y grita el primero de Lanús. |
No lleva la cinta de capitán
en su brazo derecho, pero es uno de los referentes de su categoría y una de las
voces más escuchadas en los momentos de zozobra. No luce la camiseta con el
número nueve en su espalda, pero convierte goles a rolete. Así, con sólo 17
años, Marcos Astina se afianzó como uno de los baluartes de las Inferiores de
Lanús. El nivel superlativo que alcanzó con el correr de los partidos llamó la
atención de todos: la de los dirigentes, que rápidamente le hicieron contrato
para asegurarse la continuidad de esta joyita; y también la de Miguel Ángel
Lemme, el director técnico del Preseleccionado Argentino Sub 17.
“Hicimos una gran campaña
porque tenemos un buen grupo, que es muy unido y que soñó en todo momento con
salir campeón. Tuvimos todo: garra, juego, presión… por eso les hemos ganado a
casi todos”, cuenta Astina con un léxico claro que no condice con la fecha de
nacimiento que está escrita en su documento. Y advierte que ni siquiera la
victoria que se les escapó inexplicablemente en la anteúltima fecha ante Tigre
logró debilitarlos: “Era muy importante para nosotros porque jugábamos de
local, pero por suerte no bajamos los brazos y seguimos para adelante”.
Desde su arribo al club, en
2004, Marcos se diferenció del resto de sus compañeros por su facilidad para
dribblear con el balón y por su explosivo pique corto. Y a pesar de su
asiduidad para pisar el área adversaria, su faceta goleadora se vislumbró
recién este año, de la mano de Hernán Meske. De hecho, fue él quien rompió la
monotonía en el duelo decisivo contra Racing. “Tengo que reconocer que en lo
personal tuve una gran temporada, ya que pude ayudar al equipo y aportarle lo
mío”, asegura el ocho granate con
cierta timidez, autor de 18 goles a lo largo de 28 partidos. Sí, una cifra tan
espeluznante como esperanzadora.
Este anhelado título podría
ser considerado un premio consuelo para estos mismos jugadores que hace dos
años, cuando estaban en la
Novena y eran dirigidos por Ricardo Carrizo, perdieron por
penales en la última instancia frente a Chacarita. Pero no: al igual que el
resto de sus compinches, Astina se sitúa en las antípodas de ese silogismo. “No
me lo tomo como una revancha porque para mí el fútbol no te las da. Esa final
no la vamos a volver a jugar nunca más”, explica el volante. Y agrega: “Es un
recuerdo lindo para el club y para mis compañeros. Tal vez no todos lleguen a
Primera, pero siempre van a rememorar este campeonato”. Palabra de crack.
Marcos es una gran jugador y sobre todo una persona humilde y respetuosa. Dios ilumine su camino al exito se lo merece y gracias por los alagos alemtadores Sr Martin... saludos
ResponderEliminar