Carlos Araujo
adelantó el análisis de esta segunda parte de 2014 luego de que la igualdad
ante Boca dejara a Lanús sin chances en el Torneo de Transición. “No nos puede
volver a pasar. Estábamos convencidos de que con este plantel íbamos a ganar
algo”, señaló.
La
pelota aún no detuvo su marcha en el fútbol argentino, pero para algunos llegó
el momento de hacer los balances correspondientes. De dar explicaciones
con la cabeza fría sobre lo que dejó el semestre, para ser más
precisos. El empate con gusto a derrota que dejó a Lanús afuera de la pelea del
Torneo de Transición adelantó el análisis de todos los que integran el ámbito
granate, sobre todo de parte del plantel de los mellizos Barros Schelotto. Y
uno de los jugadores que más reflexivo se mostró sobre lo que sucedió en esta
segunda mitad de 2014 olvidable fue Carlos Araujo.
“Tengo
mucha bronca porque se jugaron cosas importantes y al principio nos faltó un
poquito. Tuvimos la gran final contra Atlético Mineiro y la otra en Japón que
se nos escaparon a lo último. En la Copa Argentina nos quedamos afuera muy temprano y
el campeonato local lo peleamos hasta el final…”, sintetizó el Pipi con
semblante resignado. Y en esa misma postura autocrítica, que tanto
hacía falta, se explayó: “Fue muy buena la campaña, todo. Pero queda la
sensación de mucha bronca porque estábamos convencidos de que con este plantel
íbamos a ganar algo. No alcanzó”.
El
gran problema del equipo de Guillermo en esta mitad del año fue la
inconsistencia defensiva para sostener la ventaja a favor. No sólo le pasó
frente a Boca sino que tampoco aguantó el resultado ante Olimpo, Godoy Cruz,
Arsenal (aunque terminó ganando con polémica incluida) e Independiente, por
citar algunos ejemplos. “No sé si somos inocentes, pero nos cuesta cerrar los
partidos. No es la primera vez que nos pasa esto. Contra Boca tuvimos dos o
tres chances clarísimas para convertir el tercer gol y no lo hicimos. Y después
cometimos dos errores que pagamos caro”, se lamentó el lateral derecho.
La
frustración que exterioriza Araujo no es exagerada, ya que el objetivo de lograr
al menos un título en el año previo al Centenario Granate no se
consiguió. “No nos puede volver a pasar esto. Estábamos muy ilusionados con
todas las competencias y nos vamos a las vacaciones con las manos vacías. Hay
que mentalizarse para pelear todo lo que esté por delante”, adelantó el
mendocino de 33 años. Y cerró: “Todos lo vieron: de haber un ganador tendría
que ser Lanús. Sin dudas. El balance del semestre, en general, es negativo por
todo lo que jugamos. En cuanto al rendimiento fue bueno. Merecimos más
de lo que nos pasó”.
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