Esta segunda parte del año será testigo de un Lanús en reconstrucción. Y es que a pesar de que Gabriel Schurrer dispondrá prácticamente del mismo plantel con el que peleó el Clausura hasta las últimas fechas, la realidad es que la partida de sus máximos referentes marcó un antes y un después en el trazado de los objetivos. La referencia es para Santiago Hoyos, vendido al fútbol de México; Agustín Pelletieri, quien emigró a Racing; y Diego Valeri, cuya decisión de no renovar su contrato le costó su separación del plantel.
Sin lugar a dudas, el episodio ocurrido con este último será determinante para las pretensiones del conjunto del Sur, ya que además de ser el encargado de conducir el equipo y de darle calidad, el volante de 24 años fue fundamental con la cuota goleadora que aportó durante el último torneo. "Es un tema únicamente económico. Todos queremos que juegue, pero no se puede hacer frente a lo que demanda. No se debe poner en riego la economía del club", sentenció Nicolás Russo, el presidente. En su reemplazo, contrataron a Mauricio Pereyra, uruguayo de 21 años que llega proveniente de Nacional de Montevideo.
A pesar de eso, será fundamental que tomen un mayor protagonismo las otras piezas clave del plantel: como Mauro Camoranesi, cuya experiencia resultará más que importante para un grupo que alberga a demasiados jóvenes; Silvio Romero, con la labor de impedir que se recuerde seguidamente que José Sand estuvo a un paso de regresar; Paolo Goltz, quien de a poco se convirtió en uno de los pilares de la estructura de Schurrer; y Matías Fritzler, quien llevará la cinta de capitán tras su paso por el fútbol español.
En tanto, el alejamiento de aquellos futbolistas sin mucha consideración, como Lugo, Arce, Erramuspe y Lagos, le dará al DT la oportunidad de hacer uso de los jugadores formados en las inferiores que cuentan con un futuro prometedor. Como el caso de Fernando Barrientos, Bruno Vides y Oscar Benítez. Allí podría estar la pieza que necesita Schurrer para resolver el enigma Valeri, aunque desde que sustituyó a Zubeldía no hizo debutar a ningún juvenil.
La reconstrucción de un equipo competitivo será la gran apuesta para un semestre que cobijará también a la Copa Sudamericana. Y el objetivo de aspirar a los puestos de vanguardia será una necesidad. O más que una necesidad, resultará una obligación. Al menos, su pasado reciente lo obliga a Lanús a apuntar siempre a lo más alto.
Lo mejor: el regreso de Matías Fritzler, vital para reemplazar a Pelletieri, sumó jerarquía y calidad adentro, como experiencia afuera de la cancha. La llegada del uruguayo Pereyra calmó los ánimos luego del inconveniente con Diego Valeri.
Lo peor: Diego Valeri, su gran figura, fue separado del plantel por un problema contractual y su ausencia dentro de la cancha se sentirá. Las salidas de Hoyos y de Pelletieri también dejaron un hueco importante.
EL TECNICO
Gabriel Schurrer: “No tengo dudas: con este equipo vamos a hacer un buen papel en los dos frentes que tenemos por delante”.
EL REGRESO
Matías Fritzler: "Tenemos el material suficiente para ser protagonistas en el torneo local y en la Copa Sudamericana".
EL REFERENTE
Mauro Camoranesi: "Lo ideal sería conseguir resultados favorables desde los primeros partidos para no perder terreno".
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