La búsqueda llegó a su fin…
Parece que Lanús dio en la tecla y encontró el 9 goleador que tanto pedían a
gritos los hinchas. Después de tolerar algunos nombres que insinuaron mucho
pero que no estuvieron a la altura, o de aguantar improvisaciones que no llegaron
a buen puerto, el cielo empieza a despejarse para darle paso a un sol radiante.
El Granate halló un centrodelantero que se mueve bien entre los
centrales rivales, que no se babosea con la pelota sino que juega a uno o dos
toques, que tiene hambre de gol. Y lo más importante, claro, que la mete en
el arco de enfrente. O -al menos- que está en racha positiva.
Lo mejor de todo es que se
trata de un producto genuino de la cantera, de un pibe que conoce cada
rincón del club. Con dos tantos en las últimas dos presentaciones del
equipo de GBS, Sergio González eclipsó la llegada de los refuerzos y se metió
de prepo en el centro de la escena. Después de varias fechas de coquetear con
el grito sagrado, el juvenil rionegrino se destapó con actuaciones
sobresalientes. Primero se destacó en la costosa victoria sobre Atlético de
Rafaela en La Fortaleza, en la que selló el 3-0 con una definición de manual. Y
anoche fue clave para dar vuelta un partido complicado ante Colón en Santa Fe.
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Adentro. El juvenil Sergio González ya conectó la pelota con un notable anticipo de volea. |
Tras un centro envenenado
del paraguayo Ayala desde el tiro de esquina derecho, el Pampu anticipó a su
marca y conectó la pelota con una volea infernal que se metió junto al
palo más lejano de Broun. Un golazo que llegó en el momento justo, para
empatar el resultado y para cortar el envión del conjunto sabalero. A partir de
ahí se soltó, empezó a pivotear de espaldas y a descargar hacia los costados.
Tuvo otras dos oportunidades clarísimas: en una punteó un centro que el arquero
local sacó a puro reflejo dentro del área chica; y en la otra giró bárbaro para
dejar atrás a su marca y definió con buenas intenciones, pero sin potencia. En
ambas situaciones mostró movimientos muy interesantes.
De hecho el tanto del
triunfo llegó gracias a una maniobra suya, cuando aguantó el balón de espaldas
y abrió un pase a la carrera para el desborde de Araujo, quien tiró un centro
pasado hacia la cabeza de Ayala. No es exagerado asegurar que el Pampu hizo
un partido bárbaro, que merodeó el puntaje ideal. Si bien en la primera
parte del año ya había evidenciado algunas cositas para tener en cuenta, su
falla principal era la puntería, la falta de serenidad al momento de estar
cara a cara con el arquero. Sin embargo, Guillermo apostó por él para la
reanudación del torneo local y el pibe no defraudó sino que cumplió con creces.
Con la confianza por las
nubes, González empieza a ganarse un puesto que parecía vacante luego de la
venta de Melano. Al menos por ahora demostró que le dará pelea a Stracqualursi,
el refuerzo que ya debutó y que supuestamente llegó para ponerse la
camiseta y ser titular. Si los mellizos fueran justos, tendrían que
ratificar al juvenil para recibir el domingo a Defensa y Justicia. Pero en
el fútbol nunca se sabe. ¿Y vos qué vas a hacer, Guille?
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