Al igual que todo Lanús, Lucas Melano aún no digirió la derrota sufrida el domingo a manos de Boca. “Mantuvimos las formas a pesar del empate de ellos. Después nos lanzamos para igualarlo, pero lo cerraron con el penal”, explicó el cordobés. Y se sinceró: “Tendríamos que estar más arriba”.
En franca levantada. El delantero de 22 años recuperó la confianza y empezó a pagar con goles. |
Si bien se perdió contra un
rival que de antemano se suponía que sería muy difícil de doblegar, en Lanús
quedó bronca por los tres puntos que Boca se llevó de La Fortaleza. Sobre
todo porque el trámite había arrancado favorable para el equipo de los mellizos
Barros Schelotto, que antes del minuto de juego ya estaba en ventaja gracias a
una notable maniobra colectiva, de las que se ven cada vez menos en el fútbol
argentino. De colección. A toda velocidad y con una admirable precisión. El
batacazo, a esa altura de la noche dominguera, parecía encaminarse. Pero nada que
ver.
“Hicimos un buen papel.
Desde el arranque lo fuimos a buscar y así nos encontramos con el primer gol.
Después, a pesar del empate de ellos, nosotros mantuvimos las formas… Antes de
eso contamos con situaciones para convertir porque les generamos varias”,
analizó rápidamente Lucas Melano, clave en el tanto que convirtió
Víctor Ayala al dejar pasar la pelota entre sus piernas para la
entrada en soledad del volante paraguayo. Y completó: “Ya cuando se pusieron en
ventaja ellos, nos lanzamos para igualarlo y tuvieron ese penal sobre la hora
para cerrar el resultado”.
“Estoy tranquilo con mi rendimiento. Gracias a Dios dejé atrás ese semestre que no fue bueno y realicé una pretemporada acorde para ponerme bien físicamente, que era lo que necesitaba. Con los minutos que tuve en cancha tomé confianza y llegaron los goles. Eso es fundamental y me hace sentir bien, cada vez mejor y más cómodo”.
Con el primer tercio del
campeonato ya disputado, el Granate atraviesa un presente distante del
que proyectaba durante la pretemporada. Con 15 puntos sobre 30 posibles, el
conjunto de Guillermo se ubica décimo, a nueve unidades de Boca. Pero más allá
de lo cuantitativo, la realidad indica que el equipo todavía no termina
de despegar futbolísticamente. “Podríamos estar más arriba porque tenemos
trabajo y plantel para eso. No se dieron algunos resultados, pero no hay que
quedarse con eso”, reconoció el delantero de 22 años. Y concluyó: “Sabemos que
tenemos un grupo bárbaro y que hay que levantar. Vamos a empezar a sumar de a
tres para trepar en la tabla”.
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