lunes, 14 de noviembre de 2011

Casados, sin hijos

Así es el estilo de vida que llevan adelante los Dinkis, una tribu urbana originada en el  Reino Unido y criticada por la Iglesia Católica por su postura de no procrear para ocuparse exclusivamente de sí mismos. Vanidad, hedonismo, placer, moda e imagen corporal son algunas de las iniciativas impulsadas por este extravagante grupo subcultural.



Los Dinkis constituyen una de las tantas tribus urbanas del Reino Unido cuyo estilo de vida no se basa en la protesta, la negación de las normas y las reglas o el repudio hacia el sistema. El rasgo propio que más identifica a este grupo es su apego a la expresión inglesa “Double-Income No Kids”, cuya traducción al castellano-español sería: sueldo doble, sin hijos.

Estas parejas, en su mayoría heterosexuales, posponen por motu proprio su paternidad por tiempo indeterminado. Esta postura de no procrear encuentra su núcleo en tres puntos bien definidos, pero interrelacionados entre sí: la dedicación exclusiva a la carrera laboral o facultativa; el considerarse incapacitados para educar y criar a los niños; o, simplemente, el desagrado hacia los mismos.

Contrariamente con la familia tradicional, las parejas Dinkis son más codiciosas laboralmente, tienen un fuerte interés por las innovaciones tecnológicas, el arte y las culturas, y son propensas a realizar viajes con fines turísticos. Sin lugar a dudas, se aferran a su calidad de vida como extensión de su juventud. Tienen entre 25 y 35 años, y se caracterizan por su marcado materialismo, su elocuente narcisismo y su notable poder económico. Como consecuencia de esos gustos o placeres de la vida que se dan a sí mismos, estos jóvenes atrasan su deseo de engendrar para ocuparse de otros asuntos que son más determinantes en su escala de valores: la imagen corporal, el trabajo, el sentirse libre, la moda, las novedades tecnológicas, las redes sociales en la Internet, etc.

Como sucede con la gran mayoría de las tribus urbanas que han surgido en estos últimos años, el período Dinki encuentra su fin cuando se pierde el interés por el sistema de valores que incentiva. De modo que en algunos casos, es simplemente un período de transición

No hay comentarios:

Publicar un comentario