El hombre en cuestión. Barrientos está de regreso luego de su paso por el Villarreal. |
El paso de Fernando Barrientos por el fútbol español fue tan fugaz que
seguramente será recordado por muy pocos. Cuando los dedos de una mano
todavía alcanzaban para contar los días que habían transcurrido desde el inicio
de la pretemporada de verano, el Negro era
cedido a préstamo al Villarreal B por
una temporada y media. Un gran desafío para él, que tenía en su haber
apenas dos partidos jugados en Primera, y para la Comisión Directiva ,
que corría el riesgo de perder a este promisorio volante central. Sin embargo, el
periplo del juvenil duró, como dice una conocidísima canción de Sabina, lo que
duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks. En otras palabras, duró
poco y nada. Fueron tan sólo seis meses
de travesía. Todo porque el Submarino Amarillo
perdió la categoría y, por ende, el equipo B descendió obligadamente a la
tercera división, detalle que activó automáticamente la rescisión de su
contrato. Así, Barrientos regresó al club que lo formó futbolísticamente y
ahora asegura que hará lo posible para ganarse un lugar en la consideración de
los mellizos Barros Schelotto.
“Estoy muy contento de haber retornado porque este club me ha tratado
siempre muy bien, así que intentaré dar lo mejor para que me tengan en cuenta”,
arrancó confiado el mediocampista nacido en el barrio El Jagüel. Y continuó con
los detalles de su reaparición en la institución: “Cuando me enteré que Guillermo agarraba Lanús y que yo tenía que
volver me puse muy contento por lo todo lo que fue él como jugador”. Más
allá de la satisfacción que le generó su vuelta a esta parte del Sur del Gran
Buenos Aires, Barrientos también se
lamentó por lo efímera que fue su estadía en el Viejo Continente. “La realidad es que el descenso fue algo
inesperado. Cuando le había agarrado la mano me tuve que volver, je”,
reconoció con su tono de voz tan característico. Y aclaró que no se fue del Villarreal por una cuestión de actitud:
“No me fui porque no di todo. Creo que si
hago las cosas bien acá voy a tener las puertas abiertas para regresar”.
A pesar de que estuvo poco tiempo
en Europa, Barrientos confesó que
aprendió muchísimo del estilo de juego español y se mostró sorprendido por el
minucioso trabajo que se lleva a cabo en la cantera de su -ahora- ex equipo.
“Cuando perdés la pelota tenés que
apretar rápido. Además no hay que estar parado y hay que jugar a un toque. Al
principio estaba acostumbrado al trote del fútbol argentino y me cagaban a pedo
(sic)”, reveló con una risa pícara. Y añadió: “La preparación de los juveniles de allá es distinta a la de acá… Yo vi
esas Inferiores y son buenísimas. Sé que salieron campeones en cuatro o cinco
categorías”. A modo de cierre, el Negro dejó en claro que su deseo es
quedarse a pelear un puesto. “Mi
objetivo es tener continuidad y ganar un título en Lanús. Voy a dar todo para
que el nuevo cuerpo técnico me tenga en cuenta. Y si no es así tendré que
buscarme otro club”, concluyó el hijo pródigo.
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