lunes, 23 de julio de 2012

“La idea es que yo tenga la pelota un poco más”

Esa mirada. El entusiasmo de Diego Valeri contagia a todo Lanús.

La mezcla de satisfacción y de alivio que exhibió Diego Valeri al retirarse del polideportivo fue uno de los factores que convalidó el sentimiento colectivo de aquellos que se acercaron a La Fortaleza para presenciar el amistoso ante Unión. “Es un equipo distinto y que juega a otra cosa”, fue -en reducidas palabras- lo que reflexionaron la mayoría de los espectadores que se hicieron presentes en la fría mañana lanusense. “Más allá del triunfo y del ritmo que vamos agarrando, nos vamos contentos por el trabajo que hicimos y porque hoy jugamos mejor que contra River”, aseguró el Pelusa con una incontenible mueca de entusiasmo. Y, por otro lado, se mostró conforme con el nivel que desplegó en esta novedosa, pero no desconocida, posición suya de volante por la izquierda. “Me sentí muy cómodo. Hablé de muchas cosas con Guillermo (Barros Schelotto); la idea es que tenga un poco más la pelota”.

Para él, capitán y una de las voces cantantes del plantel, la actuación que plasmó Lanús de mitad de cancha hacia adelante dejó en un segundo plano las falencias evidenciadas en la última línea. Se podría decir que en este caso particular, y en contraste con lo que expresa un afamado refrán, el árbol le tapó el bosque. Tan valioso fue el triunfo por 2 a 1 ante el Tatengue que le sirvió hasta para olvidarse por un rato de la todavía peculiar partida de Mauro Camoranesi a Racing. “Para nosotros fue un pérdida importante porque él era fundamental dentro y fuera del campo de juego. Su presencia acá no fue de paso, ya que pesó fuerte en el grupo”, se lamentó primero. Y reaccionó después: “Tenemos que mirar para adelante y pensar en el arranque del campeonato. Más allá de que creíamos que Mauro como referente no era uno más, como jugador sí pensábamos que era uno más de todos nosotros”.


Entre el optimismo y su nueva responsabilidad

Las palabras que emite Diego Valeri en la renovada antesala del vestuario son muy claras, pero es mucho más transparente su intención de generar una atmósfera de bienestar que se propague rápidamente entre sus compañeros. No es para menos, ya que luego de un semestre que en el plano futbolístico estuvo más próximo a la pena que a la gloria, Lanús necesita que alguien le dé un golpe de efecto que lo catapulte en el aspecto anímico. Y el volante nacido en Valentín Alsina parece ser la pieza adecuada para llevar a cabo esta complicada faena de mantener motivado al vestuario. No le resultará sencillo, pero será su obligación como capitán y uno de los máximos referentes del plantel. Si los resultados acompañan y el equipo engrana con la idea que el cuerpo técnico tiene en mente su tarea será más sencilla. Lo concreto es que ésta será su nueva responsabilidad. ¿Estará a la altura de la circunstancia?

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