Está todo okey. El uruguayo asegura que el equipo está bien y que va a salir adelante. |
Se
ampara en su vasta trayectoria para sustentar un punto de vista que poco tiene
que ver con la realidad. La tranquilidad
con la que declara en los momentos críticos es tan admirable como exasperante.
Y el análisis que realiza del juego es muchas veces anacrónico con la situación
que atraviesa el equipo. No importa cuál
sea el resultado: Mario Regueiro ve siempre alguna situación que el resto de
sus compañeros no percibe. Está claro que su dilatado paso por el fútbol
europeo no sólo lo ha forjado como un destacado futbolista, sino que además le
ha servido para encontrarle a cada acontecimiento la palabra justa. O, en todo
caso, la más ventajosa para propugnar su parecer.
En
esta oportunidad, el uruguayo minimizó
el flojo arranque que tuvo Lanús en el Torneo Inicial y pidió tranquilidad.
“Recién van dos fechas, no sé por qué
sorprende tanto… Hay que mantener la calma”, sostuvo Regueiro. Y aclaró: “Nos cuesta un poco agarrar la idea del
cuerpo técnico nuevo, pero recién pasaron dos partidos y hay mucho en juego.
Todavía no se ha muerto nadie”. En tanto, el punta de 33 años aseveró que el mayor problema del equipo es la
falta de profundidad en los últimos metros. “Cuando tenemos la pelota la manejamos bien, pero no hacemos mucho daño
en el arco rival. No estamos dejando a Gonzalo (Castillejos) de macho (sic)
para que tenga chances de gol”, explicó con detenimiento.
Luego
de la partida de Mauro Camoranesi a Racing, la figura de Regueiro emergió como
la del máximo referente del plantel. Y como tal, La Hiena
defendió a sus colegas ante la consulta
que apuntaba a saber si hay jugadores que carecen de la actitud necesaria para
jugar en Primera. “No creo que el
problema sea solidario. Es decir, no he visto que ningún compañero no quiera
correr. Que no tengamos volumen de juego no pasa por ese lado. El equipo corre,
pero capaz que no lo hace bien”, sostuvo el charrúa con semblante firme. Y concluyó con un mensaje directo al
ambiente periodístico: “Sabemos que
hay muchas cosas para mejorar, pero no hay que buscar problemas donde no los
hay”.
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