lunes, 27 de mayo de 2013

Alegría de Chicago en el clásico

Goleador. Becerra festeja como loco luego de haber fusilado a Losa. Fue 1 a 0 para Chicago.

Las despedidas son esos dolores dulces. Lo compuso el Indio Solari en sus tiempos de Patricio Rey. Y lo entendieron a la perfección los hinchas de Chicago. Ante un marco imponente, el cuadro de Mataderos se impuso por 1 a 0 sobre Almirante Brown y comenzó a despedirse de la B Nacional, ya que jugará la próxima temporada en la tercera categoría del fútbol argentino.

La consigna era clara y la postura, unánime: había que armar una fiesta para contagiar a los jugadores en las últimas presentaciones en esta divisional. Y así fue. El equipo de René Kloker redondeó una actuación aceptable. Es cierto que mostró algunas de las limitaciones que hicieron que perdiera rápidamente toda posibilidad de mantener la categoría, pero mereció la victoria de principio a fin. Cuando el local era claramente superior, Raúl Becerra fusiló a Gastón Losa para marcar la única diferencia de la tarde. El delantero escribió el epílogo de una maniobra que pensó el interminable Gomito Gómez y que plasmó en el campo el bueno de Agustín Farías.

Parte de la superioridad de Chicago se debió a la apatía con la que se mostraron los hombres de Almirante. El único que inquietó el área de Daniel Monllor fue Pablo Caballero. Si Cristian Chávez no aparece, el equipo de la dupla Tobio-Ojeda desaparece. No tiene juego y es inofensivo. El volante, de pasado en San Lorenzo, también fue perjudicado por un esquema 4-4-1-1, que resultó muy estático y distanciado de la línea de los volantes.

Lo aprovechó Nueva Chicago. No tanto por su juego vistoso, sino por su alto nivel de concentración. Y lo disfrutó su gente, que despidió a su equipo con aplausos.

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