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Con esa camiseta. El Pulpo posa con la casaca especial del Torneo Apertura 2007. ¿Repetirá? |
Tal
vez su voz no sea una de las más escuchadas dentro de un plantel que descansa
en la jerarquía de Mario Regueiro y en la experiencia de Oswaldo Vizcarrondo. Quizá
no tenga ese olfato goleador de Silvio Romero o ese talento de Guido Pizarro.
Pero sí tiene algo que el resto de sus compañeros desconoce. Diego González -de él se trata- sabe lo que
es dar la vuelta con Lanús. El volante es, junto con Maximiliano Velázquez,
un sobreviviente de aquel plantel que se
consagró en el Apertura 2007. Y ahora que el conjunto de Guillermo Barros
Schelotto se perfila para dar pelea en el Torneo Final, el Pulpo empieza a
sentir ese cosquilleo que lo inquietó hace casi seis años.
“Es similar lo que se vive cada día y
el ambiente en las calles de la ciudad es bastante parecido. Uno se acuesta a
la noche y se levanta a la mañana recordando esos momentos finales y los
últimos partidos de ese semestre”,
le reconoce González a Clarín. Y con ese mismo semblante emocionado,
agrega: “Consagrarme de nuevo con esta
camiseta sería especial porque me crié en el barrio y soy hincha. Sería algo
hermoso porque quedaría doblemente en la historia del club”.
-Ese equipo de Ramón Cabrero era más
vertical y éste es más organizador, ¿no? -Lo
que pasa es que ese te mataba con la velocidad de (Lautaro) Acosta, Valeri,
(Sebastián) Blanco… En ese momento se formó algo muy dinámico y explosivo de
tres cuartos de cancha hacia adelante. Y hoy nos enfocamos mucho en el
mantenimiento de la pelota y en crear buenos ataques con el balón dominado, no
de manera tan vertical.
-¿Y a este equipo le ves la famosa
pasta de campeón? -Sí,
lo dije cuando terminamos de hacer la pretemporada, que fue excelente porque
hubo muy pocos compañeros que se cayeron en el camino. Y eso es fundamental
para armar una base. Veía un plantel muy sólido, comprometido y entusiasmado
con esas tres victorias consecutivas del arranque. Es cierto que en estos
últimos encuentros no mostramos ese rendimiento, pero no siempre se puede jugar
bien… Los rivales te conocen y se protegen contra tus virtudes grupales e
individuales. Cada partido es un nuevo desafío.
-¿Lanús es el que mejor juega? -Para
mí, sí. Y es el que mejor está. Siempre digo que el mejor es el que más puntos
saca. Sea como sea: jugando bien o mal. Jugar mal y ganar también es una
virtud, ya que seguramente trataste de que el rival no te convirtiera o te
empatara.
-Si fueras un hincha de otro equipo,
¿pagarías una entrada para ver a Lanús? -Sí,
porque muestra un buen fútbol y que le gustaría a cualquiera. También lo sumo a
Newell’s, que hace muy bien las cosas y que tiene jugadores de muy buena
categoría. Más allá de que pelea el título con nosotros, también iría a verlo.
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