Ninguno salió beneficiado con el empate

Duelo en lo alto. Pouso salta más alto que todos para cabecear. El punto no le sirvió a ninguno.

Cuando el silbato de Silvio Trucco sonó por última vez en la fría tarde de ayer, el silencio se adueño de un escenario que minutos atrás había sido ensordecedor. El final del partido encontró a Deportivo Merlo y a Gimnasia y Esgrima La Plata con un dejo de desazón, ya que el empate 1 a 1 no le sirvió a ninguno de los dos, más allá de que el conjunto platense ya había cumplido su objetivo de regresar a Primera.

Urgido por la obligación de sumar de a tres para escaparle a la zona del descenso, el local salió decidido a llevarse por delante a Gimnasia. Merlo impuso su ritmo sin tanto juego colectivo, pero sí con envíos que metieron a su rival dentro de su propia área. A pesar de que tuvo más de una oportunidad para atropellarlo, el equipo de la dupla Anaut-Manzini no aprovechó su momento. Con el correr de los minutos, el conjunto de Pedro Troglio se acomodó y comenzó a apoyarse en su línea media, sobre todo en Ignacio Fernández.

En uno de sus innumerables avances por la banda izquierda, Lucas Licht mandó la pelota al área y lo encontró bien ubicado a Federico Rasic. El juvenil de 21 años dominó el balón con el pecho, pasó entre los dos centrales y lo punteó ante la salida desesperada de Matías Giordano. Gimnasia no se conformó con esa mínima ventaja y fue a buscar más. Soltó a sus dos laterales y crecieron las figuras de Franco Mussis y de Facundo Pereyra. Tuvo posibilidades para cerrar el resultado, pero la falta de puntería y las manos de Giordano se lo impidieron.

A Gimnasia lo perjudicó su ambición. Y Merlo, empujado por el nerviosismo de su gente, fue a buscar el empate sin mucha claridad, pero con un Mauro Pajón protagonista. La igualdad llegó en una jugada aislada e inesperada: la pelota le quedó a Oswaldo Blanco y éste la bajó de pecho para la entrada de Leonardo Romero, quien venció la resistencia de Fernando Monetti con un toque certero.

El punto no le sirvió mucho a ninguno de los dos. El cuadro de La Plata resignó su chance de escalar a lo más alto, mientras que el local ahora no depende de sí mismo para mantener la categoría.