Lo dijo
Agustín Marchesín, uno de los pocos que habla sin cassette en las buenas y en
las malas. El arquero de Lanús se refirió a todo lo relacionado con el presente
del equipo: la suerte, los marcadores centrales, la actitud, la falta de
contundencia y los planteos de los rivales.
En guardia. El arquero le pone el pecho a este presente adverso que protagoniza su equipo. |
De
las mieles dulces de un diciembre glorioso a los tragos amargos de un agosto
para el olvido. Así se resume el
trayecto futbolístico que recorrió Lanús desde la conquista de Sudamérica hasta
el mal arranque de este semestre, que incluyó las frustraciones en la Recopa , en la Suruga Bank y en la Copa Argentina. A
pesar de los golpes recibidos, uno más insoportable que el otro, el plantel de
Guillermo Barros Schelotto está entero y con ganas de revertir la
situación lo más rápido posible.
“Estamos
con mucha ilusión de ganar el domingo porque no venimos bien. Las expectativas son
las mejores y hay que estar preparados porque esto es fútbol”, comentó Agustín
Marchesín, acostumbrado a declarar sin cassette. Y añadió: “Por ahí
no tenemos suerte porque generamos muchas situaciones, pero pegan en el palo,
en el travesaño o no nos cobran penales claros. No es excusa y hay que trabajar
porque siempre hay cosas para mejorar”.
-El
camino a seguir es el del segundo tiempo ante Atlético de Rafaela, ¿no?
-Sí,
porque el primer tiempo lo regalamos, ya que no empezamos bien. Si bien en los
primeros diez minutos fuimos claros dominadores, después se emparejó y ellos
nos dominaron la pelota con un poco más de actitud. En el complemento nos
hicieron un gol muy rápido y a partir de ahí fue todo nuestro.
-Y
encima ahora se viene Estudiantes, un rival que siempre les resulta duro…
-Sí,
pero siempre se hace duro contra ese tipo de equipos. Es muy difícil
desempeñarse bien ante los que salen a esperarte y a aprovechar los
contraataques cuando se dejan espacios. Estudiantes es más o menos parecido y
será complicado jugar como pretendemos. Sabemos que la gente se acostumbró al
buen juego, pero hay ocasiones en las que no se puede.
-Se
ven desacoples en la última línea que son normales porque hay dos de los cuatro
jugadores de la defensa que son nuevos.
-Es
que nos acostumbramos demasiado a Paolo (Goltz) y al Cali (Izquierdoz). Pasaron
mucho tiempo juntos y la convivencia dentro del campo de juego era muy buena.
Diego (Braghieri) y Gustavo (Gómez) son dos grandes centrales, son jóvenes y
creo que le darán muchas satisfacciones al club porque trabajan para mejorar.
Uno ve los goles y piensa que no tenemos suerte… es la realidad. Quizá la
pelota rebota y le queda al delantero contrario. Cuando no está de tu lado se
hace más difícil. Es culpa de todos, mía también. Tenemos que ser conscientes
de que presionan los de arriba y los de abajo. El puesto más ingrato es el
nuestro, atrás.
-¿Creés
que esta expectativa que hay de pelear en todos los frentes la generaron
ustedes?
-Sí,
y para nosotros es hermosa. Cuando no se dan las cosas, los primeros
responsables y los que se sienten mal somos nosotros, que somos los que
perdemos cosas. Nos duele más que nada porque hay muchos chicos que somos de la
institución y nos duele no darle una alegría a la gente. Pero bueno, primero lo
padecemos nosotros por nuestra familia; ellos lo saben. Hay que enfocarse en el
campeonato local porque recién van dos fechas. Lo que pasó con las copas fue
muy doloroso, pero si nos quedáramos con eso estaría muy mal.
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