Lautaro
Acosta continuó la línea de reconocimiento público de Guillermo y admitió el
mal momento del equipo. “Es un arranque duro e inesperado. Nos armamos para
pelear todo, pero las cosas no nos salen como queremos”, señaló el Laucha.
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Arriba también. El equipo no sólo sufre las fallas defensivas sino también la falta de definición. |
El
primer paso para resolver un problema es admitir su existencia, reconocer sin
pudor que éste está acá, de cuerpo entero. Y en eso anda este Lanús de
Guillermo Barros Schelotto, que de tanto malacostumbrar a su paladar
con las mieles de la victoria, hoy no tolera la comida al paso. El equipo
del Mellizo no juega bien y ya no es lo que lo llevó a alcanzar la Copa Sudamericana.
Ahora gana y pierde. Se repone y empata. Y así sucesivamente. Pero lo peor no
es la mala racha futbolística sino la negación de los hechos. En otras
palabras, creer (y sobre todo declarar) que se transita el camino correcto.
Hasta
el último empate contra Olimpo en La Fortaleza , el discurso del plantel
carecía de autocrítica. O no tenía la suficiente. Pero esa imagen deslucida
que se dejó ante el conjunto bahiense caló hondo en el ánimo del Granate. Y se
empezaron a aceptar públicamente las falencias… “Es un arranque de
semestre duro, inesperado. Nos armamos para pelear todo, pero lamentablemente
las cosas no nos salen como queremos. Hay que corregir los errores para salir
de este mal momento”, aclaró Lautaro Acosta. Y agregó: “Estamos tranquilos más
allá del malestar normal. Sabemos que lo que nos pasa no es lo ideal”.
El
primero en adoptar esta postura espontánea fue el propio Guillermo. “Jugamos
mal y asumimos la responsabilidad. No busquemos otras cosas, es
futbolístico”, confió esta semana el DT. Y el Laucha, uno de los máximos
referentes del plantel de Lanús, se manifestó en la misma línea: “Se está
fallando en la definición, ya que los delanteros no concretamos las situaciones
que generamos, aunque también nos llegan poco y nos convierten. No es culpa de
nadie en particular ni de ninguna línea específica sino del equipo entero. Hay
que ajustar cosas”.
La
piedra angular ya está colocada. Ahora hay que volver a levantar la
estructura. El paso inicial, admitir los errores, se dio con creces.
“Buscamos más juego y posesión, pero con continuidad durante todo el partido y
no presionar un rato. Son las claves para mejorar, como los pocos goles de los
delanteros”, aseguró Acosta. Y concluyó: “Esto es largo. Ojalá resurjamos, ya tenemos
experiencia”. Llegó el momento de dar el próximo. ¿Será el domingo ante Racing?
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