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A las corridas. El volante lidera la estampida de Arsenal tras convertir su gol. Fue el 1 a 0 parcial. |
Para
apostar a la pelota parada como una de las principales armas ofensivas, hay que
tener un ejecutor que sea casi perfecto. Y Arsenal tiene en Nicolás
Aguirre al protagonista ideal para dañar las defensas contrarias con
centros punzantes y remates de media distancia. El volante zurdo abrió el
resultado con un tiro libre que lanzó por afuera de la barrera de Boca y que
entró cerca del palo derecho de Emanuel Trípodi. Además, envió el centro para
el gol de cabeza de Ramiro Carrera.
“En
lo personal me voy muy contento, pero lo colectivo también fue importante.
Terminé con el gemelo un poco cargado, pero nada preocupante”, expresó Aguirre
luego de la victoria. Y analizó: “Lo tomamos como una final. Cuando el remate
(de Gigliotti) pegó en el poste y cruzó toda la línea, sufrí mucho. En ese
momento les rezamos a todos los santos. Teníamos que ganar, no nos quedaba
otra”.
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