Hinchas para nada neutrales

Esa mentira. La tribuna visitante de Atlético de Rafaela albergó a simpatizantes de San Lorenzo.

Pasa en el deporte y en cualquier otro aspecto de la vida: hecha la ley, hecha la trampa. En otras palabras, siempre hay alguna manera de sortear las normas establecidas en el reglamento, sobre todo en el fútbol de hoy. Los hinchas neutrales, un invento tan argentino como el dulce de leche, dan cuenta de ello.

A pesar de la prohibición que rige sobre los simpatizantes visitantes, el estadio de Atlético de Rafaela ayer albergó alrededor de 400 hinchas de San Lorenzo. Ubicados sobre la parte alta de la popular que da a la calle Urquiza, el numeroso grupo del club de Boedo no fue para nada imparcial. Aunque no acudieron con banderas ni camisetas con los colores de San Lorenzo, estos simpatizantes cantaron durante todo el partido al ritmo de lo que sucedía en el campo de juego. De hecho, cuando los jugadores salieron a la cancha, saludaron con las manos en alto hacia ese sector...

Las entradas para estos supuestos neutrales se vendieron sólo en las boleterías del estadio. El expendio se extendió hasta el viernes a las 19 y cada platea costaba $450. Los tickets no se podían adquirir ni por teléfono ni por internet.

Cuando Ignacio Piatti convirtió el agónico gol del empate, los simpatizantes que ocuparon la tribuna visitante dejaron en claro que no eran para nada neutrales. Luego de que finalizó el encuentro, los locales tuvieron que esperar sólo 10 minutos hasta la desconcentración de la gente de San Lorenzo.