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Dale, Melli, decilo. El técnico de Lanús aún no sabe si repetirá el 4-4-2 o si volverá a su 4-3-3. |
Mientras
empieza a mirar la tabla de posiciones del Torneo Inicial con otros ojos, Lanús
se prepara para afrontar la vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana
frente a River. Y para ese trascendental compromiso, Guillermo Barros Schelotto todavía
no dio pistas del equipo que parará en el Monumental para
ir en busca de la anhelada clasificación.
La
duda del entrenador radica en la elección del esquema táctico. Es
decir que aún no definió si repetirá el 4-4-2 que utilizó en la ida (fue empate
0 a 0 en
el Sur) o si optará por su predilecto 4-3-3. En este último caso, el Mellizo
tendría que decidir el tercer delantero que acompañará a Santiago
Silva y a Jorge Pereyra Díaz. Lucas Melano y Lautaro Acosta se disputan esa
eventual vacante. La otra posibilidad es mantener la línea de cuatro volantes
con Diego González, Leandro Somoza, Víctor Ayala y Jorge Ortiz.
“Ya
empezamos a palpitar el partido. Será especial y lindo para jugar. Me lo
imagino diferente al anterior porque ellos también tendrán que salir a buscar
el resultado”, consideró Maximiliano Velázquez, acaso el máximo referente del
plantel actual de Lanús. Y explicó que -para él- River arriesgará desde el
primer instante: “Ya no les sirve empatar... Son los últimos 90 minutos y el
que gane, pasará. Las posibilidades siguen 50 y 50 para cada uno. Es un equipo
grande, pero nosotros podemos convertir en cualquier cancha”.
La
mala noticia es que Guillermo Barros Schelotto ayer recibió cuatro
fechas de suspensión de parte de la
Conmebol por “ofensas verbales proferidas contra el
árbitro del encuentro ante la
Universidad de Chile, del 25 de septiembre”. En la ida frente
a River, el técnico cumplió el primer partido.
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