No gana para sustos

Inseguridad en Lanús. Leandro Díaz fue víctima de una entradera en su departamento.

La nueva víctima en esta Ciudad de Lanús que se está malacostumbrando a resignarse a la inseguridad tiene un nombre y apellido por demás conocido para el ambiente futbolístico y, sobre todo, para el simpatizante granate: Leandro Díaz. El delantero de 20 años fue víctima de un violento asalto que tuvo lugar esta madrugada, cuando cuatro delincuentes ingresaron en su hogar para robarle dinero y objetos de valor. "Sentí que me llamaban y abrí la puerta porque muchas veces vienen chicos del club a verme", detalló el tucumano en diálogo con Radio La Red (Am 910). Y continuó su relato: "Se metieron armados y empezamos a pelear, a forcejear. Me apuntaron con un arma en el pecho y me dijeron que les dé la plata”.

Este lamentable suceso se produjo alrededor de las 22, cuando estos hombres irrumpieron en su departamento con un vecino como rehén, mientras el futbolista jugaba a la Play junto con su hermano (Hernán) y un primo. Acto seguido, uno de los malhechores lo llevó a su dormitorio y le reclamó una importante suma de dinero. “Se llevaron diez mil pesos porque justo me iba a mudar y mi familia se iba a venir para acá”, explicó con semblante apenado. Pero eso no fue lo peor de una noche que estuvo cerca de terminar en una tragedia: “Me gatillaron un par de veces con el arma, pero no salió el tiro o no tenía balas. Y a mi hermano le pegaron en la cabeza y lo patearon cuando estaba en el piso”.

El drama concluyó cuando el primo del jugador se lanzó por el balcón a la terraza de una casa lindera para pedir ayuda. En ese momento, los criminales huyeron en un Peugeot 307 gris, según informó la Agencia de Diarios y Noticias, y aún no hay novedades de ellos. “Para mí me entregaron, ya que yo tenía que pagar en la inmobiliaria. Me buchonearon o me entregaron”, contó el centrodelantero. Y concluyó con la cruda realidad que sobrellevan a diario los habitantes de su ciudad: “Todos los días y a cualquier hora te roban en Lanús. Estamos a dos cuadras de la comisaría y, así pongan al ejército, te roban todos los días”. Una verdadera odisea fue la que toleró Leandro Díaz. Encima venía de padecer un pozo de depresión que lo alejó del plantel profesional de Guillermo Barros Schelotto. Pobre, no gana para sustos...