lunes, 2 de septiembre de 2013

Tito Ramírez, con la marca del goleador

Primero yo. El delantero, autor de los dos goles de Colón, se la lleva ante la marca de Peppino.

Cuentan que no bien llegó Rubén Darío Forestello a Colón, una de sus primeras decisiones fue llamar a su colega Julio César Falcioni para que éste le diera referencias de cómo explotar las condiciones de Rubén Ramírez, un goleador que al Emperador le había rendido siempre, sobre todo en su paso por Banfield. Del otro lado del teléfono, con esa singular voz del actual entrenador de All Boys, se escuchó: “A Tito lo tenés que mimar. Hacelo sentir el 9 titular, que él te va a responder”. Y vaya que así fue: en cinco fechas del campeonato, lleva cuatro gritos. Le convirtió a Quilmes, a River en el Monumental y dos a Rosario Central, ayer.

Venía de un Torneo Final en el que había sido suplente de Emmanuel Gigliotti y en el que había tenido poco rodaje. Encima, cada vez que ingresaba se le machacaba su exceso de peso. Sin embargo, este presente fructífero se entiende gracias a la fórmula de Falcioni, la muñeca de Forestello y la buena voluntad del delantero.

El técnico me dio confianza desde que llegó. Mis compañeros y mi familia también me ayudaron. Tengo que seguir de esta manera, metiéndole como siempre”, reconoció Ramírez luego de la victoria sobre el conjunto rosarino. Y acotó: “Estoy muy contento porque cada vez que vienen mis hijos hago dos goles. Ésta fue la primera vez en el semestre que vinieron...”.

Si hay algo que no se le puede recriminar a Tito es que la peleó siempre. Surgió de la Inferiores del club y le costó ser el punta titular. Estuvo bajo la sombra de Esteban Fuertes y de Gigliotti. Además, en algunos pasajes fue resistido por la gente de Colón. Pero tuvo la personalidad suficiente para poner la cara. Por eso, esto es una especie de revancha personal.

Fue un partido durísimo, sobre todo después de la expulsión de Bruno (Urribarri). Ahí se nos complicó y nos tuvimos que meter atrás. Por suerte lo tenemos a Curuchet, que es un cohete y generó el penal”, analizó Rubén, quien antes del encuentro recibió una plaqueta en reconocimiento a los 100 goles que llevaba hasta antes de recibir a Central. Con los dos que convirtió ayer, claro, suma 102 en toda su carrera.

En el entretiempo, el técnico nos pidió que estuviéramos tranquilos y que esperásemos el contraataque para lastimar”, contestó sobre lo acontecido durante los 90 minutos. Y con respecto a la levantada que protagonizó Colón en estas últimas presentaciones, aclaró: “Estamos muy contentos por el lugar que ocupamos ahora en la tabla, pero igualmente vamos de a poquito”.


Con una bronca inocultable

Inconforme. Miguel Russo.
No quedó muy conforme Miguel Angel Russo con lo que plasmaron sus jugadores en el campo de juego. "No me gusta perder, y menos así. Ya está, son partidos que se dan de esta manera. Ahora hay que agachar la cabeza y volver a trabajar para que las cosas salgan bien", admitió el entrenador de Central. Y argumentó: "Que nos ganen con un contragolpe, más allá de si fue penal o no... Nosotros les dimos la chance para que nos llegaran. Hay que analizar todo lo que no se hizo bien".

Más allá de su mirada autocrítica, lo que más lamentó Russo fue que no pudieron aprovechar la superioridad numérica. "Teníamos un jugador más. Al rival no había que darle la oportunidad de nada y nosotros se la dimos. Hasta saqué a los que tenían amarillas para que nada nos tomara por sorpresa, pero no fuimos inteligentes", dijo el DT. Y antes de partir hacia Rosario, acotó: "Tendremos que cambiar cuando salgamos a jugar de visitante".

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