Schurrer, insultado y cuestionado

El técnico de Lanús se mostró dolido por los insultos que recibió de parte de los hinchas luego de la caída ante Vélez, pero aseguró que va a revertir la situación. "La única manera de que los silbidos se conviertan en aplausos es volver a ganar", dijo entusiasmado.

Schurrer se retiró del campo de juego entre insultos y silbidos.

Con esa soberbia tan característica de su personalidad, casi exasperante, Gabriel Schurrer le atribuyó la derrota sufrida ante Vélez al estado anímico de sus dirigidos y no a su propuesta de juego, criticada duramente por los hinchas y hasta por la prensa partidaria. "Los nervios protagonizan una parte importante en el desarrollo del partido. Por momentos no tuvimos seguridad con la pelota ni pudimos dar los pases sencillos, como por ejemplo el del central a un lateral. Y esas cosas favorecer al rival", explicó el técnico de Lanús.

En esa misma línea de cero autocríticas, Chucho destacó la buena labor del equipo dirigido por Ricardo Gareca, aunque aseguró que aún con un jugador menos no sufrieron sobresaltos. "Vélez tiene una característica muy importante y que ha cambiado un poco con los jugadores que se le fueron: la paciencia. Lo ha demostrado tanto en la Copa Sudamericana como en el torneo local. De todas maneras, no sé si ellos generaron más situaciones después de la expulsión de Braghieri, pero por ahí sí prevaleció ese hombre de más que tuvieron", argumentó.

Por otro lado, Schurrer contó las sensaciones que le dejaron los insultos que recibió de parte de los simpatizantes que asisten habitualmente a la platea lindera con la calle Esquiú. "A nadie le gustan los gritos, pero con eso no puedo hacer nada", se sinceró. Así y todo, el entrenador granate aseveró que va a revertir esta situación: "La única manera de que los silbidos se conviertan en aplausos, como ya nos ha pasado en su momento en el campeonato pasado, es volver a ganar y conseguir esa confianza que es fundamental".